El 12 de octubre desembarca en el Teatro Caupolicán. Volverá a presentar su disco “Amar la trama”, pero esta vez sin dejar fuera del repertorio éxitos como “Fusión” y “Eco”. Invitará al escenario a Ana Tijoux y Javier Barría. Aquí habla de la cruzada de los estudiantes en Chile, de sus semiespinelas en Twitter, y en su rol de ex médico, esboza recetas para curar un corazón roto.
Es una especie de versión del glíglico, ese lenguaje creado por Julio Cortázar que aparece en “Rayuela”. Pero las semiespinelas son más simples y apenas llegan a los 140 caracteres. La explicación es ésta: se trata de una décima espinela condensada en 5 octosílabos para que entre en 140 caracteres. ¿No entendió? Escrita se lee así: “Semiespinela tu nombre tan largo recarga con su letargo la esquela por tu garra felina y tu tamaño no llama a engaño quien te llame: espina”. ¿Tampoco entendió? Un resumen: es el lenguaje con que hace un par de meses el cantautor uruguayo Jorge Drexler invade Twitter. Son rimas que condensan cualquier cosa menos lo que está haciendo en el día. “No hay que tratar a los seguidores sólo como un grupo de fans”, dice al teléfono a El Mostrador, desde España.
Es una especie de homenaje también a las espinelas, décimas que han sido utilizadas por varios poetas y cantantes chilenos; entre los más conocidos está Violeta Parra.
Es también la forma en que el ex otorrionolaringólogo, ganador de un Premio Óscar por el tema central de la película “Diarios de motocicleta” y amante de los amaneceres en La Paloma –un balneario en la costa uruguaya–, tuvo para referirse al movimiento estudiantil hace unas semanas: “Obligatoria, gratuita y laica, la educación. Que viva la ilustración! Violeta lo cantó antes: Que vivan los estudiantes y su reivindicación!”. No es la primera vez que Drexler le dedica versos a Chile. En 2010, había escrito sobre el terremoto del 27 de febrero en su podcast: «Quien en Chile un día vibró, /tiembla cuando Chile tiembla».
“La educación pública es fundamental”, dice Drexler, porque según confiesa, en su propia experiencia fue vital: “Yo hice toda mi formación con la educación pública en Uruguay. Además, sé la importancia que tiene: tuve abuelos y tíos maestros de escuelas”.
Le ha impresionado la cohesión del movimiento estudiantil y ha seguido algunos detalles de las demandas. “Chile es un país donde vienen pasando cosas muy intensas. Me ha gustado mucho la manera pacífica de manifestarse y la no violencia en ese tipo de cosas. Dentro de un régimen democrático no hay cabida para la violencia”, comenta.
Por todo lo anterior, sabe que llega en un momento especial a Chile.
Drexler le tiene un cariño especial al Teatro Caupolicán, donde estuvo el año pasado. “Tengo muchísima alegría de ir ahí a interactuar con esa maravilla que es el público chileno”, dice. Y cuenta detalles del espectáculo que incluirá en escena a Ana Tijoux y Javier Barría, cantautor emergente chileno que Drexler conoció por Facebook hace cinco años. “Él es uno de mis compositores favoritos. La verdad es que Chile tiene uno de los mejores grupos de cancionistas de todo el mundo de habla hispana”, afirma.
La idea del concierto de este 12 de octubre es repasar los 20 años de carrera musical que este año incluso le regaló un reconocimiento inesperado: fue nominado a Mejor Tema del Año por “Que el soneto nos tome por sorpresa”, canción que compuso para la banda de sonido de la película “Lope” de Andrucha Waddington, la que retrata a una de las más grandes figuras del Siglo de Oro español, el poeta y dramaturgo Lope de Vega.
En el escenario, incluirá canciones que estuvieron ausentes en las presentaciones de hace un año y que el público pidió. “Esta vez sí estará ‘Fusión’ y también ‘Eco’”, revela. También algunas de las desgarradoras composiciones de “12 Segundos de Oscuridad” que a veces, en vez de canciones, parecen un desahogo amargo, pero necesario.
-Tu primera profesión es la medicina. ¿Cómo se cura un corazón roto?
-Si está muy roto tienes que llevarlo al cardiólogo. A mí me resulta escribir canciones.
