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Javier Rebolledo, autor de «Los hijos del frío»: «Me encontré con un personaje atrapado entre las sombras de la historia nacional» CULTURA

Javier Rebolledo, autor de «Los hijos del frío»: «Me encontré con un personaje atrapado entre las sombras de la historia nacional»

Un libro sin maniqueísmos ha publicado el periodista y escritor Javier Rebolledo con «Los hijos del frío» (Planeta, 2018), centrado en la figura de Daniel Palma, un ex secretario general de las Juventudes Comunistas y líder de varios movimientos de ultraizquierda en los años 60 y 70. «Un personaje influyente, parte del aparato interno comunista y de una lógica de hacer política en momentos duros de la historia chilena, cuando los comunistas eran perseguidos por gobiernos que intentaban quitarlos del mapa», comenta el autor.


Un libro sin maniqueísmos ha publicado el periodista y escritor Javier Rebolledo con Los hijos del frío (Planeta, 2018), centrado en la figura de Daniel Palma, un ex secretario general de las Juventudes Comunistas, expulsado en los años 50 por encabezar la «línea dura» al interior del Partido Comunista, supuesto agente de la KGB en Chile, líder de varios movimientos de ultraizquierda en los 60 y 70, y quien fuera asesinado junto a máximas figuras del PC en el cuartel «Simón Bolívar» de la DINA en 1976.

El libro se llama Los hijos del frío porque todos los entrevistados, como el propio protagonista, justamente fueron afectados de una u otra forma por la Guerra Fría, por la división del mundo a través de estos dos polos irreconciliables.

En él, Rebolledo entrevista a amigos, cercanos y otros no tantos de Daniel, detractores, como también a sus hijos.

«Me encontré con un personaje atrapado entre las sombras de la historia nacional», dice. «Un personaje influyente, parte del aparato interno comunista y de una lógica de hacer política en momentos duros de la historia chilena, cuando los comunistas eran perseguidos por gobiernos que intentaban quitarlos del mapa. Primero el de Gabriel González Videla, a través de la Ley Maldita, y luego la dictadura de Augusto Pinochet, pasando por diversos episodios intermedios que daban cuenta de esa misma persecución», añade.

Misterios sin resolver

En su libro, Rebolledo trata de resolver estos misterios. ¿Había sido efectivamente expulsado? ¿Cuál fue su vínculo con la KGB? ¿Reingresó al PC tras el golpe?

Parte de lo que descubrió fue que Daniel Palma había sido el jefe del aparato militar comunista y que, por lo mismo, había sido enlace o colaborador de la KGB y, probablemente, también del GRU (inteligencia militar) soviético.

Dentro de ese cargo, Daniel había integrado una posición ubicada al extremo izquierdo del Partido Comunista, lo cual le había costado su expulsión. «Eso concluí de esta investigación, también había sido cierto», señala.

De acuerdo a la investigación de Rebolledo, posteriormente, en 1976, efectivamente había vuelto al Partido Comunista, al lado de varios de los que participaron de su expulsión, con el objetivo de hacer la resistencia a Augusto Pinochet. Específicamente su amigo, Fernando Ortiz, lo había buscado. Así, Daniel Palma, el expulsado, había vuelto a su colectividad.

«Esto fue algo que el Partido Comunista no le contó a la familia de Daniel, sino en medio del trabajo de este libro, y que dio origen a la investigación», comenta el autor.

Del traidor al homenajeado

Esta trayectoria explica por qué, aunque en el momento de su expulsión en los 50, el PC lo consideró un traidor, en el acto de homenaje realizado este año a sus mártires, el partido lo incluyó entre sus héroes.

«Fue muy hermoso ver a un teatro Caupolicán lleno a más no poder, con la foto enorme de Daniel Palma mirando hacia el público, y luego su hija Patricia en el escenario y varios de sus hijos también en el público, aplaudiendo a este hombre que había quedado marcado en la historia de Chile como parte de un grupo traidor al partido. Además, el día del homenaje coincidía con que nueve años atrás había muerto su mujer, Rosalía Keller, quien buscó incansablemente a Daniel por cielo, mar y tierra. Era algo de verdad muy especial lo que estaba sucediendo ese día de 2018 respecto de Daniel y lo que él significó», expresa Rebolledo

«La sutileza de la cuestión se encuentra evidentemente en qué tipo de héroe puede ser considerado por el partido hoy Daniel Palma. En ese aniversario lo que vi sobre el partido fue una colectividad identificada con las reivindicaciones sociales y también apuntado hacia la diversidad de todo tipo y su respeto», agrega el autor.

El caso Maturana

Uno de las curiosidades que también revela el libro es la relación de Palma con los conocidos científicos Francisco Varela y Humberto Maturana. Varela se casaría con su hija mayor, Leonor, con quien tendrían a Leonor Varela, luego una célebre actriz.

Luego de su expulsión, en 1950 o 1951, Daniel integró agrupaciones ubicadas a la izquierda del Partido Comunista, partidarias de la lucha armada en Chile como vía para llegar a la dictadura del proletariado y luego al socialismo.

«Dentro de esa labor estuvo cerca de la fundación del MIR, también de los chinos y siempre, desde el corazón, bajo la mirada de Stalin. Esto no es coincidencia. Daniel había sido un niño salitrero del norte, hijo de minero, familia horrorosamente maltratada por un Chile feroz y Stalin había sido el hombre que le dio un sentido a ese amargo dolor, el hombre que le dio conciencia y, dijeran lo que dijeran de él después la historia o sus detractores, lo amaría siempre».

En los 60, Daniel Palma «se puso de moda, por llamarlo de alguna forma, en tiempos en que jóvenes burgueses universitarios se encontraban en plena búsqueda de los valores proletarios esenciales para llevar a cabo la revolución, ubicados como un tesoro en los trabajadores y nunca en la burguesía. Existía entonces, evidentemente, un importante componente religioso en torno a la búsqueda de los héroes y salvadores, más allá de que creyeran o no en el dios de los católicos».

Entonces creó «La O» o «Ranquil», una organización que atrajo a muchos jóvenes, de forma más esporádica o más regular en el tiempo, aunque luego muchos adoptaran otras posiciones. «Es el caso de Humberto Maturana y también de Francisco Varela, quien se casó con Leonor, hija de Daniel», dice.

El aparato militar

Otro aspecto clave de Palma fue su participación en el aparato militar del PC. Este surgió, entre otros, para enfrentar la dura represión del Gobierno, especialmente a partir de la Ley Maldita. Primero debía cuidar a los manifestantes durante una marcha, luego custodiar a personalidades importantes. Palma llegó a ser el jefe del grupo, que lo marcaría para siempre.

«Determinó su forma de actuar y de ser expulsado, primero, y de luego transformarse en un detenido desaparecido», señala Rebolledo. «Parte de un momento histórico, de un mito social centrado en la revolución, que luchaba contra otro polo, representado por la derecha y apoyado por Estados Unidos», añade.

Esta historia permitió a Rebolledo entrar en algo que no conocía: la Guerra Fría en Chile, antecedente directo de la dictadura de Augusto Pinochet. Desde las matanzas y persecuciones ocurridas acá luego de la Segunda Guerra Mundial, patrocinadas en buena medida por Estados Unidos, hasta la historia internacional.

«Así fui visitando parte del universo y vida que había rodeado a mi personaje. También los abusos hasta los horrores cometidos por su líder, Josef Stalin», cuenta el autor.

Las enseñanzas de Daniel Palma

¿Qué enseñanza nos deja hoy Daniel Palma?

«La enseñanza la encontrará cada uno en cuanto al estado en que cada uno se encuentre al momento de leerlo», responde Rebolledo. «Yo estaba en tal momento de mi vida al escribirlo y me dejó muchas enseñanzas. El valor del sacrificio es una de ellas, por cierto. Pero también está el límite de aquel sacrificio y lo que ello puede significar para alguien. Tal como no creo en la sangre para obtener cambios, no creo en que a nadie se le pueda exigir un nivel de heroísmo que implique poner su vida por delante», plantea.

Para Rebolledo, además de un hijo del frío, Daniel Palma fue un padre y un hombre de carne y hueso, dentro de una historia que tenía un guión previamente establecido.

«De acuerdo o no con él, aquello es inapelable. Un guión que destilaba sangre y el dolor de la gente que había nacido en las mismas condiciones que él. Desde ese punto de vista, para mí el aprendizaje es siempre que, si no quieres una respuesta extrema, como un Daniel Palma que creyó en la vía violenta y que se puede demonizar ridículamente al mencionarlo al lado de la KGB, entonces no tienes que, como país, generar condiciones extremas. Si no, el resultado, cuando sea que suceda, va a ser inapelable también», enfatiza.

«Este es un aprendizaje para mí y que espero que buena parte de la clase política y, sobre todo los señores a cargo del poder, entiendan», advierte. «Aunque vaya en contra de sus billeteras católicas, deben comprender que el cocodrilo del bolsillo los puede llevar a la violencia social», afirma.

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