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Opinión: HR Giger, al infierno

Opinión: HR Giger, al infierno

Pablo Hales, colaborador de El Mostrador Cultura


ALIEN

Se murió el gran HR Giger.

Y teníamos que saberlo un día martes 13 (precisamente porque esa fecha sólo es maldita para los latinoamericanos).

Escribo mirando por la ventana. El día está nublado y afuera hace frío. Mi oficina está en el barrio donde funcionan las grandes corporaciones que controlan el país. El epicentro mismo del sistema económico.

Y afuera no se ve gente en las calles. No hay vida. Sólo una gran urbe que se come todo. De edificios de cristal y cemento. Fríos, como las corporaciones que albergan.

Y pienso en la obra de Giger. Un artista impresionante, un hombre múltiple y moderno, que brilló en la pintura y en la escultura, así como en las artes de apoyo al cine.

Su obra, muestra esos pliegues del alma humana donde se alberga lo peor de esta especie y se refleja en creaturas monstruosas y deformes, creadas en la imaginación sin límites de este suizo vinculado al arte y al ocultismo. Se vinculó a Jodorwsky y Dalí.

Con sus notables colaboraciones en el cine (películas como Duna, Especies y sobre todo Alien, por la que recibió un Oscar), muestra su preferencia por el otro lado de las cosas; por lo que parece horrible e insano.

giger

H.R. Giger
Foto: EFE

Sus cuadros y grabados de mutantes una veces robotizados y otras erotizados, son prueba de ellos. Sus series de diseños sobre Satanás, la victoria de Satán, las brujas y demonios. Su desprecio por los valores tradicionales que se imponían a ratos en la post guerra europea. Sus dibujos heréticos e incluso ofensivos para muchos.

Son impresionantes. Por su demencial realismo. Por la vida que exudan esas imágenes imposibles y contrarias a las leyes de la naturaleza. Sus trabajos con los textos de Lovercraft son memorables. Entre ellos su particular y personalizada versión del Necronomicón.

Me familiaricé con la obra de Giger a través del metal. Fue un estrecho colaborador y amigo de varios personajes notables del mundo metalero, especialmente de Tom Gabriel Warrior fundador de bandas míticas como Hellhammer, Celtic Frost y Trypticon. Sus cuadros están en las carátulas de discos de Magma, Celtic Frost, Trypticon, Carcass, Danzig y  hasta Debbie Harris de Blondie.

Dicen que su museo en Suiza es tan impresionante como su obras, vívidas e inimaginables. Pero lo más notable es el famosos Giger Bar´s que está en la acera del frente. Una bar completamente diseñado y construido conforme sus indicaciones, donde las mesas, sillas y copias son creaturas demoníacas fabricadas en materiales oscuros y de pesadilla.

Más allá de todo eso, fue siempre un rebelde de la realidad represiva y oscurantista que le tocó vivir. Por eso tal vez, se hizo cercano al ocultismo y según sus propios relatos se acercó con seriedad al satanismo.

Tal vez eso explique el nivel de realismo que se percibe en sus cuadros diabólicos.

Ha muerto Giger,  no cabe dudas que el propio Satanás debe estar abriéndole las puertas del infierno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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