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El hombre que sacaba fotos al Chile idealista que creía en la transformación de su destino Entrevista al fotógrafo portugués que retrató la UP

El hombre que sacaba fotos al Chile idealista que creía en la transformación de su destino

Tras el colapso que sacudió el país durante la primera mitad de los años 70, Armindo Cardoso enterró cuatro mil negativos en su casa de Quinta Normal. Luego se fue al exilio. Una funcionaria diplomática logró rescatar el archivo y hacérselo llegar el año siguiente. En 2015, la Biblioteca Nacional adquirió el material e inauguró una exposición, motivo por el cual Cardoso volvió al país tras 42 años. Hace 10 días una muestra suya fue inaugurada en la Fundación Arpad Szenes-Vieira da Silva, con motivo del año de Lisboa como capital iberoamericana de la cultura.


Armindo Cardoso es conocido como «el fotógrafo de la UP». Entre 1970 y 1973 se dedicó a retratar en cuerpo y alma un proceso político inédito. Tomó más de 4.000 fotos, desde la gira de Fidel Castro hasta la Reforma Agraria, pasando por escenas de la vida cotidiana en el sur de Chile. Algunas de esas imágenes pueden verse desde la semana pasada en la exposición «Héroes, Pueblo y el Paisaje Chileno», inaugurada en Lisboa.

«Yo soy un hombre que siempre puso la emoción que sintiera mientras sacaba fotos de la alegría y la creencia de un pueblo en su transformación», comenta desde Portugal a El Mostrador C+C. «Fueron poco más de tres años. Pero todo fue muy intenso, muy profundo».

Tras el colapso que sacudió el país durante la primera mitad de los años 70, el fotógrafo enterró cuatro mil negativos en su casa de Quinta Normal. Luego se fue al exilio. Una funcionaria diplomática logró rescatar el archivo y hacérselo llegar el año siguiente. En 2015, la Biblioteca Nacional adquirió el material e inauguró una exposición, motivo por el cual Cardoso volvió al país tras 42 años. Hoy sus imágenes se pueden ver en el catálogo online de la entidad. Él, por su parte, se alegra de que Chile «sea un país abierto a la modernidad».

Armindo Cardoso

Un hijo chileno

No era la primera vez que se iba al exilio. Cardoso nació y se crió en la dictadura de António de Oliveira Salazar, que se extendió entre 1926 y 1974. Enrolado en el Ejército, querían enviarlo a luchar a África. Se escapó y de manera clandestina cruzó a España y luego a Francia. «Fue por razones políticas, en 1965. Allá que empecé mi formación como fotógrafo».

En 1969, se fue a Chile acompañado por su esposa, de nacionalidad chilena, y una hija nacida en París. En Chile nacería su segundo hijo.

En Chile desarrolló un extenso trabajo. «Trabajé como fotógrafo asistente del polaco Bob Borowicz. En la Universidad de Concepción colaboré ​​en la revista Atenea, con el escritor chileno Enrique Linh, en la Editorial Universitaria y la revista Educación y Editorial Quimantú».

En 1971, comenzó a trabajar con el Instituto de Capacitación e Investigación en Reforma Agraria (ICIRA). «Primero en Temuco, con los indios mapuches, y más tarde en la zona de Talca, entre los campesinos y ‘afuerinos'».

Al año siguiente formó parte del equipo del semanario «Chile Hoy», dirigida por Marta Harnecker y colaboró con la revista Paloma. También trabajó con Patricio Guzmán en La batalla de Chile y acompañó el rodaje en Chile del realizador Konstantinos Costa-Gravas, en la película Estado de Sitio.

Golpe y destrucción

Cuando vino el golpe, ante la quema de libros y destrucción generalizada de los militares de todo lo que tuviera que ver con la UP, Cardoso decidió esconder su trabajo.

«Después del golpe de 1973, encontré necesario intentar preservar los negativos de las fotos que representaban mi trabajo de años que siguieron a la circulación de la Unidad Popular y los esfuerzos de Salvador Allende y sus compañeros, para la transformación social de Chile», dice.

Agrega que «dado el temor de que mi trabajo fuera destruido, la familia y los amigos escondieron y enterraron miles de negativos durante algún tiempo hasta que, después de su rescate de la tierra, las autoridades francesas los hicieron llegar a Francia. Francia otra vez me dio la bienvenida, después de meses de refugio en la Embajada de Venezuela en Chile».

Regreso a Chile

Pasaron cuatro décadas. En 2015, la Biblioteca Nacional decidió adquirir y catalogar el material. Un chileno que trabajaba en la embajada en Portugal era cercano a Cardoso e hizo el contacto.

Tatiana Castillo, del Archivo Fotográfico de la entidad, dice que la razón fue que «se consideró una colección importante, con muchas imágenes inéditas». La especialista caracteriza su fotografía como «absolutamente política, social y cultural».

La Biblioteca organizó una exposición, a la cual vino Cardoso especialmente, y además lanzó el libro «Un otro sentimiento del tiempo».

Hoy Cardoso dice que «la experiencia que viví y los lazos emocionales que me ataban a Chile ahora son motivo de orgullo cuando veo mi trabajo reconocido y preservado para la memoria de las generaciones futuras de Chile y todos los que están interesados ​​en saber ese período de la historia del país».

«Hay un conjunto de fotografías que me parecen especiales, las multitudes junto a un ideal, las caras individuales de los participantes en las manifestaciones, las fotografías de los indios mapuches, los retratos de Salvador Allende».

 

 

 

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