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Escritor Omar Saavedra Santis y proceso constituyente: «Hay que poner al ser humano en el centro, algo que no puede hacer el mercado» CULTURA

Escritor Omar Saavedra Santis y proceso constituyente: «Hay que poner al ser humano en el centro, algo que no puede hacer el mercado»

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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«Esa tarea no es ni ha sido nunca incumbencia de la derecha. Tal responsabilidad recae en un progresismo real, sin anteojeras ni dogmas. Difícil, pero no imposible», afirmó el autor. También señaló que le gustaría ver a alguien como el autor francés Víctor Hugo (1802-1885) en la Convención Constitucional en representación del gremio.


El escritor Omar Saavedra Santis (Valparaíso, 1944) votará por el Apruebo y Convención Constituyente en el plebiscito del 25 de octubre y confidenció que le gustaría ver a alguien como el autor francés Víctor Hugo (1802-1885) en la asamblea.

Aunque desconoce si existe alguna instancia orgánica específica que se ocupe de coordinar una voz común de los escritores chilenos frente al plebiscito, Saavedra Santis está seguro que muchos de ellos se han pronunciado y se pronuncian de manera permanente en los medios y redes sociales sobre el proceso constituyente. «No hay dudas que los escritores, sean o no miembros de la SECH o alguna otra agrupación, se pronuncian de manera abrumadora por el Apruebo y la Convención Constituyente», afirmó.

En su caso, lo hará «para ejercer mi derecho a la esperanza por un futuro más humano y solidario. Una esperanza que Rosa Luxemburgo ya expresó hace más de cien años: ‘Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres'».

[cita tipo=»destaque»]“Quiero ardiente y apasionadamente el pan del obrero, el pan del trabajador, que es un hermano, quiero, además del pan de la vida, el pan del pensamiento, que es también el pan de la vida. Quiero multiplicar el pan del espíritu como el pan del cuerpo», dijo Víctor Hugo, y concluyó: “Habría que multiplicar las escuelas, las cátedras, las bibliotecas, los museos, los teatros, las librerías. Habría que multiplicar las casas de estudio para los niños, las salas de lectura para los hombres, todos los establecimientos, todos los refugios donde se medita, donde se instruye, donde uno se recoge, donde uno aprende alguna cosa, donde uno se hace mejor; en una palabra, habría que hacer que penetre por todos lados la luz en el espíritu del pueblo, pues son las tinieblas lo que lo pierden”.[/cita]

La actual Constitución de 1980 reza que «corresponderá al Estado fomentar (…) la creación artística y la protección e incremento del patrimonio cultural de la nación». En ese sentido, Saavedra Santis espera que haya consenso para la redacción de un párrafo donde se exprese de modo taxativo la voluntad del Estado chileno por fomentar, desarrollar y proteger «nuestro ser y quehacer cultural».

«Sin embargo, hay que buscar los mecanismos efectivos para que tal voluntad se haga realidad y no termine convertida en papel mojado de la misma maculatura actual», advirtió.

El humano en el centro

En cuanto al trato que debe brindar la nueva Constitución para los artistas y en especial los escritores, no cree que su gremio deba exigir un trato diferente al de los que se afanan en las otras actividades humanas que se ejercen en pos del mayor beneficio y bienestar colectivo y satisfacción personal. Esto es, asegurar condiciones dignas para el ejercicio de tales oficios.

En ese sentido, cree que la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) debería cumplir el mismo papel que todas las otras organizaciones y agrupaciones culturales existentes en el país: «Poner al ser humano en el centro de cualquier proyecto político de desarrollo. Algo que no puede hacer el mercado ni el mercantilismo. Por tanto, esa tarea no es ni ha sido nunca incumbencia de la derecha. Tal responsabilidad recae en un progresismo real, sin anteojeras ni dogmas. Difícil, pero no imposible», afirmó.

Como asambleísta constituyente, Saavedra expresó su preferencia por alguien como Víctor Hugo. «No le vendría mal a la Convención Constituyente escuchar lo que el autor de ‘Los Miserables’ dijo ante la Asamblea Constituyente el 10 de noviembre de 1848 en París», afirmó, al recoger las citas que el filósofo italiano Nuccio Ordine consigna en su libro La utilidad de lo inútil (Editorial Acantilado, 2014).

Allí el galo dijo que “un artista, un poeta, un escritor célebre trabaja toda la vida, trabaja sin pensar en enriquecerse, muere y deja a su país mucha gloria con la sola condición de que se proporcione a su viuda e hijos un poco de pan».

“Quiero ardiente y apasionadamente el pan del obrero, el pan del trabajador, que es un hermano, quiero, además del pan de la vida, el pan del pensamiento, que es también el pan de la vida. Quiero multiplicar el pan del espíritu como el pan del cuerpo», dijo Víctor Hugo, y concluyó: “Habría que multiplicar las escuelas, las cátedras, las bibliotecas, los museos, los teatros, las librerías. Habría que multiplicar las casas de estudio para los niños, las salas de lectura para los hombres, todos los establecimientos, todos los refugios donde se medita, donde se instruye, donde uno se recoge, donde uno aprende alguna cosa, donde uno se hace mejor; en una palabra, habría que hacer que penetre por todos lados la luz en el espíritu del pueblo, pues son las tinieblas lo que lo pierden”.

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