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La Horda y su nuevo videoclip “Sangre Fría”: La Bandera es una mortaja


Cuánta rabia da el país que levantamos a diario. Enoja en muchas de sus partes, en sus gobernantes y sus malos chistes diplomáticos, enoja en esos ciudadanos convencidos que un litigio con un país hermano está a la altura de un partido de la Copa América, indigna cuando después de tantos años aún siguen campantes como si nada asesinos y culpables de tanto horror en dictadura.

Trajinando entre fotocopias viejas me encontré hace poco con el libro La Bandera de Chile de la poeta Elvira Hernández. Recorrer nuevamente toda esa potencia, esa vividez y valentía en fustigazos como “A la Bandera de Chile la tiran por la ventana/ la ponen para lágrimas en televisión/ clavada en la parte más alta de un Empire Chilean / en el mástil centro del Estadio Nacional”, parecen la mejor interpelación a tanto mal hábito como el olvido o la desidia que nos van habitando con el paso del tiempo.

[cita tipo=»destaque»]La narración visual se sitúa en el escenario de un teatro, un fondo negro y un todo teñido con filtros rojos. Los músicos dispuestos en pequeñas plataformas mientras un hombre y una bandera chilena proponen un diálogo que gira entre la ira, el dolor, el delirio, el amor. Felipe Zambrano, actor que protagoniza este clip, sostiene sólido este correlato mostrándose de rodillas como esas imágenes de detenidos en los años oscuros, luego bailando una cueca sola mientras agita la bandera, maldiciéndola con azotes al suelo, usándola como las mortajas que visten la muerte.[/cita]

Calentar la sangre

Este 2018 se cumplen 10 años de existencia del grupo nacional La Horda. Alfredo Rossel, Caito Venegas y Matías Astudillo componen este trío que con cuatro discos en el cuerpo e inquietud compositiva desde la trinchera del pop y el rock, lanzaron hace algunas semanas el videoclip de “Sangre Fría”, single que abre la trilogía audiovisual “Abrazar” que será parte de su próximo trabajo.

Abordar “Sangre Fría” desde cualquiera de sus partes es una invitación a conmoverse, partiendo por su relato sonoro que avanza como un blues cansino que va ahondando en dramatismo con la presencia del teclado de Andrés Célis, la suma de bellas armonías vocales y la insistente cita a una marcha milica a través de ese motivo rítmico tan característico en ellas. Conmueve cómo esta canción se agiganta en su recorrido, cómo se convierte en clamor, en urgencia que recuerda nuestra historia pendiente para luego cerrar con el eco de campanas coronando esta experiencia.

La narración visual se sitúa en el escenario de un teatro, un fondo negro y un todo teñido con filtros rojos. Los músicos dispuestos en pequeñas plataformas mientras un hombre y una bandera chilena proponen un diálogo que gira entre la ira, el dolor, el delirio, el amor. Felipe Zambrano, actor que protagoniza este clip, sostiene sólido este correlato mostrándose de rodillas como esas imágenes de detenidos en los años oscuros, luego bailando una cueca sola mientras agita la bandera, maldiciéndola con azotes al suelo, usándola como las mortajas que visten la muerte. Todo lo anterior puesto al límite con imágenes de archivo rescatadas de esos 17 años -pacos golpeando, milicos golpeando, Bolocco señorita universo, Carmen Gloria Quintana con su rostro quemado- como para que no quede duda de que seguimos lejos de la justicia y de sanarnos de verdad.

La lírica de Pedro Ayala va discurriendo cruda, recordándonos pedacitos del horror de aquellos tiempos. El músico invitado en esta pieza, Ismael Oddó, canta claro Oímos los disparos / Y contra la pared / Al pueblo amenazado / Y giran también / No es culpa del sol / Que hoy no puedas dormir”, y cuánta verdad hay ahí en las razones de porqué este Chile 2018 sigue insomne, porque el sueño conciliador se consigue mirando la historia de frente, desnuda, sin dobleces, preguntándole a la cara a los responsables “A quién querían callar”.

La Bandera tiene algo de señuelo que resiste

La bandera sigue flameando allá arriba con su estrella-ojo, atenta a nuestros movimientos. Suspicaz duda del suicidio del joven pescador Alejandro Castro; tirita de susto con Bolsonaro y tanto vecino brasileño cegado entre sus discursos; ríe escandalosa viendo las selfies que el oficialismo de ralea pinochetista se sacaba celebrando los treinta años del NO.

Y así como la poeta Hérnandez allá por los ochenta sostuvo que “La Bandera de Chile es usada de mordaza” pero que también habitan señuelos en ella mostrando la resistencia, del mismo modo La Horda y su “Sangre Fría” continúan un pedacito de esa ruta, el más terrible, ese que nos recuerda cuando ELLOS con este paño tricolor vistieron tantos gritos y tanta muerte.

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Ficha Técnica “Sangre Fría”

Alfredo Rockel: Voz y guitarras.

Caito Venegas: Bajo y voz.

Matias Astudillo: Guitarras y coros.

Letra: Pedro Ayala.

Música: Augusto Montaña, Alfredo Rossel, Caito Venegas, Matias Astudillo.

Andrés Celis: Producción musical, teclados y coros.

Misha Celis: Producción musical.

Mario Siperman: Mastering. El Loto Azul. Buenos Aires, Argentina.

Actor: Felipe Zambrano.

Dirección: Óscar Olivares.

Producción Ejecutiva: Francisco Bruzzone.

Fotografía: Razativa Roots.

Asistencia de Dirección: Felipe Montenegro.

Montaje: Óscar Olivares.

Post producción FX: Rory Rodriguez.

Fotografía fija: Carla Flores.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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