Por ello ha pasado tres años de su vida trabajando en este filme, que se estrena el próximo 12 de julio.
El cineasta mexicano Guillermo del Toro presentó en México su última película, «Pacific Rim» («Titanes del Pacífico»), en donde hace una regresión a su infancia para encontrarse con sus amores más duraderos, los monstruos, por los que siente una enorme pasión.
«Mi amor más profundo me pasó con los monstruos y es la relación más duradera que he tenido en mi vida; desde chiquito hasta ahora no me han fallado nunca», aseguró hoy en una conferencia de prensa en la capital mexicana.
El cineasta contó que su fetichismo es tal que además de su casa familiar tiene otra para él solo en la que trabaja y que está llena de los monstruos que ha coleccionado durante toda su vida.
Por ello ha pasado tres años de su vida trabajando en este filme, que se estrena el próximo 12 de julio y que, por tanto, «no es un noviazgo ni una salida un sábado», sino «un matrimonio», ya que está profundamente enamorado de la película desde el primer momento en que el guión llegó a sus manos.
«Pacific Rim» narra la historia de la lucha por sobrevivir de los seres humanos frente a la invasión de unas criaturas monstruosas que surgen del fondo del mar y «conecta directamente» con el Del Toro más joven, contó.
«Con ese Guillermito dibujando con crayones (pinturas) en un cuaderno monstruos y robots gigantes con un compartimento para vivir él, con un comedor, una sala de cine y un baño, las cosas que yo siempre le ponía al robot, y gasolina mucha gasolina», dijo.
Para combatirlos, los humanos crean unos robots gigantescos «de 25 pisos de altura» que se manejan mediante la unión cerebral de dos personas, una idea que busca transmitir que «nadie salva al mundo solo», sino que los humanos «se necesitan los unos a los otros», contó el cineasta.
Son un equipo de gentes de «diferentes razas, nacionalidades, sexo, color y creencias» que se unen para salvar al mundo en una guerra en la que «no es necesario solamente las armas», sino que se necesitan otras cosas como el ingenio o la perseverancia, contó el cineasta.
Si bien Del Toro antes era reacio al cine en tres dimensiones, con «Pacific Rim» se ha atrevido a dar el salto «con mucho cuidado» y asegura que ahora es su formato favorito para ver esta película. «Para el género de acción y aventuras soy un fanático convertido del 3D», admitió.
«La película es increíble en cuanto a las escenas de acción, el tamaño y la espectacularidad (…) vas a ver escenas que creo que no se han visto jamás en el cine», contó el director, quien aseguró que una de las razones por la que dedicó a este trabajo tres años de su vida es porque «nunca había visto algo como esto».
Aunque Del Toro reconoció que su película, que ha tenido un presupuesto de 185 millones de dólares, puede ser considerada como un filme «comercial de verano», aseguró que lo que a él le gusta es ir «en contra del género normal», crear una película en la que las cosas son «algo más».
Por eso utiliza «códigos sutiles» como no presentar «a un país que salva al mundo» sino «al mundo salvando al mundo» y muestra a los políticos como «una bola de pendejos que están construyendo muros» para defenderse de horribles criaturas.
«En mi carrera yo he tratado de hacer todo lo que me ha gustado hacer. Nunca pienso, no me pregunto qué pensará (la gente), cómo será tomada (la película), porque la vida es muy cortita para vivirla ante la mirada de los demás», aseguró el cineasta.
En la conferencia de prensa también estuvo presente parte del elenco de la cinta, los actores Rinko Kikuchi, Charlie Day y Ron Perlman, un intérprete fetiche para el director mexicano con el que ha trabajado en «Cronos» (1993), «Blade II» (2002), «Hellboy» (2004) y «Hellboy 2» (2008).
«He dicho varias veces en público y en privado que él (Del Toro) ha sido la fuerza guía de la segunda mitad de mi vida», dijo Perlman. «Todo lo que me ha pasado —agregó— no me habría ocurrido sin las oportunidades que él me ha dado como artista».
Del Toro comentó también que en la cinta hay agradecimientos especiales para los cineastas James Cameron, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y David Cronenberg, quienes le ayudaron con la película.
