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«El vuelo»: caída en desgracia

Robert Zemeckis (“Forrest Gump”) vuelve al drama, con la historia de un piloto que salva del desastre aéreo absoluto a casi cien personas y que luego es cuestionado en la investigación por haber consumido alcohol y drogas incluso en la misma mañana en que voló. Un personaje complejo, que nos provoca compasión y hasta admiración, pero también rabia por su indeclinable y perjudicial adicción al alcohol, y que está al centro de este emocionante relato, en el que destaca la conmovedora actuación de Denzel Washington.


La mayoría de las historias fílmicas son, en definitiva, viajes de los protagonistas. La del “Látigo” Whitaker, piloto de una aerolínea estadounidense, también lo es: un viaje particularmente tormentoso y, en sintonía con la peripecia que marca el desarrollo del relato, un vuelo en picada con mucho que perder.

Whitaker (Denzel Washington) es un experimentado piloto que, tras una noche de sexo, alcohol y droga junto a una de las azafatas de su compañía, comanda un vuelo comercial desde Orlando a Atlanta. Los primeros minutos del filme nos revelan a un tipo confiado y seguro de sus condiciones como piloto, atributos que serán puestos a prueba por una tormenta y luego por fallas mecánicas del avión.

En esos minutos Whitaker pinta para héroe, porque enfrenta el seguro desastre con una entereza inusual y, logrando que la nave aterrice de emergencia, salva la vida de casi cien personas.
Notable inicio el de esta nueva película de Robert Zemeckis (“Forrest Gump”, “Náufrago”), con la secuencia del vuelo y el desastre aéreo como un gran ejemplo de buen montaje.

Pero “El vuelo” no se trata de los riesgos que supone ser piloto aéreo. Lo que resta del filme nos llevará por el calvario de Whitaker, un alcohólico que niega serlo, con una pésima relación con su ex señora y su hijo, y que ahora es cuestionado porque la investigación del desastre aéreo arroja que había consumido alcohol y drogas incluso la misma mañana en que voló. Un hombre como muchos en el cine norteamericano: uno que batalla contra demonios internos y que tiene la oportunidad de cambiar, pero cuyo descalabro es tan inevitable como el aterrizaje forzoso del avión.

Para mostrar el doloroso viaje del protagonista, el director ofrece un relato didáctico: Whitaker se encuentra ante la opción de dejar el alcohol en más de una ocasión, pero cuando creemos que ha recapacitado, la cámara nos vuelve a exponer las botellas vacías, como reflejo de su insalvable camino al infierno. Es un alcohólico y nada bueno cabe esperar del desenlace.

El vuelo es, entonces, una metáfora del recorrido emocional del personaje, pues aquél no puede terminar del todo bien, por más maniobras que haga Whitaker, lo mismo que este, quien recurre a mentiras y pequeños actos de persuasión para eludir el desastre final, pero respecto del cual sabemos que las cosas acabarán mal.

Y “El vuelo” es una buena película dramática, pues nos coloca frente a un protagonista controvertido, que nos provoca compasión y hasta admiración, pero también rabia por su indeclinable y perjudicial adicción al alcohol. Es en sus momentos bien inspirados, en sus arrebatos, en sus constantes caídas, en sus conversaciones, en sus inesperados encuentros con la fe, en definitiva, en su irregular viaje emocional, que nos encontramos con un personaje complejo, ambiguo; en la construcción de éste, la interpretación de Denzel Washington es fundamental, porque compone a Whitaker con todos los matices que requiere, brindando una actuación veraz y conmovedora.

La cinta también lo es, aunque algunos convencionalismos le resten puntos, como el personaje cliché del amigo que vende y consume drogas (John Goodman), o el uso de cámaras lentas para subrayar ciertas ideas o planos. Y lo es, porque al centro hay una historia con dilemas éticos y un protagonista atractivo, que nos involucra en su caída y en su redención.

Película: “El vuelo”.
Año: 2012.
Duración: 139 minutos.
Dirección: Robert Zemeckis.
Reparto: Denzel Washington, Kelly Reilly, Bruce Greenwood, Don Cheadle y John Goodman.
Mayores de 14 años.

Trailer subtitulado:

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