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Escritores auguran el regreso inevitable del capitalismo a Cuba sin Fidel Las declaraciones las hicieron durante la Feria del Libro de Guadalajara

Escritores auguran el regreso inevitable del capitalismo a Cuba sin Fidel

Con opiniones diversas, pero resaltando la dimensión histórica de Fidel, diferentes escritores latinoamericanos como el mexicano Juan Villoro, el chileno Jorge Edwards y el peruano Mario Vargas Llosa, reflexionaron sobre la muerte del líder cubano y anticiparon que el capitalismo terminará regresarando a la Isla después de 57 años.


En distintas partes del planeta, el mundo de la cultura reaccionó ante la muerte de Fidel Castro. En la Feria del Libro de Guadalajara, una de las más importantes de América Latina, los escritores allí presentes no pudieron eludir referirse al fallecimiento del líder de la revolución cubana, de quien -más allá de las diferencias políticas-calificaron como uno de los personajes míticos que marcó la historia del Siglo XX.

El presidente de la Feria, el mexicano Raúl Padilla, dijo «no puedo dejar de comentar el reciente fallecimiento de Fidel Castro, acontecimiento que marca el fin de una época», en la inauguración de la trigésima edición de la FIL.

Resaltó que Castro (1926-2016) «le dio a Latinoamérica una proyección mundial y expectativa de lo que en el Caribe se estaba gestando», y que su personalidad «tuvo una influencia determinante» en la región.

El académico sostuvo que «el futuro de Cuba es de interés para todos los latinoamericanos» y, tras manifestar que «nunca las ideas pueden florecer en el autoritarismo», dijo que la solidaridad de los mexicanos «está por encima de las ideologías».

A su vez, el escritor rumano Norman Manea consideró que la muerte del líder cubano, a quien describió como uno de los «últimos revolucionarios del siglo XX», representa el fin de una ideología.

«Ahora él ya no está, y diría que la ideología (que representaba) también se fue», dijo Manea.

En el mismo sentido pero mucho más crítico se mostró el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien no dudó de anticipar el arribo del capitalismo ahora que no está Castro.

«Como la muerte de (el líder soviético Josef) Stalin, de todos los grandes dictadores, es muy difícil que el régimen sobreviva a la larga a la desaparición del dictador».

En el marco de la Fil de Guadalajara, donde está para presentar su última novela, «Cinco esquinas», el escritor opinó que Castro era «quien mantenía más o menos inmovilizada la estructura (del país) y le impedía movilizarse».

«No hay nadie que pueda reemplazar a Fidel como el mito, la leyenda o el héroe epónimo en que se convirtió», expuso. Y es precisamente por ello, que «comenzarán a resquebrajarse poco a poco las estructuras de dominación y control. Y esperamos que el proceso sea rápido e indoloro» para el pueblo cubano, deseó.

Sobre el ícono que representa el líder revolucionario, dijo que fue «una persona que deslumbró a mi generación» porque «era como un héroe salido de una novela de aventuras», capaz de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista.

No obstante, señaló que el personaje de Castro evolucionó desde la promesa de una revolución «profundamente democrática» a una dictadura comunista, un ejercicio de «gran oportunismo» que le permitió permanecer en el poder, concluyó el ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010.

El chileno Jorge Edwards, quien tras permanecer tres meses en Cuba en 1971 enviado por Salvador Allende fue expulsado por Fidel calificándolo de «persona non grata» aseguró que ahora «Cuba seguirá un camino al capitalismo.

«Todas las medidas que ha tomado Raúl (Castro) son de apertura económica», recuerda Edwards y añade que «después de la muerte de Fidel, (Cuba) va al capitalismo».

«Van a llegar a una conclusión bien triste: que durante cincuenta años han frenado el proceso y después de cincuenta años vuelven a lo mismo», aseguró el escritor en entrevista con el diario El Mercurio. «Lo que hay que esperar es que sea un capitalismo sin salvajismo», agregó.

Para el autor de «Persona Non Grata», «El peso de la noche» y «Los convidados de piedra», entre muchos otros, es una de las señales que ha comenzado a dar la Isla hacia una apertura de mercado que se marcará más ahora.

«Conozco a los dos personajes, conozco bastante a Raúl, y estaba Fidel de atrás frenando», puntualiza Edwards ante el fallecimiento del líder de la Revolución, la noche del viernes, cuyas cenizas del serán inhumadas el próximo 4 de diciembre, tras un duelo oficial de nueve días.

Para el poeta español Antonio Gamoneda lo más importante del comandante cubano es su «dimensión histórica».

«Es un hombre sobre el cual recaen juicios diversos; de lo que no cabe duda es de que es una persona con dimensión histórica, que su vida y su muerte, que lamento, no ha sido inútil», declaró el asturiano a periodistas en la FIL.

Si bien dijo no querer atribuir cualidades de «perfección política ni humana» al expresidente cubano consideró que, «dentro de lo que es la difícil historia de nuestro planeta, podríamos hablar que hay que dar las gracias a su memoria».

«Con todas las reservas parciales que uno requiera, en cuanto a los hechos seriamente históricos hay que darle las gracias», añadió.

Juan Villoro, en tanto, escritor y pensados mexicano, manifestó sorpresa pero nada de tristeza por la muerte de Castro. «Lo considerábamos inmortal, pero al final hemos visto que era humano», apreció. Y agregó: «Tengo la edad de la revolución cubana y hemos envejecido juntos. Fue la depositaria de muchos ideales de justicia social, pero ella misma los fue traicionando. Los motivos son variados, pero fueron decisivos sus propios errores y la persecución de disidentes. Mi decepción mayor fue el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa.»

 

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