CULTURA
“Es un momento de una complejidad muy grande. Siempre es fuerte ver que vidas de gente que uno conoce se ven afectadas. Sea del lado que sea, de las víctimas o de los que ejecutan estos abusos o quizás delitos. He estado muy observante, me ha hecho pensar muchísimo”, señaló.
En una nueva edición de “Cadena Nacional” del canal Vía X, el director y ganador del Óscar, Sebastián Lelio, conversó este miércoles junto al periodista Iván Guerrero sobre política, feminismo, sus futuros proyectos y su percepción ante las denuncias de abuso y acoso en la industria audiovisual.
“Es un momento de una complejidad muy grande. Siempre es fuerte ver que vidas de gente que uno conoce se ven afectadas. Sea del lado que sea, de las víctimas o de los que ejecutan estos abusos o quizás delitos. He estado muy observante, me ha hecho pensar muchísimo”, señaló.
Actualmente el mundo audiovisual es remecido por las denuncias de acoso y bullying, primero en contra del director de telenovelas Herval Abreu y luego de su colega Nicolás López, a los cuales varias modelos y actrices señalaron en sendos reportajes de la revista «Sábado» del diario El Mercurio.
Lelio también se refirió al cambio cultural que implica que conductas que ayer se toleraban, hoy resultan inaceptables.
«La revolución feminista es una revolución urgente que también nos acontece a los varones que remece el contrato social», dijo. «Está remeciendo y haciéndonos cuestionar la manera en la que vamos a relacionarnos de aquí en adelante. Hay prácticas que son de perogrullo condenables y que ya estaba bueno, el hombre tiene que entender que no es no».
“El abuso de poder mezclado con el abuso sexual, son evidentemente condenables por donde se les mire”.
Lelio además advirtió que tras las denuncias las carreras de los denunciados quedan en una situación difícil.
“También pasa entre hombres y hombres; entre mujeres y mujeres; y todo lo que tiene que ver con nuestro erotismo. Lo que está pasando es necesario y urgente; y al mismo tiempo hay tanta espectacularidad en el hecho de liquidar una vida de un golpe, porque claro, son carreras que o terminan o muy difícilmente van a poder remontarse», afirmó.
«Es como un fuego artificial. No estoy banalizando ni por un segundo lo que allí esta expresado, estoy diciendo: ojo, no nos quedemos en los fuegos artificiales y pensemos en lo que hay detrás. Pensemos en el gesto periodístico, pensemos en lo que queda después de que el fuego se apaga, en qué reflexión queda, qué pensamiento queda, qué nuevo contrato se establece. Y ojalá aquello que quede sea un trato más justo y más maduro, pero que no ponga en jaque el erotismo, que es lo que nos hace humanos”.
“Lo que está pasando es necesario y está saliendo lo mejor y peor de nosotros”, concluyó.
