Ministerio de Cultura y Canal Cultural serán temas claves
Como dato curioso, a la hora de señalar sus preferencias artísticas, ambos coincidieron en «La Negra Ester», un musical del cantautor Roberto Parra sobre una prostituta, llevado al teatro por el legendario Andrés Pérez, que la transformó en la obra de teatro más vista en la historia de Chile, como «la mejor» de su género.
La implementación del Ministerio de Cultura y del Canal Cultural serán las principales tareas en el ámbito de la cultura que tendrá que enfrentar el candidato presidencial que se imponga en la segunda vuelta del próximo 19 de diciembre entre Alejandro Guillier y Sebastián Piñera.
Ambos presentaron durante la campaña propuestas culturales que no presentan mayores diferencias, sino que más bien ponen énfasis en cuestiones diferentes a la hora de gobernar.
Asimismo, mientras en el caso de la nueva secretaría se han expresado de manera similar, en el caso del canal, que fue aprobado recientemente junto a la capitalización de Televisión Nacional de Chile, ha sido diferente. Mientras Guillier se manifestó explícitamente a favor del mismo, Piñera ha sido más ambiguo al señalar esta semana en el diario «El Mercurio» que estaba «a favor de la buena cultura en todos los canales».
Eso sí, en el caso del presupuesto para la cultura, Guillier propone explícitamente aumentarlo progresivamente del 0,4% actual al 1%, además de hablar de la cultura como un «derecho».
Como dato curioso, a la hora de señalar sus preferencias artísticas, ambos coincidieron en «La Negra Ester», un musical del cantautor Roberto Parra llevado al teatro por el legendario Andrés Pérez, que la transformó en la obra de teatro más vista en la historia de Chile, como «la mejor» de su género.
En esa instancia, Piñera manifestó su ambigüedad ideológica, al indicar como su canción favorita «Gracias a la vida» de Violeta Parra, una artista patrimonial de la izquierda, al igual que al elegir como su cinta nacional favorita de «Machuca» de Andrés Wood (2004), que cuenta una historia de amistad entre dos muchachos de distintas clases sociales durante la Unidad Popular, y que es rota tras el golpe militar de 1973.
En la misma categoría, Guillier optó por «La vida sexual de las plantas» (2016), una cinta sobre amor y pérdidas de 2016 de Sebastián Brahm. También eligió como mejor programa de TV la serie estadounidense «Game of thrones», que narra la lucha de poder entre dos reinos medievales ficticios e incluye toda clase de violencia explícita.
El Observatorio de Políticas Culturales (OPC) realizó un detallado seguimiento a los programas de los candidatos en el tema de la cultura.
En el tema del Ministerio de Cultura, por ejemplo, Piñera pretende instalarlo «superando las duplicidades y dispersiones que la estructura aprobada pueda generar, considerando un nuevo Consejo de Artes Visuales e implementando el Consejo Asesor de Pueblos Indígenas y una Unidad de Pueblos Migrantes en el ministerio», además de «una unidad ministerial de derechos de autor» en el mismo.
En ese mismo punto, Guillier manifestó que desde el nuevo ministerio «focalizaremos nuestra acción en el avance de la implementación del Plan de Economía Creativa, y a la incorporaremos en la agenda digital de Chile».
En ese aspecto, asegurar que propiciará «un marco regulatorio específico para la Economía Creativa, reconociendo su rol estratégico para la economía, la sociedad y la cultura».
En el caso de salir electo Piñera, el escritor Roberto Ampuero, un ex comunista convertido a la derecha que presidió el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA, antecesor del ministerio) durante el primer gobierno del empresario, suena como futuro jefe de la repartición. Otra posibilidad de Bárbara Piñera, hija del ex mandatario, quien junto a Ampuero se ha encargado del tema de la cultura durante la presente campaña.
En el caso de Guillier, en cambio, no existe un candidato claro, aunque entre quienes manejan el tema está al ex directora de la Fundación Cultural de Providencia, la actriz y gestora cultural María Fernanda García.
Un tema espinosa que abordó Guillier en su programa es el alto costo de los libros y la idea de reducir o eliminar el IVA a los mismos para estimular la lectura.
El candidato de centro-izquierda, en consulta con la industria del libro, quiere evaluar la mejor política para reducir el costo del libro e incentivar su lectura, «sea la eliminación del IVA al libro, la aplicación de un IVA menor y diferenciado, o la inyección de mayores recursos a la política del libro y la lectura».
Además «lanzaremos un plan masivo de fortalecimiento de la lectura, apoyándonos en los municipios, en las escuelas y en las juntas de vecinos. Crearemos un plan digital de mejoramiento de nuestros índices de lectura y alfabetización».
En un hecho que recoge un anhelo del mundo de la cultura, Piñera quiere simplificar el sistema de postulación a los fondos de cultura y establecer un sistema único de postulaciones, combinando una ventanilla abierta todo el año y convocatorias anuales.
Asimismo, como es de esperarse, el empresario también apoya la participación de privados en los proyectos de cultura, pero también lo hace Guillier.
El programa de Piñera habla de «desarrollar un sistema de cofinanciamiento de la programación cultural entre el Ministerio, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, los municipios y el mundo privado».
En otro tema que preocupa al sector privado, el candidato de la centro-derecha también quiere revisar la declaración de monumento nacional de ciertas edificaciones, un tema que ha afectado la inversión de empresas en lugares como la ex villa San Luis de Las Condes o la Casa Italia en Viña del Mar.
Piñera quiere «revisar la Ley de Monumentos Nacionales sobre la composición del Consejo de Monumentos, la revisión de los tipos de procedimientos de declaratorias y el sistema de compensaciones e incentivos».
Guillier, por su parte, apunta de reformar la Ley de Donaciones en sus características tributarias para aumentar el crédito tributario de 50% a 65% del valor de las donaciones privadas.
Además pretende establecer «una alianza público-privada para financiar las inicitivas artísticas y creativas del país, con énfasis en la descentralizción y focalización en los sectores más vulnerables».
