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[VIDEO C+C] Maida Larraín: «las mujeres tenemos mucho que contar, pero aún nos falta terreno por conquistar»

El trabajo musical que se encuentra promocionando en la actualidad, “Lo poco que sé”, es un conjunto de 12 canciones, que cuentan una historia que puede ser tan personal como colectiva, evocando los ritmos que pareciera se llevan en los genes y que se enmarca en la nueva música latinoamericana. En esta entrevista, Maida nos presenta de forma exclusiva el segundo corte promocional de este disco “Sangre Morena”. Además nos cuenta cómo fue que comenzó en este camino que la tiene,  en la actualidad, como una de las nuevas promesas de nuestra música nacional.


Magdalena «Maida» Larraín es cantante y actriz. En algún momento, cuando esta tendencia de militar en el canto y la actuación comenzó a extenderse a nivel mundial, pasó a ser “cantactriz”. Un término acuñado para definir a esta tendencia de actrices que veía en la música, además de las tablas, una nueva pasión y, por qué no, también un plus dentro de su propio rubro, al tener su propia voz como herramienta para poder complementar su actividad profesional.

Larraín vivió más de 10 años en España y gran parte de su carrera se desarrolló fuera de su natal Chile. Ella misma nos cuenta que en gran parte este salto a lo desconocido era el paso necesario para crecer como persona, para conocer el mundo y poder de esta forma, construir el trabajo musical que se encuentra promocionando en la actualidad, “Lo poco que sé”.

Un conjunto de 12 canciones, que cuentan una historia que puede ser tan personal como colectiva, evocando los ritmos que pareciera se llevan en los genes y que se enmarca en la nueva música latinoamericana.

En una entrevista para El Mostrador Cultura+Ciudad, Maida nos presenta de forma exclusiva el segundo corte promocional de este disco “Sangre Morena”. Además nos cuenta cómo fue que comenzó en este camino que la tiene,  en la actualidad, como una de las nuevas promesas de nuestra música nacional.

Su vida en España

– ¿En qué momento te das cuenta que para poder explotar tu carrera musical, en parte tienes que irte de Chile?

– La verdad es que me fui de Chile a Madrid súper chica, a los 21 años, pero no sólo porque creyera que en Chile había o no había posibilidades artísticas, también lo hice por un tema de crecimiento personal, de batírmelas sola, de conocerme y conocer el mundo. Tenía muchas ganas de saber cómo funcionaban las cosas en otros lados y empezar de cero. Viví muchas situaciones que no hubiera vivido estando cómoda en mi casa con la comida calentita, situaciones que me hicieron crecer. Empecé a trabajar joven y la verdad es que fue muy enriquecedor todo ese periodo que se alargó a 10 años de mi vida. Fue en España que me convertí en cantante y actriz, pero mi carrera la he desarrollado en ambos países.

– ¿Sentías que en Chile no habían oportunidades para poder desarrollar el tipo de música que realizas o crees que el momento en el que partiste no era el adecuado, en comparación a lo que está pasando ahora a nivel latinoamericano, como es el caso de Mon Laferte, que en algún momento gira su carrera desde el rock a una música con tintes más folclóricos?

– Cuando me fui, era muy joven, llevaba un par de años estudiando canto y me sentía un poco estancada a nivel creativo y no sabía bien cómo seguir avanzando. No sé si Chile era el culpable o yo necesitaba salir para mirarme con distancia. Más allá de lo personal, sin dudas es muy difícil abrirse camino musicalmente en Chile porque el mercado es pequeño. Pero pienso que a los chilenos les gusta mucho la música y van harto a conciertos, lo difícil es ser independiente y dar a conocer tu trabajo… Pero de a poco y con perseverancia y creatividad se va logrando. Cada historia es distinta, abrirse camino en Chile o el extranjero es difícil y los logros como los de Mon Laferte no pueden sino aplaudirse y agradecerlos porque son pasos importantes para las mujeres que hacemos música.

– ¿Cómo podrías definir tu experiencia en España a nivel musical?

– Cuando llegué a España iba muy centrada en seguir desarrollándome como música que es lo que estudiaba en la Escuela Moderna. Siempre me llamó mucho la atención la parte interpretativa y escénica y algo de mi soñaba con ser una showoman pero en Chile no había donde estudiarlo, así es que en España en paralelo estudié la carrera de Canto y Teatro. A los 23 ya estaba girando por toda España con las compañías con las que trabaja haciendo teatro musical de autor dónde descubrí esta mezcla de textos, comedia y canciones.

Una banda propia

– Y además una banda propia.

– Sí, se llamaba Jacarandá -propuse ese nombre porque para mí era representativo de Chile- y tocábamos en varias salas y empecé a componer mis primeras canciones. Después, tuve la suerte de conocer al virtuoso guitarrista chileno (Juan Antonio) «Chicoria» Sánchez, con quien hicimos un dúo de música latinoamericana. Esa experiencia fue un regalo, pues inevitablemente estando lejos extrañaba mucho la música que identifico con mis raíces. En paralelo y de manera permanente di clases de canto, profundizando en la técnica vocal que es un mundo que me apasiona. Tuve la oportunidad de trabajar en Televisión Española como coach vocal, lo que fue muy enriquecedor.

– ¿Cómo se genera el primer acercamiento a la música latinoamericana, pensando que estando en Europa podrías haber desarrollado otro tipo de género musical?

– El acercamiento a la música latinoamericana fue en Chile, creo que es una conexión que sentí desde niña y que en los años que estuve en la Escuela Moderna pude entender y conectarme con esa fascinación por ella. Luego, cuando llegué a Madrid, a las pocas semanas, conocí a un guitarrista, Samuel Pérez, con el que hicimos gran amistad y empezamos a tocar en el metro. Yo le mostraba los valses peruanos, boleros, zambas argentinas y bossa novas y para él, que es de Tenerife (Islas Canarias), eran ritmos que no le parecían tan lejanos, así es que empezamos a explorar y salían mezclas entretenidas. Después cuando ya empezamos con la banda Jacarandá, con la incorporación de Miguel Ruiz de Elvira empezamos a componer… las canciones que yo aportaba a la banda siempre tenían aires latinomericanos, jugábamos con lo latino y lo fusionábamos con estilos españoles y pop.

Financiamiento por Internet

¿Cómo nace la idea de financiamiento del disco a través de Fondeadora, que es una web colaborativa mexicana? ¿Existe un nexo con el folclore de ellos igualmente?

– Necesitaba financiamiento para hacer el disco y no lo tenía, con Paula Herrera ya habíamos empezado a trabajar en él, estábamos componiendo juntas, ella ya había compuesto otras canciones para mí… así que el disco tenía que salir. Conocí Fondeadora a través de las redes y me pareció que era la respuesta que necesitábamos. Me puse en contacto con ellos y en menos de un mes el proyecto ya estaba arriba. Me daba mucho nervio la respuesta de la gente, la verdad es que no sabía si iba a funcionar o no, y si no recaudas la meta, se devuelve toda la plata y te quedas sin nada, así que había que lograrlo sí o sí.

¿En cuanto tiempo se logró reunir el monto solicitado? ¿Qué se le ofrecía a los que participaban en esta recolección de recursos?

– El resultado fue maravilloso. Fue una de las cosas más lindas que me ha pasado en la vida, el tiempo de recaudación eran tres meses y conseguí la meta en sólo 2 semanas. No lo podía creer. Además yo pedía un monto alto y en muy poco tiempo hubo una tremenda respuesta de la gente, personas diversas de España, de Chile y México. Las recompensas eran discos, conciertos a la casa, saludos desde la radio en la que yo trabajaba como panelista junto a Bernardita Ruffinelli en ese momento, y comentarios en redes sociales.

El rol de la mujer actual

– ¿Cómo ves el rol de la mujer en la música en el Chile de hoy?

– Me gusta ver que cada vez hay más mujeres en el panorama musical, no sólo como cantantes sino como autoras, mujeres que tienen mucho que decir, mucho que contar. Siento que hay apoyo entre unas y otras, y de a poco vamos abriendo puertas. Cada vez importa menos si somos lindas, feas, flacas o gordas, veo como se le está dando importancia al contenido, las letras, el nivel musical, la calidad del directo… aún nos falta terreno por conquistar para allá vamos, y para eso trabajamos.

– ¿Cómo crees que el público en general ha recibido? «Lo poco que sé», tú último disco?

– Estoy feliz con la respuesta del público, es mi primer disco y ha tenido una muy buena recepción. En septiembre llenamos el Teatro Nescafé de las Artes. Fue un lindo regalo por todo el trabajo que he dedicado a este disco, y al trabajo que realizamos con la banda… la gente disfrutó el directo, fue emocionante y divertido también, porque no puedo evitar sacar mi faceta de actriz en el escenario (ríe). A la gente le gustan mucho las letras de las canciones, y lo diferentes que son entre sí, he recibido muy lindos comentarios la verdad.

El nuevo disco

– ¿Qué nos puedes contar sobre la producción de este disco y sus videos promocionales?

– El equipo de trabajo de este disco es un lujo. Como productor musical y arreglista está Pedro Melo (director musical de Joe Vasconcellos). Pedro es de un talento y musicalidad impresionantes, además de ser un tremendo partner, que me apoya en cada paso que doy, nos entendemos muy bien. También es parte fundamental Paula Herrera, coproductora y tremenda cantante, compusimos juntas y tenemos una química musical buenísima. Es muy íntimo hacer letras, y entre nosotras no existe el pudor, nos reímos mucho, pero también nos concentramos y fluimos.
Las dos canciones que son de piano y voz y tuve el placer grabarlas con Camilo Salinas, que aparte de ser un gran músico tiene un carisma inigualable (está sacando ahora su primer disco solista). Y, por supuesto, mi amigo y compañero en Madrid, Chicoria Sánchez que participa en “Sangre Morena” en que hacemos guitarra y voz, que está dos veces en el disco… quise darme el lujo de repetirla en dúo con Chicoria. René Arangua hizo el arreglo del tango “Testigo”. Grabamos el disco en Santuario Sónico donde hay un muy ambiente, mucha buena onda, fue un proceso muy lindo y lleno de cariño.

¿Cómo fue el primer clip que lanzaron?

– Fue el single “La despedida” canción que habla sobre la sensación de vivir despidiéndose, que refleja bien lo que me pasaba cuando vivía en España. Y hoy, lanzamos el clip de “Sangre morena”, para mi gusto el corazón de este disco. Un trabajo audiovisual bien ambicioso y a la vez sencillo, basado en el juego de luces y sombras. Realizado por la cineasta Gabriela Larraín que además es mi hermana, así que todo un placer porque la encuentro seca y somos muy amigas.

– ¿Qué se viene en el futuro cercano?

– ¡Se viene segundo disco! Ya tengo muchas canciones nuevas, que siento llegó la hora de grabar, así es que espero luego ponerme a trabajar en eso. Elegir cuáles finalmente serán parte del nuevo disco y definir bien los sonidos que usaremos. Se viene un disco con fuerza y letras que me identifican mucho, creo que va a estar muy presente mi visión de la vida, también hay algunas más divertidas e irónicas.

– ¿Si pudieras definir en palabras «Lo poco que sé», que podríamos esperar de este material?

– “Lo poco que sé”, se refiere a otro tipo de saberes, esa pequeña y gran sabiduría que en esta sociedad se queda en el banquillo, los aprendizajes más cotidianos, más silenciosos, los procesos internos, lo que aprendemos de nuestros ancestros, lo que se aprende más de observar que de hablar. Lo que aprendemos de nosotros mismos y del camino que nos toca o que elegimos caminar. Esto de lo que hablo está representado sobre todo en la canción del disco que lleva el título “Lo poco que sé” que es una especie de mantra sobre como siento la vida. De todas formas todas las canciones tienen un poco de eso, un aprendizaje más para la mochila.

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