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El emotivo concierto de Navidad al aire libre en el Parque Araucano

El emotivo concierto de Navidad al aire libre en el Parque Araucano

La experiencia de vivir conciertos al aire libre en las diferentes comunas son probablemente los momentos que se atesoran más profundamente en los asistentes, ya que reúne el espectáculo con la vivencia comunal. En el Concierto de Navidad de Las Condes se vieron muchos niños con un palo como batuta dirigiendo una orquesta imaginaria mientras iban presentándose las obras. Una experiencia que une y reúne, que conecta con nuestras tradiciones y permite compartirlo con la agradecida comunidad asistente.


El pasado sábado 19 de diciembre a la explanada del Parque Araucano se realizó el concierto “Navidad en Familia” organizado por la Municipalidad de Las Condes junto a la Universidad de Los Andes.

A diferencia del Cascanueces en la Plaza de la Constitución, aquí habían 4 mil sillas y mucho pasto, por lo que todos los asistentes pudieron disfrutar de manera igualitaria. Como refuerzo el espectáculo contaba con pantallas gigantes. Fue un espacio de real convivencia con picnic y helados.

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El director musical Eduardo Browne, a cargo de la Orquesta Camerata de Los Andes (con algunos refuerzos) y del Coro de la Universidad de los Andes, se presentó muy amistosamente junto a tres reyes magos en escena. Mientras estos  últimos  llenaban de cajas el escenario, los músicos intercambiaban sombreros y se produjo una excelente distensión que llamó mucha atención de la audiencia.

Al escenario llegó la elegantísima soprano Maribel Villarroel que acompañó, con su cálido y aterciopelado timbre, a los conjuntos en temas como So this is Chrismas, Standchen  y Arrurru, sobresaliendo en el Jingle Bell Rock y un gospel tradicional.

Por su lado, el pianista Felipe Browne nos cautivó en cada una de sus intervenciones; destacamos el Claro de Luna de Debussy, que fue impecable y deleitó a los ocho mil espectadores. Se reforzó este mágico momento con la proyección en las pantallas gigantes de nítidas imágenes de la luna.

La danza también fue protagonista de esta fiesta popular y participaron con valses y famosos momentos de Cascanueces: La Danza china, la Danza española, la Danza de los mirlitones y el Hada de Azúcar en los que los bailarines llegaron con coloridos vestuarios. La coreografía, a cargo de Irene Bustamante, iban por rumbo diferente a los que conocemos como movimientos de los ballets más clásicos del repertorio. Esta descontextualización no fue muy apropiada lo mismo el estrecho escenario delante de la orquesta. Ambas cosas marcaron los puntos bajos de la función.

En cuanto a los trabajos técnicos sin duda la amplificación a cargo de Loreta Nass fue notable como también la iluminación de Ricardo Castro. Toda la coordinación estuvo a cargo de Pablo Flores, que se ocupo de los momentos más complejos de una función tan multifacética.

La experiencia de vivir conciertos al aire libre en las diferentes comunas son probablemente los momentos que se atesoran más profundamente en los asistentes, ya que reúne el espectáculo con la vivencia comunal. Me tocó ver a muchos niños con un palo como batuta dirigiendo una orquesta imaginaria mientras iban presentándose las obras.  Una experiencia que une y reúne, que conecta con nuestras tradiciones y permite compartirlo con la agradecida comunidad asistente.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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