Centro de investigación de danzas del mundo
Lo que busca esta academia es resaltar el aspecto folclórico de las manifestaciones culturales de diferentes pueblos originarios, ya que en estas danzas -según los impulsores de la iniciativa- se encuentran en estado genuino las cosmovisiones de los pueblos originarios con toda su riqueza conceptual, que incluye ritmos específicos y expresiones cargadas de emocionalidad y filosofía, a partir de determinadas manifestaciones físicas.
Con la visión de integrar a nuestro propio acervo cultural el desarrollo rítmico de pueblos originarios de cualquier parte del globo, desde hace 5 años que la Escuela Ébano, danzas del mundo, trabaja en un profundo plan de acercamiento del baile tradicional de algunos pueblos para rescatar la riqueza expresiva de la danza.
Cristián Silva, uno de los impulsores de esta iniciativa cuenta que lo verdaderamente les interesa con esta escuela es «resaltar el aspecto folclórico de estas manifestaciones culturales», pues en ella, reflexiona, se encuentran en estado genuino las cosmovisiones de los pueblos originarios con toda su riqueza conceptual, que incluye ritmos específicos y expresiones cargadas de emocionalidad y filosofía, a partir de determinadas acciones físicas.
Pero, además de ello, para los promotores de Escuela Ébano, en la danza no sólo se puede encontrar una fuente inagotable de riqueza antropológica, sino que también sirve de terapia y de canal de transmisión de la experiencia estética.
«La danza permite expresar sentimientos en ausencia de palabras» se lee en su declaración de principios. «Quienes perciben el lenguaje mudo son verdaderos artistas», se afirma.
«Nos interesa la danza que provenga de cualquier tipo de cultura», sostiene Cristián, quien agrega que esta puede ser «africana, oriental o americanista».
Entre las danzas que han tenido desarrollo en esta escuela se encuentran las provenientes de Haiti, danzas de rapanui, de Sri Lanka, danza del vientre, flamenco, capoeira, afrocolombiano, afrocubano y seminarios de cueca brava.
«Nos interesa, dentro de este concepto de danzas del mundo, trabajar también con nuestras propias raíces», agrega Silva, quien junto a su socio, Cristián Urrutia, llegaron a la danza a partir del estudio musical de esos ritmos.
Para establecer una simbiosis entre las danzas extranjeras y los ritmos propios de estas tierras, es que la academia trabaja con investigadores de la danza, desde un punto de vista experiencial.
Es así como, por ejemplo, para impartir clases de danza afroperuana, los profesores han pasado temporadas previas viviendo en el país de origen de la danza, donde han desarrollado vínculos con las expresiones autóctonas llegando a aprender los bailes de las familias o comunidades quienes las protegen como tesoro folclórico vivo.
«Muchas de este tipo de danzas no se practican en ámbitos académicos, y esa es nuestra idea: desarrollar danzas que no se ven a simple vista», señala el director, reiterando que lo que se vuelca en las aulas es producto de una investigación músico antropológico, más una instrucción de orden academicista.
De hecho, algunos de sus profesores se han dedicado gran parte de su carrera a desarrollar este tipo de investigaciones. Tal es el caso de Edel Deleris, destacada exponente de Afro-Mandingue en Chile. Esta profesora con estudios en África de danzas Baga, Susú y Malenke, ha desarrollo diferentes trabajos de campo, entre ellos «Celebraciones de África-Guinea», en danza como el Dumdumba, Soko y Konkobá, entre otras.
Igual caso es el experimentado por Mayra Arango, quien aprendió los bailes en el seno familiar de su Cuba natal, de las ceremonias religiosas que conforman la base de las danzas afrocubanas.
En este centro, además de la posibilidad de tomar cursos en danzas determinadas, se puede recurrir al perfeccionamiento de las mismas a partir de talleres y seminarios.
La EscuelaDanza Ébano, está abierta de lunes a sábado en Irarrázabal 4955. Fono: 02 2267077
