Anoche en el Bar Liguria
La sorpresiva vuelta a los escenarios del ex líder de Los Prisioneros se produjo en un concierto emotivo ante un público muy cuidado, entre los destacó Ana Tijoux y Manuel García. Con evidentes secuelas del infarto cerebrovascular que sufrió, el artista interpretó 12 canciones, en una de las cuales hizo un pequeño guiño irónico a Bob Dylan.
A pesar de las secuelas que le dejó el infarto cerebrovascular, Jorge Gonzaléz reapareció la noche del martes en el Bar Liguria, de Manuel Montt, para ofrecer un concierto emotivo e íntimo ante un público muy cuidado, en que destacaban, en otros, Ana Tijoux, Manuel García y Gepe.
Con un deterioro físico evidente- camina con dificultad y tiene todo el lado iquierdo paralizado- que no le permite alcanzar los tonos típico de su voz y con menos potencia que antes, el ex líder de Los Prisioneros interpretó temas de sus discos más recientes, entre ellos, Es muy tarde, Nunca te haría daño y Yo no estoy en condiciones, canciones que resultaron muy significativas en consideración a su estado.
Otro de los temas que también cantó y que cobran una significación especial es Hay que creer y Nada es para siempre.
Entre sus canciones más populares como el Tren al Sur, el Baile de los que sobran, y la Casa en un árbol, González se dio el tiempo muy a su estilo irónico de hacer un guiño a Bob Dylan, al cantar en español y con la letra cambiada Nothin on heavens door.
En total fueron 12 canciones, en un concierto de menos de una hora en la que habló muy poco, pero que aprovechó para dejar en claro que la fortaleza a González, lo sigue acompañando.
