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Obra poética de Violeta Parra revela «lo humano y lo divino de la identidad nacional» Libro “La poesía de Violeta Parra” explora las pulsiones vitales de la artista

Obra poética de Violeta Parra revela «lo humano y lo divino de la identidad nacional»

Tras 20 años de investigación, la escritora y académica de la UC Paula Miranda, se introduce en la monumental obra poética de Violeta que se encuentra presente en sus canciones. La autora transita desde la etapa de «enamoramiento» de la artista hasta la importancia que Chile tuvo en su configuración artística, las alternativas que ella propuso frente a ciertas versiones de la identidad nacional y las críticas que esgrimió a todo tipo de nacionalismo.


Un libro que indaga en la poesía de Violeta Parra fue lanzado ayer en la biblioteca del centro cultural GAM, con la presencia de poetas, críticos literarios y cantores.

Se trata de La poesía de Violeta Parra (editorial Cuarto Propio), de Paula Miranda, una académica de la Facultad de Letras de la Universidad Católica, quien considera a la artista “como una de nuestras mejores poetas”.

El libro fue comentado por los poetas  Elicura Chihuailaf y Raúl Zurita, y por el crítico literario Grínor Rojo. El evento también contó con la presentación del cantautor Chinoy, entre otros trovadores.

Paula Miranda Foto: Javier Liaño

Paula Miranda
Foto: Javier Liaño

 Veinte años de trabajo

Miranda comenzó su investigación para este libro hace 20 años. El volumen está dividido en cuatro capítulos. El primero aborda la poética de la cantautora: las tradiciones e influencias de su obra, el espacio público donde se desarrolla, su relación con sus proyectos culturales y sus búsquedas vitales. En el segundo capítulo, se identifican y revisan cinco etapas de su obra y las “pulsiones” fundamentales, sobre la base del recorrido que va tomando su poesía.

La poesía amorosa tiene un lugar importante en el libro y de ella se ocupa todo el tercer capítulo, a través de imágenes de “enamoramientos, gratitudes y maledicencias”, ya que –como afirma Miranda– “esta pulsión amorosa marca su obra y su vida, sus proyectos y sus relaciones”.

Finalmente, se analiza “lo divino y lo humano de la identidad nacional”, apuntando a la importancia que Chile tuvo en su configuración artística, las alternativas que ella propuso frente a ciertas versiones de la identidad nacional y las críticas que esgrimió a todo tipo de nacionalismo.

violeta2El libro se hace cargo de la totalidad de sus canciones, tanto de las recopiladas como de las reapropiadas, y de sus composiciones originales, estudiadas todas desde un punto de vista poético. Además, se consideran sus Décimas autobiográficas y sus trabajos de recopilación.

La “palabra poética en Violeta Parra está inexorablemente unida a su compulsión creativa, a la construcción permanente de sí misma a través del arte, desde su condición de mujer, y al deseo de decir la verdad”, explica esta experta en poesía chilena e hispanoamericana.

“Estamos frente a una conciencia poética excepcional y genial, pero que ha ido sedimentando e integrando a su propio quehacer muchas otra voces, visiones y tradiciones”, tales como las tonadas, el canto a lo divino, la cueca, las culturas indígenas y la canción social, dándoles a todas un tono personal y único, agrega.

Lectura reduccionista

Miranda decidió realizar la obra ante “cierta lectura reduccionista, esquemática, estereotipada” de la cantautora. “Un inconformismo con la manera en que la leíamos, la recibíamos, en que era mirada, encasillada”, acusa, un encasillamiento a una condición de “folclorista, sujeto marginal o cantante política”.

“El recorrido de ella es, como en pocos casos en Chile, de una artista muy intensa y, sobre todo, en una búsqueda poética y musical”, con logros muy multifacéticos, resalta la académica. “Gran parte de sus canciones pueden ser consideradas poemas”.

Miranda destaca Décimas autobiográficas, que data de 1957 y es considerado el primer libro de su género “a nivel continental”, a pesar de lo cual Parra no lo pudo publicar en vida, “porque no tuvo el apoyo necesario”.

La especialista también estudió sus cartas y algunos versos incluidos en El libro mayor de Violeta Parra, publicado por su hija Isabel Parra, de un análisis que toma en cuenta el contexto de sus proyectos culturales.

Poesía rica

En su obra poética, Miranda destaca la rica mezcla que logró la artista entre lo oral y lo escrito. “Es una poesía infinitamente vivencial, donde ella va construyendo personajes, historias, que pueden ser universales, una poesía en diálogo con muchas tradiciones musicales, pero también con la obra de los grandes poetas de su época, incluyendo la antipoesía de su hermano Nicanor”.

“Es una poesía complejísima, única. No hay otro poeta en Chile parecido”, afirma. “Hay poetas igual de buenos que ella, pero no en el mismo registro, con un aprovechamiento espectacular de todos los recursos de la cultura popular”.

violeta3Para Miranda, los temas de su poesía fueron sin duda el amor “y el desamor”, el tema social “que nunca la dejó tranquila”, además de “un sustrato de religiosidad popular muy fuerte”.

La académica además recuerda que Parra se movió en el ambiente de los intelectuales y artistas de su época desde su llegada a Santiago en 1932, entre otros, gracias a los contactos de su hermano Nicanor, “quien le transmitió un gran saber, tanto de la poesía tradicional como la más moderna”.

En casa de su hermano conoció a muchos integrantes de la generación del 38, a Gonzalo Rojas y a Pablo Neruda. Miranda cuenta que también admiró mucho a Gabriela Mistral, si bien no la conoció, y a Enrique Lihn, aunque su escritura fuera muy distinta a la suya.

“De hecho, a partir del año 60 ella graba una serie de poemas, tanto de Neruda como de Gonzalo Rojas, en varios discos”, destaca. Incluso, inauguró más de algún congreso de poesía organizado por este último.

Sorpresas

Una de los hallazgos para Miranda fue descubrir la constante falta de apoyo institucional, con algunas pocas excepciones, que sufrió Violeta Parra a lo largo de su vida, algo que atribuye a su condición de “artista adelantada a su época” y a que fue “poco comprendida”.

Porque si bien editó 35 discos, tuvo programas radiales y fue invitada a la televisión, “no fue reconocida su labor, ni apoyada, primero de recopilación y luego de creación. Hizo muchas cosas muy sola, vivió mucho tiempo con mucha precariedad”, por no tener el apoyo de instituciones estatales. “Ella golpeó muchas puertas, como en las universidades”, siendo la Católica y la de Concepción las pocas que le respondieron positivamente.

Otro ejemplo de la escasa recepción son sus libros. El libro de recopilación de canto folclórico chileno que hizo junto a Gastón Soublette, al igual que su autobiografía, sólo se publicó después de su muerte. De hecho, el único libro que publica en vida aparece en Europa, no en Chile (Poesía Popular de Los Andes, aparecido en París en 1965).

Para Miranda, incluso su relación con la industria discográfica fue desigual. “Me llamó la atención cómo, pese a todo, crea un gran arte desde esas carencias”, concluye.

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