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Los conciertos astronómicos que arrasan en el Planetario de Santiago

El ciclo «Sonidos de la Tierra y el Universo», a cargo de los músicos Gorgias Romero Domic y Carlos Abello Vallejos,  presentará en esta ocasión el «Concierto Solsticio». Además de la calidad musical, los organizadores atribuyen el éxito a que «los chilenos están cada vez más sensibilizados con la astronomía y tienen una cultura astronómica un poco más profunda que otros países».


Una serie de conciertos en el Planetario de Santiago, que combinan sonidos del universo, música electrónica e imágenes 3D, está arrasando en cada presentación que realizan.

Comenzaron en septiembre, ya hubo tres y el próxima estaba programado para el 21 de diciembre, pero ya se agotó la función, por lo cual hubo que agregar una nueva para el día siguiente.

El ciclo «Sonidos de la Tierra y el Universo» presenta a los músicos Gorgias Romero Domic y Carlos Abello Vallejos,  quienes realizarán, en esta ocasión, el «Concierto Solsticio», junto a las imágenes Full Dome realizadas por Mandala Film.

«Es espectacular por la experiencia sensorial. No es sólo música viendo las estrellas, te lleva a otro estado sicológico, es muy relajante», dice Angélica Muñoz, que estuvo en el primer concierto de septiembre y que a pesar de su gusto por la astronomía (tiene un telescopio en su casa) nunca había ido al Planetario. «Fui con mi hermana y mi papá y salimos fascinados».

Sensibilidad astronómica

Los conciertos de diciembre coinciden con el solsticio de verano en nuestro hemisferio, el día más largo del año, que marca el paso de la primavera al verano.

Este trabajo artístico se inspira en los sonidos del universo captados por los radiotelescopios y los sitios de observación astronómica de Chile. Entre el 22 y 23 de septiembre hubo tres funciones del llamado «Concierto Equinoccio», que también se agotaron.

«La obra es una interpretación de las frecuencias del Universo, con atmósferas electrónicas acompañadas de los sonidos terrenales del hang drum y percusiones, junto a imágenes de los cielos del norte de Chile y el Universo en formato fulldome», adelanta la reseña de las próximas funciones, que tienen un cupo máximo de 290 personas.

Imagen Concierto Equinoccio, uno de los eventos similares realizados anteriormente en Planetario Chile

Música inspirada en ALMA

«Yo ya había trabajado con Planetario musicalizando una película y dos cortos», cuenta Romero. «Paralelamente a eso, junto a mi socio José Luis Menares, estábamos trabajando y desarrollando la plataforma ‘Cielos de Chile’ hace dos años, enfocándonos en formato fulldome, entonces al juntar los dos conceptos surgió de manera intuitiva unirlos en un espectáculo en Planetario».

Agrega que la música esta inspirada en parte por el proyecto sonidos del observatorio ALMA y los lugares de observación astronómica de Chile, así como sus paisajes y los viajes que han realizado.

La visualidad inmersiva que permite la cúpula hace que el espectador «sienta que está viajando por el universo, entrando a una nebulosa, cruzando un cometa o paseando en medio de los asteroides», explica Jacqueline Morey, directora ejecutiva del Planetario.

Ella atribuye el éxito a que «los chilenos están cada vez más sensibilizados con la astronomía y tienen una cultura astronómica un poco más profunda que otros países. Por algo tenemos cuatro Premios Nacionales en astronomía. El tema está muy en boga».

Para Romero, en tanto, es porque se trata de «una plataforma única en nuestro país, un espectáculo diferente, que invita a reflexionar y asombrarse con la tierra y el universo en un formato único. Más que un concierto es una experiencia y estamos muy contentos de mostrar este trabajo inédito en Planetario Chile».

Para el adulto joven

«Esta iniciativa surge cuando nos dimos cuenta de que había un público para el cual no teníamos una oferta, el adulto joven», explica Morey.

«Empezamos  a hacer unos conciertos íntimos, como ‘Piano bajo las estrellas’, y notamos que era muy atractivo para el público. Todo se enmarca en la astronomía. La gente disfruta un espectáculo visual y además escucha la música de los artistas invitados en cada ocasión».

En el caso de estos dos músicos, los artistas además llevan un tiempo realizando «time lapse» (técnica de cámara rápida), por lo cual tienen muchos seguidores. Los conciertos, compuestos por varias piezas, duran unos 90 minutos, y son un trabajo conjunto entre los músicos y el Planetario, que aporta en la construcción del relato visual, con imágenes de galaxias, nebulosas, agujeros negros y otros fenómenos espaciales.

«Entregamos visualidad astronómica, impactante, en 360 grados, y aprovechamos de difundir las creaciones artísticas de los músicos», agrega.

Los «conciertos planetarios» son una línea editorial que la entidad tiene hace muchos años, pero este ciclo ha sido de los más exitosos, asegura.

 

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