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«Desastres naturales» la película que reflexiona sobre la educación chilena desde un colegio particular subvencionado

«Desastres naturales» la película que reflexiona sobre la educación chilena desde un colegio particular subvencionado

El joven realizador del filme nacional más comentado por estos días, dialoga en torno a las motivaciones que lo impulsaron a rodar su ópera prima, su admiración por el cineasta español Luis Buñuel, y adelanta el título y el argumento de la serie que grabará junto a Cristián Jiménez (“Bonsái”), para TVN. Se llamará “Bichos raros” y relatará la historia de iniciación a la vida de una atormentada adolescente argentina.


 

Bernardo Quesney Andrade (San Felipe, julio de 1989), y audiovisualista formado en la Universidad Mayor, tiene la película bastante clara, cuando se le consulta por los objetivos estéticos y temáticos de su primera película: “Con Desastres naturales quise hacer una cinta que reflexionara sobre la educación chilena, pero mirada desde la perspectiva de un colegio particular subvencionado de provincias, en plena época de discusión en el eterno debate acerca de nuestra enseñanza primaria y secundaria, como lo fue el año pasado (2014)”, explica el artista a El Mostrador Cultura + Ciudad.

 ¿Cómo nació la idea? “Por la mamá de una amiga mía, que es profesora, y que después de abandonar su trabajo debido a la jubilación, no se resignaba a estar en la casa y hablaba constantemente de ello, de su pega como docente de un liceo. Esa fue mi inspiración, y luego le compartí el argumento a Pedro Peirano, para que me ayudara en la redacción del libreto”, cuenta.

Desastres naturales (2014) se acaba de estrenar en la cartera local, aunque su debut en la pantalla grande ocurrió en noviembre del año pasado, bajo el contexto de la 7° edición del Festival de Cine B, en cuyas funciones fue recibida con entusiasmo y calurosos aplausos por parte de la audiencia. Protagonizada por las actrices Anita Reeves, Catalina Saavedra, Amparo Noguera y Montserrat Ballarín, relata la historia de Raquel, una profesora rural que no soporta la idea de perder su fuente laboral de toda la vida, y que se presenta a su antiguo lugar de trabajo (el inventado liceo particular subvencionado Diego Portales, ubicado en el valle del Aconcagua), dispuesta como si nada, para volver a dar clases, pese a que ya no figura en la nómina de planta de los profesionales del establecimiento. Ese hecho, termina provocando la insurrección y la rebelión de los alumnos, lo que desemboca en la destrucción física del colegio.

“Yo quería hablar acerca de la educación en Chile, pero desde el peso dramático de una comedia, desde el resentimiento y la tristeza de una mujer que había perdido su trabajo, y yo siempre quise hacer algo con la destrucción de un colegio, ese era el tópico que anhelaba rodar… Pero, qué pasa si esa catarsis viene por algo más interno, por una persona que ya no aguanta la realidad de que no sirve para el oficio…, y hacer eso comedia va a costar, me decía Peirano, porque teníamos que crearlo sin burlarnos del drama de esa señora mayor…, y ahí aparece la actuación de Anita Reeves, que es sensacional, un desempeño y un trabajo de interpretación que evita, que algo trágico, se transforme en una situación para la risa”, razona Bernardo Quesney.

“Cuando estructuré dramáticamente Desastres naturales, quise que sus personajes, en especial los alumnos, reflejaran la realidad estudiantil de un recinto educacional chileno, así, tenemos al nerd, al tesorero, al burócrata, a la rebelde (Cesárea, encarnada por la joven actriz Montserrat Ballerín), y quien yo buscaba que, por su belleza y sus dotes de líder, se asemejara a una Camila Vallejo de ese liceo ficticio”, expone el director.

La película de Bernardo Quesney tiene una estética de montaje surrealista, que no es casualidad: “Yo admiro mucho al cineasta español Luis Buñuel, quien para mí es un maestro. Ahora, sin embargo, me gustaría irme un poquito más en esa dirección, sin necesariamente marcar esa intención en el armado de la película, sino que de una manera más argumental, ser más ‘dictador’ en su tratamiento dramático. Mi planteamiento futuro es filmar situaciones que me agraden, por eso, mi próxima cinta, tiene que ser un poco más jugada en su formulación cinematográfica: quiero transformar situaciones fantásticas, en acontecimientos reales. Y ya estoy escribiendo el guión de ese largometraje, que se titula tentativamente Fuerzas ocultas”, confiesa el veinteañero realizador.

Acerca de las intenciones estéticas de su ópera prima, expone: “Como te contaba, yo nací en San Felipe, y estudié en un establecimiento particular subvencionado, donde mirabas hacia fuera de la sala y habían vacas, y a veces fertilizaban y no se podían hacer clases porque estaba la cagada, y ese edificio en medio de la nada, era como un símbolo del orden, y yo quería destruir de verdad un colegio, esa figura de la civilización”, revelaDesastres naturales tuvo un costo de $20 millones (grabarla y postproducción), y los buenos comentarios que la cinta se granjeó en el Festival de Cine B (entre ellos los de El Mostrador Cultura+Ciudad), motivaron a la exclusiva señal de televisión pagada MovieCity a comprarla y a adquirir sus derechos de transmisión, “o sea, que la película se pagó automáticamente”, revela Bernardo.

“En Chile –continúa- el cine todavía no es un negocio rentable, y salvo películas como El bosque de Karadima, o El Club, los productores se van a pérdida, por eso, los fondos concursables que otorga el Estado, son vitales para la industria”, opina Quesney.

“BICHOS RAROS”

 Gracias al éxito y los elogios obtenidos por su ópera prima, al director le han aparecido nuevas ofertas y proyectos creativos en el camino: el primero de ellos, se titula Bichos raros, una serie que será para la televisión (la encarga TVN), y que filmará junto al realizador nacional Cristián Jiménez (Bonsái). Jiménez grabará los primeros cuatro capítulos, y nuestro entrevistado, los ocho restantes (el relato tiene doce partes dramáticas en total). Se filmará entre los meses de agosto y diciembre de este año, y su estreno está programado para marzo de 2016.

Se trata de una coproducción santiaguina y bonaerense, y la historia es la siguiente, contada por el mismo Quesney: “Se inspira en una mujer dedicada a las ciencias, que se gana una beca para investigar en Valdivia, y que se cambia con su familia a vivir a esa ciudad (en ese lugar se rodará completamente la serie). Es una chilena casada con un argentino, pero la historia se centra solamente en la hija de ellos, una adolescente de 15 años, y quien en el sur vivirá las primeras experiencias importantes de su biografía: la primera relación sexual, el acercamiento a las drogas, en fin, ella será la protagonista de un grupo de chiquillos inadaptados. El rol será personificado por una muchacha trasandina”, detalla Bernardo.

Ya se encuentra reclutado, para el plató, el concurso del reputado director de fotografía porteño, Ricardo DeAngelis (el mismo de Hombre mirando al sudeste, de Eliseo Subiela, y de El futuro, de Alicia Scherson). La preproducción, sin embargo, todavía se halla concentrada en el casting, dice Quesney, pero TVN ya confirmó la presencia de la actriz Mariana Loyola en el elenco.

 

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