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Re-encuentro, el inédito festival que reúne a los mejores bailarines de Chile en el mundo Destaca la participación de César Morales, primer bailarín de «Birmingham Royal Ballet»

Re-encuentro, el inédito festival que reúne a los mejores bailarines de Chile en el mundo

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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El encuentro que se realiza este fin de semana en el Gam es idea del bailarín Mauricio Vera, (ex jugador de las divisiones inferiores de Colo Colo), quien pretende transformar la muestra en un espacio para compartir el conocimiento de los bailarines chilenos en el extranjero, reconocer sus carreras internacionales y posicionar a Chile como escenario atractivo para que artistas extranjeros vengan a mostrar su trabajo al país e incentivar el mercado de la danza en Chile.


La idea partió hace unos años en Estados Unidos. Mauricio Vera, bailarín y coreógrafo, formado en la Academia del Ballet Municipal de Santiago, un día miró su maleta de viaje, donde se estampan los destinos en lo que ha recalado gracias a la danza y se preguntó: ¿Por cuántos sitios han pasado las maletas de los grandes bailarines chilenos? ¿ A cuántos de ellos nadie conoce en Chile, siendo que en el extranjero son valorados como grandes estrellas? ¿Por qué nadie es profeta en su tierra?

Deise Mendoça y Mauricio Vera. Foto: Gonzalo Rubio

Deise Mendoça y Mauricio Vera.
Foto: Gonzalo Rubio

Con esa última reflexión, convertida hoy en parte del slogan de su nuevo proyecto, Vera comenzó a ponerse en contacto con los grandes bailarines y coreógrafos nacionales, repartidos en el mundo, a quienes propuso venir a Chile, – así, con lo puesto, sin diseño del evento aún y sin financiamiento- para mostrar al público lo aprendido en estos años, intercambiar conocimiento con otros bailarines, reforzar el gusto en Chile por las artes escénicas del baile y dar la oportunidad de que la gente pueda apreciar la categoría de los bailarines nacionales que triunfan en el extranjero, y que en Chile, en su gran mayoría, descansan en un ingrato anonimato.

Así nació Re-Encuentro, un inédito espectáculo, donde siete destacados coreógrafos chilenos residentes en el extranjero crearán y expondrán una obra integrada por cortos de danza, ballet clásico y ballet contemporáneo, entre el 17 y el 20 de julio en el GAM.

Con la premisa “Queremos profetas en nuestra tierra”, este Festival se presenta como un espacio abierto, heterogéneo y transversal, que permite reconocer a artistas chilenos que han logrado consolidarse y triunfar fuera de las fronteras.

De los estoperoles a las zapatillas de Ballet

El caso de Vera no es la clásica historia de un bailarín. No proviene de familia de artistas, el consumo cultural estuvo marcado por fiestas escolares y su primera aproximación al baile provino de un concursos de talentos de la Tv, donde imitó a los «Backstreeet boys». Antes de eso, su apuesta estaba en otra parte: quería ser jugador de fútbol.

Mauricio Vera, al centro

Mauricio Vera, al centro

«Partí jugando fútbol en Colo Colo, esa era mi pasión hasta los 14 años y por un tema fortuito cambié de rubro repentinamente, me presenté en un programa de televisión donde conocí a Hugo Urrutia y ahí conocí a un coreógrafo que me invitó a una audición al Municipal y mi vida cambió, de los estoperoles a las zapatillas de ballet», cuenta el ahora promotor de esta inédita instancia de danza.

«Participé en un programa de televisión de niños talentos que duró un verano, ahí comencé a bailar y fue mi primer acercamiento a la danza. Anteriormente lo que había hecho era folclore, pero cuando terminó la temporada de este programa sentí que no podía volver al fútbol y me invitaron a una audición al Municipal, ahí me di cuenta que esto no era un juego ni un hobby, que había que dedicarle muchas horas diarias», explica el bailarín.

Luego de algunos rodeos, propios de su edad, Vera interrumpió sus estudios, hasta que el director de la Escuela de ballet del Municipal, habló con sus padres para que regresara al ballet, baj0 la promesa de convertirlo en profesional.

«Yo nunca había considerado esto como una carrera y, desde ahí, comencé a conocer, a ver el ballet con grandes estrellas como Luis Ortigoza y a sentir que quería ser como ellos. Me fui encantando poco a poco y dando cuenta de que podía vivir de esto, de que existe proyección, que hay compañías en donde uno puede desarrollarse, y así fui perfeccionándome hasta ingresar a la Compañía del Ballet de Santiago», cuenta el coreógrafo, quien posteriormente estudió en Cuba con Isabel Alonso; en la academia de Julio Boca, en Buenos Aires; en Houston y Nueva York.

Deise Mendoça  Foto: Gonzalo Rubio

Deise Mendoça
Foto: Gonzalo Rubio

Pero no fue un tema fácil. Cursando la secundaria, tuvo que defender su elección. «Estudiaba en un colegio de hombres y a finales de tercero medio me di cuenta que a esto me quería dedicar, muchas veces me llamaron ‘maricón’ y peleé a combos por defenderme y que entendieran que ser bailarín no tiene que ver con una orientación sexual. De hecho, gracias al baile he tenido un mayor éxito con las chicas», recuerda el bailarín, quien actualmente comparte su vida sentimental con la destacada bailarina clásica brasileña, Deise Mendoça.

Parte del éxito que ha cosechado Vera en Estados Unidos, donde ha formado parte de “School at Steps”, “Steps on Bradway” y ”Broadway Dance center” , lo ha realizado precisamente con su novia, con quien se encuentra en la zona de semifinales de uno de los concurso de talentos de la danza más importantes de Estados Unidos, el So you think you can dance, del canal FOX.

Talentos nacionales en el mundo

La idea de Vera de concentrar en Chile -en una época en donde en Europa y Estados Unidos están de vacaciones- a los más destacados exponentes de la danza nacional en el mundo, tuvo una rápida y entusiasmada respuesta. Así fue como se sumaron también de Estados Unidos Alejandra Georgudis, quien estuvo en la Compañía de Karen Conolly, el Ballet de Santiago y el Ballet Contemporáneo de Santiago y ha desarrollado su trabajo internacional en Houston.  Dance Magazine la describió como “una poderosa bailarina”; de Chicago llegó Eduardo Zúñiga, ex Banch, entrenado en el Ballet del Teatro Municipal de Santiago y en el Houston Ballet Academy.  Por dos años formó parte de la Compañía “Hubbard Street Dance Chicago” y desde el 2010 integra el elenco de “Luna Negra Dance Theater”. En agosto de este año se incorporará  a la compañía suiza Tanz Luzerner Theater.

Ensayo en la Academia de Karen Connolly

Ensayo en la Academia de Karen Connolly

También participa Carolina Rivera, bailarina de la U. de Chile que vive y trabaja en Nueva York desde el 2009, cuando llegó a estudiar en la Martha Graham School of Contemporary Dance; de Alemania vino Felipe González, asentado en Colonia y formado en el Ballet Nacional de Cuba. González pasó por variadas compañías nacionales, como la de Isabel Croxatto y Vicente Ruiz, antes de ir a Europa. Hoy está dedicado a expandir y difundir su danza contemporánea a través de diversas obras donde el cuerpo aparece como eje central de su trabajo.

De Londres se sumó Florencia Martina, quien se formó en el London Contemporary Dance School. Hoy forma parte del colectivo de danza-teatro The House of Strays y una compañía interdisciplinaria dedicada al video danza; y Alejandro Altamirano, quien participará dando una clase magistral. Altamirano, quien se ha lucido en el Ballet de Santiago y en el Banch, hizo su carrera internacional en el Ballet del Teatro San Martín, de Argentina, y en el Ballet de Víctor Ullate, España. Su mayor popularidad la ha obtenido gracias a su participación en los espectáculos A New Day, de Celine Dion, y La revé, del Cirque du Soleil.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

Pero, sin duda, el mayor logro de esta convocatoria, la obtuvo cuando César Morales, quizás candidato seguro a ser uno de los más destacados bailarines chilenos en el extranjero, decidió venir por sus propios medios desde Londres, para estar presente en el Festival Re.

A escondidas

balletCésar Morales Anderson (36), ganador de dos premios Altazor (2002 y 2003) gracias a sus papeles en Sueño de una noche de verano y en Romeo y Julieta, respectivamente, tuvo un acercamiento a la danza parecido a la de Vera. Cuestionado por sus padres, por considerar que en las artes no había futuro, mucho menos en la danza, Morales a los 11 años fue a escondidas a presentarse a una audición en el Teatro Municipal.

«En mi casa yo nunca supe de ballet, cuando estaba en el colegio en básica en Quinta Normal siempre estaba en todas las actividades artísticas, me encantaba pintar, participaba en bailes folclóricos y a los 9 o diez años me inscribí en el coro del colegio y me llevaban al municipal a ver ópera, ballet, etc.», explica.

«Cuando vi el ballet quedé sorprendido. Les dije a mis padres que quería bailar ballet pero mi madre me dijo que no, que después de dos meses lo dejaría y se me ocurría algo nuevo, así que le pedía a mi hermana mayor que me llevará a la audición a escondidas y me seleccionaron. De regreso a la casa les dije: ‘quedé en la escuela y no tienen que pagar nada porque no tiene muchos hombres y puedo asistir gratis’. No pudieron decirme que no», señala Morales, a escasos minutos de haber ensayado en la Academia de Karen Connolly, para su debut en Chile de este fin de semana.

A partir de ahí, ha tenido una carrera sostenida. Tras participar de la escuela de ballet del Municipal de Santiago, se ganó la beca «Ben Stevenson» para entrenar en la academia del Ballet de Houston. Luego regresó a Santiago a los 15 años para completar su formación e Ivan Nagy le ofreció un contrato para unirse al Ballet de SantiagoDespués de un año en el cuerpo de baile, fue promovido a solista y un año después a bailarín principal tras su primera actuación del Lago de los Cisnes. 

Morales bailó con el Ballet de Santiago hasta el año 2003, cuando se trasladó a París para trabajar como artista invitado freelance, bailando en París, Eslovenia y la República Checa . Actualmente es bailarín principal de la «Birmingham Royal Ballet». 

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«De lo que he trabajado afuera una de las obras que me ha marcado y que voy a bailar en festival en Santiago es Romeo y Julieta de MacMillan. Para esta obra fui invitado a bailarlo a Japón con una estrella muy famosa allá que se llama Miyako Yoshida. La recepción fue increíble, mucha gente me estaba esperando en la calle, uno no está acostumbrado a eso. El ballet en otras partes del mundo tiene mucha relevancia», explica Morales, quien apunta que estar a este nivel «es muy estresante» y altamente exigente, especialmente por la crítica especializada.

Las coreografías de estos importantes bailarines, serán acompañas en escena por 12 bailarines locales, quienes fueron seleccionados tras una maratónica selección donde se presentaron más de 100 bailarines. A ellos se le suma las bailarinas internacionales Marjorie Macia (Francia- Nueva York) y Amara Pérez (España – New York) .

 

Datos clave

Sala A2 (edificio A, piso 1)

Jueves 17 al domingo 20 de enero 20:30 horas

Clases magistrales

Desde el 08 al 22 julio

Sala B2 (edificio B, piso 2)

$3.000

Entradas

Precios Boletería:

$12.000 Gral.

$ 8.000 Est. y 3ed.

$ 10.000 Preventa Gral.

$ 6.000 Preventa Est. y 3ed.

– 20%Club La Tercera, Club Movistar y Membresía GAM-Lastarria

 Precios Internet:

$13.000 Gral.

$ 9.000 Est. y 3ed.

 

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