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Obra “Cuerpos que hablan”: Una mirada feminista en escena CULTURA

Obra “Cuerpos que hablan”: Una mirada feminista en escena

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Luego de un año de investigación y de presentaciones en formato “working progress”, Sanka Teatro estrenará la obra “Cuerpos que hablan”, escrita por Paola Arroyo Fernández, dramaturga feminista, y dirigida por Juan Pablo Rosales Alarcón.


La obra -cuya temporada se realizará en la Sala Tessier, ubicada en Dardignac 172, barrio Bellavista- cuenta con las interpretaciones de Leonora Hidalgo, Belén Muñoz y Madeleine Flümann. En tanto, el diseño integral está a cargo de Dana Saavedra e Isabel Ortega; el universo sonoro fue creado por Rodrigo Gallardo, y en la producción, se encuentran Paola Arroyo Fernández y Marcela Paz Moreno.

Desde 2017, la compañía ha itinerado por diversos escenarios sociales con un trabajo teatral en constante desarrollo. A partir de dichas experiencias, el equipo ha reflexionado sobre la necesidad de hacer un teatro que se proponga aportar en la transformación cultural de una sociedad cada vez más atenta a las injusticias y cuestionadora del status quo. Lo anterior, ha permitido a la compañía, integrada mayoritariamente por mujeres, establecer alianzas estratégicas con organizaciones feministas como la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres y La Morada, entre otras.

Teatro y feminismo

La dramaturga Paola Arroyo cuenta como fue el proceso creativo de la obra y como aborda el tema del feminismo en “Cuerpos que hablan”

¿Cómo nace “Cuerpos que hablan”?

La obra tiene su génesis en un trabajo anterior, en el cual ciertos roles impuestos a las mujeres no habían sido abordados y que, en esta nueva etapa, resultan fundamentales de poner en escena, como por ejemplo la relación de las mujeres con el poder. Junto con ello, este nuevo trabajo propone una hipótesis de transformación para cambiar los pilares fundamentales de la sociedad-familia, escuela e instituciones apelando a recursos no convencionales como el rescate de la infancia y el juego, junto con una verdadera autonomía de las mujeres.

¿Teatro y feminismo, son compatibles?

Más que si son o no compatibles, esta es una relación necesaria y urgente, porque todas las formas de relacionarnos y todos los espacios donde esté en juego el poder, deben ser tocados y transformados por el feminismo, que como nos dice Angela Davis, quien visitara Chile hace dos años atrás, “el feminismo es la idea radical de que las mujeres también somos personas”.

Paola Arroyo Fernández, dramaturga.
Todas las fotografías: Loreto Alejandra Rosales

¿Qué reflexiones esperan que genere esta obra?

La intención es, por medio de la obra, colaborar en la tarea de generar conciencia acerca de la urgente necesidad de erradicar todas las formas de violencia hacia las mujeres. Además, la propuesta busca abrir la posibilidad de reflexionar sobre el presente y el futuro de un planeta asolado por una profunda crisis, frente a la cual el feminismo tiene mucho que aportar.

¿Es esta una obra sólo para mujeres?

Si bien se necesitan espacios separados de la presencia masculina, resulta muy importante que tanto mujeres como hombres puedan ver esta obra, porque ella busca disputar el sentido común de una sociedad que sólo ve en las mujeres abnegación, cosificación y que le teme al levantamiento feminista que se vive en estos días. Aún son muchas personas, indistintamente del sexo y de su color político, que realmente no conocen ni comprenden la raíz de las demandas y exigencias que las estudiantes y el movimiento feminista en su conjunto viene poniendo en la agenda desde hace muchos años, y, en ese sentido, el teatro es una plataforma propicia para comunicar un tema tan relevante por estos días, e indispensable para transformar el orden imperante.

¿Es “Cuerpos que hablan” una obra política?

El teatro y la escritura, cualquiera sean sus temáticas, tienen un carácter político, en el entendido de que la política es un hacer humano que apela a la sociedad en su conjunto, a lo colectivo, a mirar las relaciones humanas, a cuestionar lo establecido, a develar los tabúes. Ahora bien, en este caso estamos hablando de una puesta en escena, con procedimientos artísticos, con un lenguaje diverso al utilizado en la arenga política, por ejemplo. Y si bien es un texto con un importante contenido discursivo -de allí el nombre de la obra-, hay toda una propuesta estética que hace de esta pieza una experiencia teatral riquísima, que sensibiliza al público, más allá de su sexo, y que deja reflexiones e interrogantes circulando en el ambiente. Y de eso se trata, de que quienes la vean se lleven algo contundente, potente, que se sume a todo este momento de transformaciones culturales y políticas que desde hace más de una década se vienen dando en Chile y el mundo.

La obra tendrá temporada en la Sala Tessier a partir del mes de Julio.

Más información en sanka.cl

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