Hoy viernes 21 de noviembre en el Teatro Nescafé de las Artes
La hija de Violeta, y unas de las compositoras más prolíficas de la canción latinoamericana, vuelve a Chile con su más reciente produccción y de la mano de Roberto Trenca, un multiinstrumentista italiano de gran talento, que junto con hacerle los arreglos, vendría siendo el único italiano en cuyo repertorio interpreta con intensidad cuecas campesinas del sur de Chile. En este disco, Isabel, además de presentar su primera canción en décimas, decide abordar temáticas que afectan la vida cotidiana, con temas tan sensibles como los abusos, atropellos y femicidios.
Isabel, una de las cantautoras más influyentes en la historia de la música popular chilena en nuestros días, lanzará su nuevo trabajo discográfico en el Teatro Nescafé de las Artes para compartir un especial concierto que contará con la presencia de sus colegas Tita Parra y Elizabeth Morris como artistas invitadas, además del compositor y multiinstrumentista Italiano Roberto Trenca, el arreglador principal del disco, y el bajista Pablo Lecaros.
Después de tantos discos (más de veinte álbumes editados), de haber viajado por diversos países y conocer músicas de diferentes esferas, de haberse relacionado y compartido con gente importante en el mundo de la cultura y las artes, y haber vivido una infinidad de momentos claves a lo largo de su vida, Isabel Parra vuelve a manifestarse con su voz dulce y plena de decires; sensible, consciente, pero por sobre todo, profundamente honesta y humana. Con los pies sobre la tierra, como se titula su más reciente disco, “es de cierta manera parar un poco, mirar para atrás y darme cuenta en qué momento de mi vida me encuentro: y me encuentro justo en ese momento del disco“, confiesa Isabe a El Mostrador Cultura+Ciudad.
Isabel y Violeta
Este nuevo trabajo hecho en conjunto con el músico italiano Roberto Trenca, contempla un repertorio con composiciones y textos originales de Isabel Parra, escritos en poesía libre e incluso, y como novedad, algunos versos octosílabos escritos en décimas, forma tradicional de la poesía popular chilena (muy habitual en las composiciones de su madre Violeta, su tío Roberto Parra, y los textos de la literatura de cordel), pero de la cual Isabel siempre se mantuvo lejos por pudor y respeto a otros grandes referentes del género como su madre, los poetas de la lira popular o Athualpa Yupanqui.
“Es mi primera vez que hago una décima. Es mi debut y mi cierre. No más décimas porque no es lo mío ya hay décimas geniales circulando, pero quedé feliz por haber hecho ya las mías”, sostiene la cantautora.
Las 14 canciones que integran el disco, fueron apareciendo desde el 2012 y en un periodo de alrededor de un año aunque “con etapas de cuaderno cerrado”, como cuenta la cantautora. La mayoría de los textos nacieron en Las Cruces “en una casita que tengo allí, en un rincón propicio donde me siento a escribir en una ventana por donde entra el sol”, confiesa.
La creación musical, le resultó más sencilla, pese a haber canciones complejas por su forma atípica de canción. “Lo más importante fue encontrarme grabando en Nápoles y contar con Roberto Trenca , músico que escuchaba( mis canciones) e iba grabando y ponía los instrumentos rápido uno tras otros, sin haberle hecho antes los arreglos ni las partituras, tan involucrado en el tema y en esa pequeña música que yo hago, que resultó una fiesta hacer el disco”.
Roberto Trenca
Isabel conoció a Roberto Trenca, compositor y multiinstrumentista italiano luego de una presentación en Italia del “Canto para una Semilla” de Luis Advis por el año 2006 junto a los Inti Illimani, cuando se le acercó para compartir su visión de su interpretación de Gracias a la vida, de Violeta Parra.
“Roberto Trenca es la consecuencia del hijo más chico de una familia como tantas familias que fueron tan solidarias en el exilio, en Italia, donde este niño se nutrió de la música chilena, en los cantos de Víctor Jara, de Violeta Parra, de nosotros. Es una realidad de cómo la gente se involucró afectivamente en la historia musicalmente de Chile, y en un pedazo de nuestra historia política y nuestras vivencias”, dice con emoción.
Desde entonces trabajan juntos en la música. Fue Roberto el arreglador del disco anterior de Isabel, Continuación, editado el año 2007, y quien estuvo a cargo de los arreglos de este último trabajo, de una forma muy compenetrada y respetuosa ante el legado de la nueva canción y la música chilena. “Yo podría ser la abuela de Roberto y él, habiendo nacido en otro lugar, en la ciudad de Nápoles, está tocando y cantando cuecas campesinas del sur de Chile. Estoy muy feliz y agradecida de esta empatía que nos regala la vida”, comenta la cantautora.
A lo largo de todo el disco, la inclusión de las sonoridades mediterráneas se van entremezclando con toques y sonidos de la guitarra chilena y el cuatro, a través de sugerentes arreglos de cuerdas de origen griego, entre otros instrumentos y percusiones de la península ibérica como la guitarra battente, el bouzouki, y el bendir, por nombrar algunos.
“Roberto trabajaba las canciones sin deformarlas, ni sacarlas de la idea básica y central de cierta estética de guitarras del meditarráneo con mi cuatro o instrumentos y ritmos de américa latina pero involucrados con las sonoridades de la música mediterránea. Eso fue muy fluido y sencillo, teníamos un disco antes, así que ya nos conocíamos”, comenta Isabel.
Sobre esa mixtura, entre el talento joven mediterráneo y las sonoridades latinoamericanas del campo chileno, Isabel y Roberto, el pasado 14 de noviembre en un concierto íntimo estrenaron el nuevo disco en el Instituto Italiano de Cultura, donde intercalaron la música con las charlas tituladas “Encuentro de la música mediterránea con la música de América Latina”.
Con los pies sobre la tierra, Isabel Parra abre el álbum y también es el tema que da nombre al disco. Se trata de una canción tonada, a modo de manifiesto y que resume en parte, el contenido de este nuevo trabajo que Isabel anhela difundir lo máximo posible para que no pase desapercibido, precisamente por su contenido. En él, la cantautora habla de su oficio y su postura como mujer chilena, que canta lo que percibe, muy despierta ante el acontecer cotidiano y ante lo que ama y lo que le duele. Esa agudeza perceptiva, también estará presente en el resto de las composiciones, con temas sensibles que hablan de asuntos cotidianos y que por lo general, pasan desapercibidos.
“Varios de los temas que he tomado son temas en los que la gente prefiere pasar de largo, lo que nos muestra en cierta manera, la indiferencia en la que la sociedad circula. En el relato de “Abusos”, por ejemplo, faltan hojas para describir todos los abusos” sostiene la cantautora. Algo similar ocurre con “Asesinadas”, un conmovedor y cruento tema que relata, en primera persona y en tiempo futuro, la historia de una mujer que sabe será víctima de un femicidio. “Me destrozarán sus manos en la pieza del horror/ Mi cuerpo irreconocible/ Mi vida asesinará”, dice el tema.
Con todo, el disco se mueve por muchas otras emociones, hay alegría y humor, como en Acideces o en la canción joropo La Cuerda y la Loca en donde Isabel toca animadamente el cuatro para reírse sanamente de sí misma. El tema será interpretado junto a Elizabeth Morris el día del concierto, por ser también una reconocida intérprete de este instrumento venezolano que ha acompañado a otras grandes compositoras de la música latinoamericana como la misma Isabel Parra o Cecilia Todd.
Otro tema jocoso es 4×4, que utiliza la ironía y el humor en forma similar al tema de Víctor Jara Las casitas del barrio alto. “Bueno en un disco que va a ser escuchado por personas de buena voluntad que lo adquieren, pero también uno tiene que matizar y entregar un poquito de ironía, reírse un poco de uno mismo o de los o las compatriotas que se meten en los vehículos como dueñas del mundo, y eso tratado con ironía, más que nada, y sin agresión”.
Minorías es un tema relato, escrito en décimas, que da cuenta sobre las movilizaciones sociales que acontecieron en Chile por demandas de la educación, a partir del año 2006 e intensificadas en el 2011, pero también da cuenta del despertar, a nivel mundial, de esas minorías invisibilizadas por los poderes y las instituciones. La melodía principal está acompañada del cuatro, y al igual que otros temas, la inclusión de las sonoridades mediterráneas se hace presente a través de los arreglos de Roberto Trenca.
Es una canción especial para la cantautora, pues, a pesar de lo que algunos creen, es la primera vez que escribe sus propias décimas y fue la mejor forma que halló para expresar el contenido de Minorías: “Quería hablar de eso, pero no me resultaba escribir el contenido de lo que yo quería. Y de repente, me acordé de que existía la décima. Entonces fue re-fácil, porque la décima tiene una estructura que invita a la narración” comenta Isabel y luego agrega que “es la primera vez que hago una décima, es mi debut y mi cierre. No más décimas porque no es lo mío, ya hay décimas geniales circulando, pero me quedé agradecida por haberlas hecho justamente con ese tema”.
La intención de Isabel Parra con el disco Con los pies sobre la tierra era tratar temas ásperos, conflictivos, que afectan la vida cotidiana, con temas tan sensibles como los abusos, atropellos, femicidios y tantos otros más que son parte de la existencia del día a día y que por lo general, se pasan por alto.
Un álbum, que sin duda no pasará desapercibido en la historia discográfica de esta artista, hija de Violeta y voz viva y directa de la canción comprometida latinoamericana.
