El filme se presentaría en París en el marco de la retrospectiva al cineasta chileno
Cuando la protagonista del filme, basado en la novela de Enrique Lafourcade, filmó Palomita Blanca, tenía 16 años. Para hacer la escena del desnudo en la playa, que se convirtió en ícono del celuloide local, sus padres debieron autorizarlo por escrito. La película tenía su estreno para septiembre de 1973. No se dio. Con motivo de la retrospectiva que se hizo en Francia al trabajo de Ruiz, la actriz vería por primera vez la película en una sala de cine, pero problemas técnicos no pudo exhibirse. En esta entrevista cuenta que tras 44 años aun no pierde las esperanzas.
Palomita Blanca, la última película que Raúl Ruiz filmó en Chile antes de salir al exilio, es para muchos la única cinta suya que muchos han visto, luego de que estuvo 20 años en las bodegas de Chile Films, convertida en leyenda.
Este filme, basado en la novela de Enrique Lafourcade, estaba terminado y se esperaba su estreno para septiembre de 1973, cuando vino el Golpe. La cinta no se estrenó, no fue aceptado por la oficialidad de las FF.AA., de entonces. Demasiado hippie, demasiado UP.
Palomita Blanca fue el primer largometraje que Ruiz filmó por encargo. Los productores querían emular el éxito de taquilla de Love Story y esperaban una película romántica. Según Lafourcade fue él quien propuso a Ruiz como director, claro que el resultado estuvo muy lejos de la expectativa de los productores.
La cinta esperaba ser proyectada en la gran retrospectiva de Ruiz en la Cinemateca de Francia que terminó el 30 de mayo en una versión restaurada hecha en Chile por la Cineteca Nacional. Allí, en París estaría su protagonista, aquella adolescente de los 70 cuya escena desnuda en la playa inmortalizó el celuloide local. Era la oportunidad negada por el destino, pero la historia volvió a repertirse, problemas técnicos impidieron la exhibición y Beatriz Lapido, no pudo verse, una vez más, en la pantalla grande.
Beatriz Lapido, hija de padres españoles, filmó en el rol estelar de Palomita Blanca a los 16 años, lo que la marcó para el resto de su vida. Gozó de gran fama entre la juventud de la época, aunque la cinta no se mostró en Chile mientras ella vivió allí. Se fue del país en 1977 junto a sus padres que volvieron a Madrid. Actualmente reside en Málaga, al sur de España.
-¿Cómo partió tu historia que terminó en Palomita?
-Mi familia se fue de España en los 50. Mi padre tenía un cargo administrativo en una fábrica y mi madre, aparte de labores domésticas hacía trabajo de modas en casa. Éramos una familia de clase media , vivíamos en el paradero 24 de gran Avenida, yo iba a la escuela de monjas, el Liceo Lazzeri y era totalmente inocente, menos precoz que mis compañeras y amigas.
-No eras del mundo de María, la protagonista..
-No, como dije, me movía en un ambiente de clase media, no conocía mucho ese mundo. Yo sentía que me metía en el papel. Además, me dirigió alguien con quién me conecté bien y quien sacó a la actriz en mí. Raúl conseguía lo que pretendía de cada escena conmigo. Yo lo notaba así, apenas teníamos que repetir escenas.
-¿Cómo fue que decidiste participar de la película?
-Sin haber cumplido 16 años fue como un reto que nos planteamos un buen amigo y yo. Cosas de chiquillos, sin un plan marcado y sin siquiera el deseo de hacerlo.
Cuando salió el anuncio de la película y la posibilidad de participar -en cualquier rol-, empezamos a discutir con un amigo sobre qué chance podríamos tener. Él estaba seguro le iban a dar un rol, al final hicimos una apuesta y fuimos los dos, a él lo dejaron de lado de inmediato, creo que a Rodrigo Ureta (Carlos, el joven rico), lo eligieron de verlo.
Yo estaba cursando tercero medio y en medio de una adolescencia de la que se estilaba en los ’70. Tenía en mi cabeza mil planes y todos convergían en la universidad. Entre esos planes nunca estuvo el de ser actriz.
¿Cómo fue el casting?
-Ufffff, ese casting fue una locura, una cola tremenda para apuntarse, muchas lolas y lolos, la canción Killing Me Softly with His Song sonaba a cada rato. Son recuerdos borrosos de hace 44 años. Hubo muchas pruebas, mucho seguimiento en el diario La Tercera. La prensa nos seguía, nos hacían reportajes, fotos, eran grupos grandes. Todavía quedaban un montón de grupos más por descartar, al final en el último grupo quedamos como 35 niñas en la selección, nadie sabía quién iba a tomar el rol. Poco apoco… se iba haciendo más pequeño el grupo, hasta que un día apareció alguien de la producción que con algún criterio que yo desconocía que eligió a cinco, entre ellas yo. Allí partió el verdadero casting, con sesiones de fotos, tomas de prueba, conversaciones. Todo esto desde el principio lo iba registrando el equipo de Palomilla Brava, que registraba el proceso.
*(Palomilla Brava fue un documental del casting que hizo Ruiz con su equipo, descontento con el carácter comercial con que se trataba a las candidatas. Esa película desapareció para siempre)
-¿Qué pensabas tus padres de esto esto? Eras una menor de edad
-Preocupación, desconocimiento, miedos, etc… Mi madre fue la que más se enorgulleció, pero también es la que más confiaba en mí y en mi criterio. Mi padre no tanto, pero igual me apoyó. Y claro, como era menor de edad, tuvieron que firmar una autorización. Por supuesto estaba el problema de la escena del desnudo en el hotel y en la playa. Al final mi padre lo aceptó, pero al firmar el contrato yo agregué un par de cláusulas: que nadie ajeno a la filmación estuviera presente, todos a más de 50 metros de mi.
En la playa estaba el continuista, eran un encanto que me envolvía en toallas y Raúl, que me daba traguitos de pisco y me hacía correr, hacía un frío atroz y fueron varias tomas. Fue la última escena y se llevó a cabo el 13 de junio, en pleno invierno en la playa de Concón.
-Aunque la película no se dio en Chile, muchos te conocieron. ¿Qué pasó después?
-Sí… hice una ópera rock con un elenco grande de baile y con una coreografía fantástica. Estuvimos ensayando mucho tiempo y actuamos en varios teatros, entre ellos El Caupolicán. El grupo era Millantún y la música era suya. Hoy se llaman Chasky Millantún y siguen tocando… ¡Los viejos rockeros nunca mueren! Después hice una película en la que estaban algunos miembros del equipo de Palomita Blanca. De hecho era un proyecto de Rodrigo Maturana (quien hizo el papel del profesor que habla a las liceanas en Palomita) a quien conocí y con quien hice amistad durante la filmación. La película se llamaba Alicia va en el coche y que nunca se terminó. Ahora al parecer se está retomando para acabarla: Rodrigo Araya Tacussis se puso en contacto conmigo para coordinar sobre todo los recuerdos de esa filmación.
-Después que te fuiste de Chile corrieron toda clase de rumores sobre ti, algunos te daban por muerta. ¿De dónde salió esa leyenda?
-Ni idea… quizás alguien dijo: igual se murió… y el siguiente dijo: «me han dicho que se murió…» y el siguiente le puso algo más de color… así nacen los rumores y es obvio que lo era. Yo estaba vivita y coleando, y sigo….
Ocurrió que en 1992, durante una conferencia de prensa previa a la primera proyección de Palomita Blanca en el Festival de Cine de Viña del Mar, el productor, Sergio Trabucco dijo: “Es una lástima que no podamos invitar a Beatriz Lapido”.
Un periodista presente, que era cuñado mío, le preguntó: ¿Y por qué no?. Porque falleció, dijo Trabucco. No, le corrigió. Ella está viva, vive en España y le dio mi teléfono.
– ¿Y te invitaron a Chile?
-Sí. Me invitó la organización del Festival de Viña al estreno, pero no pude venir por motivos laborales. Así que me propusieron ir a París a ver la película en sesión privada. La película la vimos en casa de Raúl, con Valeria, su esposa, pero era una versión más larga que la que se ha mostrado, no era la edición final. TVN me hizo una entrevista que se emitió como transmisión directa por satélite.
Fue muy lindo ver a Raúl y Valeria, compartir con ellos, a quienes durante la filmación me parecían gente tan mayor en comparación con la lolita que yo era.
-O sea, ¿hasta ahora nunca has visto Palomita en un cine, en pantalla grande?
No, por eso me hizo tanta ilusión participar en la retrospectiva. Espero que cuando la nueva versión esté lista por fin pueda verla en primera fila.
