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Cortometrajes realizados por niños de la Provincia de Arauco fueron seleccionados para competir en Festival de Cine Ojo de Pescado Se realizaron en el marco del taller de stop motion “Moldeando Sueños”

Cortometrajes realizados por niños de la Provincia de Arauco fueron seleccionados para competir en Festival de Cine Ojo de Pescado

“La ballena mapuche” (Isla Mocha), “Wetripantü, la nueva salida del sol” (Valle de Elicura), “Ranquilhue y sus historias” (Tirúa), “Aventura en la mina” (Curanilahue) y “Desde Marte a la playa” (Lebu), son las cinco piezas audiovisuales que fueron seleccionadas para la proyección exclusiva de 76 obras procedentes de 21 países que se realizará entre el 21 y 26 de agosto de 2017 en Valparaíso.


El Festival Internacional de Cine de Lebu con su programa Escuela CineLebu, financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, ha desarrollado el taller “Moldeando sueños” en técnica stop motion por más de diez años dirigido exclusivamente hacia niños.

Durante el 2016 se llevaron a cabo los cortometrajes seleccionados a través de un trabajo sostenido de formación de audiencia y acceso, los que se presentaron en la 17° versión del festival en febrero, así como también en la réplica efectuada en la capital durante abril, incluyendo una delegación que presentó sus cortometrajes en pantalla gigante junto al público, tanto en el Centro Cultural Estación Mapocho como en el GAM.

En el caso de “Ojo de Pescado” las obras competirán en la categoría de “Jóvenes Cineastas”, en las que participa material elaborado por niños, niñas y jóvenes hasta 18 años de edad. De un total de 116 piezas sólo 31 fueron seleccionadas, de ellas 23 son chilenas y 8 a nivel latinoamericano (Argentina, Colombia y Brasil).

Experiencia y oportunidades

En relación a la experiencia del trabajo que se lleva a cabo en la Escuela CineLebu, la directora de la escuela Armando Arancibia de Isla Mocha, Cecilia Sandoval comenta que “es una experiencia única en el país, la que ha tenido repercusiones positivas tanto en los niños como en su entorno cercano”. Además, señala que “ha sido un proceso muy lindo pues les permite expresar sus inquietudes y difundir asuntos que les interesa. Hay temas que tienen que ver con la zona, con la identidad, que tienen que ver con la naturaleza y sus raíces étnicas”.

Por otro lado, Elizabeth Reiman, coordinadora la comunidad Juan Caniuman, relata que “fue algo novedoso para ellos y para todos, pues se trataba de una técnica que nunca habíamos visto, sólo en dibujos animados”. Destaca lo enriquecedor del proceso pues, “ellos tenían que elegir el tema del corto y aparecieron temáticas que son de interés para la comunidad. Estamos quedando sin agua, tenemos dos ríos que desembocan al lago Lanalhue, que prácticamente no existe por culpa de las forestales. Por eso el primer corto que hicieron los niños trató de eso, mientras que en esta ocasión quisieron contar sobre el Wetripantü, que es la manera en que celebramos el Año Nuevo Mapuche”, finalizó.

El taller

Claudia Pino, directora del Festival Internacional de Lebu, relata que el taller “Moldeando Sueños” surge el año 2004 teniendo por objetivo integrar a los niños del sector a las diferentes actividades que se llevaban a cabo. Comenta que el equipo de trabajo “nos sentimos súper contentos, ya que hemos realizado este trabajo por más de diez años en diferentes comunas de la Provincia de Arauco, con niños que muchas veces no tienen acceso a este tipo de oportunidades, por lo que estar participando del festival es un respaldo tremendamente significativo para los niños”.

Dentro de la misma línea señala que lo más importante son los niños y la individualidad que se produce en el proceso de creación del cortometraje. “Les podemos entregar herramientas o servir de guías pero finalmente ellos crean su propia historia. Descubrieron una herramienta de comunicación y sus relatos son de pertenencia absoluta”, dijo.

En relación a lo que se espera del festival que se llevará a cabo en agosto, lo que se desea lograr es el reconocimiento al trabajo de los niños y el respaldo al proyecto. “Participar del taller les entrega otra mirada, los motiva a seguir trabajando y a valorar lo que están haciendo”, concluyó.

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