Nahuel López presentará «El viaje»
La película filma el regreso al país de Rodrigo González, el hijo de exiliados que integra Die Ärzte, la banda punk más famosa del país germano. En la cinta aparecen artistas como Aldo «Macha» Asenjo (líder de Chico Trujillo), Chinoy y Camila Moreno. Será parte del festival de cine In Edit, que se realizará en Santiago del 1 al 11 de diciembre.
«El viaje», una película que cuenta el viaje a Chile de Rodrigo González, un hijo de exiliados que integra la banda punk Die Ärzte, la más famosa de Alemania, es uno de los estrenos en Chile del festival de cine y documental musical In Edit, que se realizará del 1 al 11 de diciembre.
La cinta es obra de otro hijo de chileno, Nahuel López, y el punto de partida la infancia que compartieron en Alemania durante los años 70 y 80 en Hamburgo, «marcada por la experiencia del exilio de nuestros padres y sobre todo por la música chilena, el Canto Nuevo», contó el cineasta a Cultura + Ciudad recientemente, cuando la cinta se estrenó en Alemania.
Mientras el padre de González fue un militante de la Unidad Popular que llegó junto a su familia a Alemania tras el golpe militar, López es hijo de un chileno que arribó a mediados de los 60 para estudiar filosofía procedente de Concepción, terminó emparejado con una alemana y que no quiso regresar a una patria en dictadura.
«Su abuela había sido una de las fundadoras del Partido Socialista en Puerto Montt y él quería volver a Chile como profesor universitario, pero tras el golpe supo del arresto de muchos de sus viejos amigos y militantes. Sabía que en esas circunstancias no podía regresar y se quedó en Hamburgo como parte de la comunidad de exiliados chilenos».
«César, el papá de Rodrigo, organizaba regularmente una peña, donde amigos y músicos se reunían, debatían, comentaban los últimos acontecimientos de Chile y hacían música juntos», comenta al ser consultado sobre los orígenes del film. Y aunque las discusiones poco interesaban a los niños, la música sí los entusiasmaba.
«El Canto Nuevo fue nuestro soundtrack en esos años, y para Rodrigo fue finalmente el punto de partida de su propia carrera musical. Obviamente, para ambos esta música está vinculada hasta hoy con muchos recuerdos y emociones conjuntas».
Cuando López viajó a Chile en 2011 para escribir un libro sobre los mapuche, casualmente conoció a dos músicos. Uno fue el trovador Gastón Avila, el otro el cantautor Alonso Nuñez.
«Sentí que esa música aún me emocionaba, y me fascinó que en Chile hubiera una joven generación de grandes músicos que continúan el legado del Canto Nuevo», cuenta. «Luego hablé con Rodrigo sobre eso, quien por su lado no tenía ningún contacto real con la escena musical chilena actual, pero quien estaba muy interesado en saber lo que había ocurrido allí. Así nació finalmente también la idea de esta película conjunta».
Nahuel López.
Fueron varios los desafíos que tuvo la cinta. Según López, probablemente el más importante fue elegir a los músicos para la cinta.
«Chile es increíblemente rico en jóvenes músicos talentosos y extraordinarios, pero nuestro proyecto sólo podía abarcar un espectro muy pequeño y personal», cuanta. «Queríamos un equilibrio entre el presente y el pasado. El espectador deberá decidir y lo logramos».
Al cineasta no sólo le impresionó el gran número de buenos músicos, «sino también la incapacidad de Chile para comprenderlos como riqueza e identidad cultural. En las grandes radios no se escucha nada de ellos, y aún menos en la televisión. Eso tampoco cambió con la cuota que se introdujo recientemente para que en las radios la música chilena abarque al menos el 20% de sus transmisiones».
«No conozco ningún otro país del mundo donde haya tantos músicos inteligentes y jóvenes que tengan algo que decir», remata. «Y aún así esto apenas se valora».
López critica que hasta hoy los medios de comunicación más influyentes apuesten por programas bastante insulsos, «para decirlo de manera diplomática. Y lamentable no creo que eso cambie mientras los medios estén en manos de algunos pocos super ricos a los que no les interesa la educación y la cultura».
¿Tiene esta película, entonces, un mensaje para el público?
«No soy muy partidario de formular mensajes para luego comunicarlos», responde. «Espero que la película, los músicos que en élla aparecen y su música hablen por sí mismos y le dejen algo al espectador. Pueden ser inquietudes temáticas, pero quizás también simplemente el goce de la música. Si el espectador sale del cine con un sentimiento de plenitud, estaré muy satisfecho y feliz».
