Publicidad
Gustavo Munizaga Concha: Doctor y Poeta del Coronavirus CULTURA|OPINIÓN

Gustavo Munizaga Concha: Doctor y Poeta del Coronavirus

Pia Leighton
Por : Pia Leighton Doctorada en literatura en la Universidad de Nueva York
Ver Más

Escribo desde el estado de Nueva York, epicentro del Coronavirus, no para narrar la espantosa situación local, sino para compartir un poema que hoy llegó a mis manos. Después de leerlo, sentí que no había sido escrito sólo para las redes familiares sino para ser leído por el mundo entero.


El Dr. Gustavo Adolfo Munizaga Concha nació en Chile y vivió la mayor parte de su vida en Manta, Ecuador, donde murió debido a complicaciones del virus a los 74 años. Traumatólogo y poeta, es descrito por uno de sus pacientes como alguien que “devolvía movilidad a los huesos quebrantados, los llantos se convertían en alegrías, y las familias danzaban nuevamente con la oración de gratitud”. Entre tantos seres humanos que cada día se van sin hacer ni ruido, tantas despedidas a la distancia, y otros que no alcanzan ni siquiera a despedirse, un mensaje como el suyo es hoy más que nunca, un regalo para tod@s:

CORONAVIRUS

Hay un ambiente como de alboroto,

mundialmente hablando.

Pero no todo es malo.

El virus ha sido nada menos

que el causante de un intento

de volvernos a encontrar y entendernos.

Los nexos familiares se estrechan,

ahora estamos todos reunidos,

dialogando alrededor de la mesa hogareña,

hasta volvemos a contar cuentos a nuestros niños,

la Caperucita roja, decimos, está perdida en el bosque

y debemos encontrarla.

Es heroica la labor de este virus.

Los Gobiernos en sus discursos al momento,

se acuerdan de los ancianos, de los desvalidos,

de la gente en miseria.

Figúrense que hasta se está aumentando la capacidad

de atención en los hospitales, hasta ayer la reducían.

Tendremos Terapias intensivas con mayor

capacidad de camas.

Bill Gates, el sabio, nos advirtió hace años,

que más grave que el núcleo atómico, debíamos en el futuro

aprender a defendernos de un nuevo monstruo llamado virus.

Hoy este virus nunca tomado en cuenta,

está haciendo milagros.

Se detiene la carrera enloquecida, de las masas humanas en la calle

Debiendo cumplir con determinados horarios y compromisos de trabajo.

Por fin podremos conocer el mundo,

haciendo turismo virtual,

Sin necesidad de movernos de la casa.

Blanca Nieves, no comas la manzana que te brindan los hombres…cuidado.

2.

No tengas tanto miedo, siempre hubo los mismos riesgos que hoy,

Pero las autoridades no hacían eco de las devastadoras consecuencias de

la desigualdad de género,

de cultura y mala distribución de la riqueza.

Frente a este presente bubónico,

deseo llevarlos a la reflexión:

Encontremos mejor juntos la cura

para vivir en un mundo más pacífico

con menos odios,

con menos ambiciones al pretender crucificarnos

aceptando una sociedad de consumo

que sirve a los intereses de unos pocos

y de unas pocas marcas.

Menos armas. 

Más amor.

Demos una tregua al cuerpo,

alimentos más sanos, más orgánicos,

no contaminemos el planeta,

disfrutar más de la naturaleza

sin destruirla,

respiremos profundamente, sintiendo

cómo se expanden nuestros pulmones

con aire oxigenado

desde la montaña o el mar,

alcalinicemos nuestros cuerpos y nuestras mentes,

rebajemos mas bien el poder de la mente ególatra.

Esto lo lograremos con una introspección

que se alcanza meditando.

Ejercita tu mente en blanco,

cada día más tiempo. Esto mejora tus defensas 

y no te olvides que en muchas ocasiones

tu cuerpo te ha dado muestras de saber defenderte.

3.

Siéntete parte de la unidad,

es decir del amor,

sin exigir reciprocidad.

Hazlo desinteresadamente,

Sin juzgar, sin orgullo, sin codicia…

Hazlo.

La duda alienta la confianza.

El ruiseñor pudo convertir la rosa blanca en pétalos rojos, desangrando su

corazón.

Gustavo Munizaga Concha

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias