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Presidente de Fundación Nobel: «Unir fuerzas con el CF es una buena forma de promover la ciencia, las humanidades y la paz» Lars Heikenstein celebró convenio de cooperación con Congreso Futuro

Presidente de Fundación Nobel: «Unir fuerzas con el CF es una buena forma de promover la ciencia, las humanidades y la paz»

«Ese compromiso significa estar dispuestos a gastar dinero, crear buenos ambientes, dejar que la gente piense con libertad. Hay un vínculo entre ciencia y democracia en ese sentido», señala el economista en esta entrevista.


El economista Lars Heikenstein (Estocolmo, 1950) lo tiene claro. El presidente de la Fundación Nobel, que otorga los galardones homónimos, famosos en el mundo entero, señala que si alguna vez Chile quiere tener un premio de este tipo en ciencia, debe tener políticas de largo plazo y estar dispuesto a gastar en ello.

«Creo que está claro que aquellos países (que ganaron) tenían un compromiso con la ciencia», dice en el Congreso del Futuro, el mayor encuentro de científicos de Latinoamérica que se realiza hasta este domingo.

«Ese compromiso significa estar dispuestos a gastar dinero, crear buenos ambientes, dejar que la gente piense con libertad. Hay un vínculo entre ciencia y democracia en ese sentido», señala.

«Los países que se han preparado para estar abiertos al mundo, han tenido éxito», agrega. «Está claro que puedes mejorar tu posición, cuando ves países como Dinamarca u Holanda, que han tenido sabias políticas de investigación en los últimos 20 años, y han mejorado. En Asia hay ejemplos extremos, como Singapur, Corea del Sur y Japón. Gastaron mucho en ciencia y en el caso de Japón ganaron muchos premios Nobel».

Heikenstein participó el miércoles en la charla «Ciencia para inspirar la humanidad», junto a Peter Gluckman, asesor científico del gobierno de Nueva Zelanda,  y Virginia Garretón, directora ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio, en un debate que fue moderado por Nicolás Luco.

En América Latina hay pocos premios Nobel de Ciencia, y el último data de hace casi cuatro décadas. Argentina obtuvo dos en Medicina (1947 y 1984), México tiene uno de Química (1995) y Brasil otro de Medicina (1960), igual que Venezuela (1980).

Trabajo con Chile

La Fundación Nobel hizo noticia porque en el futuro organizará diversos evento junto al Congreso del Futuro.

«Obviamente la Fundación Nobel es conocida por el Premio Nobel, y nuestra principal tarea todos los años es cumplir la voluntad de Alfred Nobel y escoger a los laureados para los premios», comenta Heikenstein, ex gobernador del Banco Central sueco.

«Pero los últimos veinte años hemos trabajado en ampliar nuestras actividades. Somos muy activos en las redes sociales, tenemos un museo en Oslo, un sitio web, y también organizamos conferencias», señala.

«Lo hacemos con el mismo propósito que el Congreso del Futuro. Queremos educar a la gente sobre la ciencia, las humanidades y la paz. Y unir fuerzas con el Congreso el próximo año es una buena forma de promover estos valores. Es la primera vez que venimos a América Latina, así que es importante para nosotros».

La importancia de la ciencia

Heikenstein celebra la realización de eventos como el Congreso del Futuro que, dice, ayudan a difundir la ciencia al hacer que salga de los laboratorios a la calle.

«Creo que la ciencia y la comunidad científica al final siempre dependen de la sociedad. La sociedad lo acepta y lo paga, porque gran parte se paga con el dinero de los impuestos. Por eso siempre creo que es importante que la ciencia salga a la calle y hablar de por qué es buena y necesaria», explica.

«La ciencia le da esperanza a la gente y lleva a mejorar las políticas. Mejora la vida y la enriquece. Eso hay que explicarlo y creo que un congreso como éste tiene ese papel», resalta.

El debate de género en la ciencia

En un momento en que el debate de género se ha tomado el mundo, y también la ciencia, Heikenstein señala que ha habido avances, pero admite que aún falta más.

«Debo decir que hay muchas más mujeres en ciencia, al menos en Europa y Estados Unidos, de lo que solía haber», afirma.

«Soy economista de formación y cuando fui a la universidad, a principio de los 70, se graduó la segunda doctora en Economía. La primera era de 1947. Ahora creo que hay 30 por año o algo así. Entonces ha habido una gran mejora y debemos reconocer eso».

Obviamente eso no significa que no haya problemas, aunque el sueco cree que difiere por país.

«Creo que tiene que ver con cuanto la ciencia demanda de cada persona en momentos de la vida en que tendemos a tener niños. El cómo lidiamos con eso es clave, en el tema de la compensación parental, en la ayuda a padres y madres para compartir las responsabilidades de cuidar a sus hijos. Creo que las mujeres también heredan modelos, porque todos los científicos han sido hombres, así que debemos trabajar en eso para motivarlas más, tal vez», opina.

Explicando el prestigio del Nobel

Sin duda el Nobel tiene un prestigio de larga data. ¿Pero cómo lo ha logrado preservar durante todos estos años?

«Es una buena pregunta», responde. «Cuando empezó, muy pronto se convirtió en un premio importante. Creo que eso ocurrió porque era universal -hasta entonces había premios locales en Gran Bretaña o Francia- y también porque tuvo mucho dinero desde el comienzo».

Heikenstein aventura que es justo decir que a medida que ha pasado el tiempo, la retrospectiva permite decir que la mayoría de los premiados lo obtuvieron de forma merecida.

«Eso estimula el ser competente, sabes lo que tienes que hacer. Gastamos mucho esfuerzo y dinero en la selección, con consultas en todo el mundo. Es un trabajo muy serio escoger a la persona correcta y requiere integridad, ser competente e íntegro», acota.

«Con integridad me refiero, por ejemplo, a que hace algunos años tuvimos un Premio Nobel de la Paz chino. Eso significó que el gobierno chino se disgustó mucho con Noruega, porque el premio los hirió. Aún así, el chino recibió el premio. En la época del nazismo, en Alemania, cuando Hitler dijo que no debía haber premios Nobel para alemanes, igual los hubo. Con la Unión Soviética pasó lo mismo. Es una larga historia de otorgar a los premios a aquellos que realmente deben recibirlos».

Desafíos a futuro

Aún así, hoy, con el prestigio ganador, el economista tiene claro que no hay que dormirse en los laureles, y sabe que hay muchos desafíos.

«Uno, por cierto, es seguir realizando este proceso de buena manera. Eso requiere tener gente buena en el sistema, que pueda elegir. Se ha vuelto complicado, porque hoy hay ciencia en todo el mundo y se hace mucha más ciencia», dice.

«Lo otro es que no sabemos si la ciencia puede seguir siendo recompensada como lo ha sido en los últimos cien años. Vemos mucho cuestionamiento a la ciencia hoy en día, así que debemos seguir fortaleciendo la ciencia y que la gente comprenda su importancia».

Por último, no hay que olvidar los temas financieros.

«Vivimos del dinero que dejó Alfred Nobel y debemos ser buenos en invertirlo», concluye.

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