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A semanas de la COP26, científica chilena pide subir estándares medioambientales en Constitución: “Tenemos que aprovechar esta oportunidad única» CULTURA|CIENCIA

A semanas de la COP26, científica chilena pide subir estándares medioambientales en Constitución: “Tenemos que aprovechar esta oportunidad única»

“Hace 30 años, cuando yo era chica, el tema no era prioridad, pero ahora nos está explotando en la cara», advirtió la bióloga Marcela Márquez, investigadora del Centro de Humedales Río Cruces de la Universidad Austral de Chile. «Nos estamos quedando sin agua, tenemos un montón de zonas de sacrificio y lugares donde hay mucho conflicto por el tema ambiental, entonces, ya no es un tema tangencial o alternativo sino que está permeando todo, porque estamos llegando a un punto en que afectamos tanto el medioambiente, que nos está afectando de vuelta en todas las otras aristas”. La próxima cumbre del Clima se realizará desde el 31 de octubre al 12 de noviembre, en Glasgow, Escocia.


A pocas semanas de la COP26, y poco antes del revuelo causado por los «Piñera Papers» y el caso Dominga, una científica chilena pidió subir los estándares medioambientales en la nueva Constitución.

“Tenemos que aprovechar esta oportunidad única» en la Convención Constitucional, expresó la bióloga y doctora en estudios interdisciplinarios de la Universidad de Florida, Estados Unidos, Marcela Márquez, investigadora del Centro de Humedales Río Cruces de la Universidad Austral de Chile, quien se ha especializado en dimensiones humanas de la conservación.

La próxima cumbre del Clima (COP26) se realizará desde el 31 de octubre al 12 de noviembre, en Glasgow, Escocia.

“La situación que estamos viviendo y que nos reveló el informe de la IPCC puede ser analizada desde diversas perspectivas, sin embargo, hay un hecho ineludible: somos los causantes de esta tragedia y, como tales, debemos tomar las acciones necesarias y urgentes para revertirla”, señaló.

El último Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático –que es el principal organismo mundial de especialistas en clima– publicado hace unas semanas, concluyó que la actividad humana es “inequívocamente” responsable del cambio climático de la Tierra en formas “sin precedentes” en miles o cientos de miles de años, considerando algunos cambios incluso “irreversibles”, debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

“En Chile en particular, tenemos una serie de oportunidades a mano: primero, aprovechar la oportunidad única que estamos viviendo del proceso constituyente para generar una Constitución socioecológica que marque una diferencia y suba el estándar en materia medioambiental en todo ámbito. En segundo lugar, avanzar en materias que tenemos pendientes desde hace rato, como la firma del Acuerdo de Escazú o la aprobación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas”, enfatizó.

¿Constitución socioecológica?

Se habla de Constitución socioecológica con el objetivo de reconocer que el sistema ecológico y el sistema social y político están entrelazados y es imposible disociar el uno del otro, dijo. “Debemos reconocer que el ser humano es parte de la naturaleza, no es posible disociarlos”, explicó Márquez.

La doctora en ecología propone que lo primero que se debiese consignar en la Carta Fundamental en materia medioambiental, es el reconocimiento indisoluble entre las personas y la naturaleza.

“Esto debiera ser el encabezado. Reconocer que somos parte de la naturaleza es el paso más importante. Luego, vienen los derechos asociados al agua, de protección de la naturaleza, acceso a la justicia ambiental y otros”, puntualizó.

Cambio de párrafo

El artículo 8°, inciso 19, es la única referencia al medioambiente que consigna la actual Constitución. Para la investigadora del CEHUM de la U. Austral e integrante de la red de Constitucionalismo ecológico, es absolutamente insuficiente y es necesario explicitar y expandir ese artículo.

Actualmente la Carga Magna señala “el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza”.

Ella propone que en la nueva Constitución debería se consignar “el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación, degradación, deterioro y abandono. Es deber del Estado velar por que ningún segmento de la población, independiente de su color, género, origen, nacionalidad o ingreso económico sufra condiciones ambientales o sanitarias adversas en forma desproporcionada”.

Intersección

Es necesario también, señaló la experta, que no solo se amplíe el articulo 8° en materia medioambiental sino que también el tema pueda intersectarse con otros aspectos de la Constitución.

“No sacamos nada con decir ‘el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación’ si no hay autonomía de los territorios, y ahí el tema de la descentralización es clave para que cada territorio pueda autosustentarse. Si todas las decisiones se toman a nivel central, como si el resto del país no existiera, como en el tema de la carretera hídrica ,por ejemplo, que es una política a nivel nacional en que quieren mover agua de un lado a otro, pero para quién es esa agua, por qué, nadie sabe. Si cada región se manejara de forma más autónoma, se podrían buscar formas de autosustentarse y no tener que estar moviendo agua o energía de un lado a otro, pasando a llevar no solo al medioambiente sino también a las personas”, subrayó.

Para la científica, son tantas las necesidades de cambio que hay en Chile , que muchas veces el tema medioambiental queda en segundo plano frente a temas como la salud, vivienda, educación o derechos humanos. Pero, según el citado informe, el tiempo se acabó y ya no es algo que está lejos, dijo.

“Hace 30 años, cuando yo era chica, el tema no era prioridad, pero ahora nos está explotando en la cara. Nos estamos quedando sin agua, tenemos un montón de zonas de sacrificio y lugares donde hay mucho conflicto por el tema ambiental, entonces, ya no es un tema tangencial o alternativo sino que está permeando todo, porque estamos llegando a un punto en que afectamos tanto el medioambiente, que nos está afectando de vuelta en todas las otras aristas”.

“Y esto es porque vemos al hombre como si estuviera aparte de la naturaleza y no es así. Tomamos agua, necesitamos la comida que la tierra nos da, necesitamos respirar el oxígeno que nos dan los árboles, entonces, no podemos arrasar con todo porque, si no, estamos arrasando contra nosotros mismos. Por eso de habla de sistema socioecológico. No estamos fuera, estamos dentro y siempre se ve muy separada la persona de la naturaleza, como dos sistemas independientes”, expresó.

Acción colectiva

Las recurrentes cumbres y conferencias mundiales han manifestado por décadas que la situación ambiental está desbordada y establecen acuerdos y tratados que claman por la preservación ambiental, pero para muchos parece seguir lo mismo o incluso peor. La pregunta es si las conferencias y tratados interpelan al poder económico mundial y logran transformar el paradigma de producción donde el medioambiente paga el costo, avanzando hacia uno donde el medioambiente gobierne lo económico y no al revés, explicó.

La investigadora del Centro de Humedales de la U. Austral opina que “las cumbres mundiales sobre medioambiente son a nivel de políticos y gobiernos, pero tenemos que trabajar a distintos niveles: global, nacional, regional, local y desde donde se genera el conocimiento, en la academia, y donde se ejecutan y toman las decisiones, en la práctica”.

Para la especialista, la clave va más allá de tomar acciones individuales para intentar reducir el impacto sobre el planeta. Es urgente avanzar en procesos de colaboración y acción colectiva para reparar los daños derivados del cambio ambiental global, enfatizó.

“Lo de acción colectiva se refiere a que el problema es tan complejo que no es posible abordarlo individualmente o una organización por sí sola. Hoy necesariamente la colaboración es esencial para enfrentar en conjunto la crisis ambiental”, agregó.

Trayectorias sustentables

Por otra parte, Márquez destacó que existe otro gran desafío, que es promover procesos de transformación de sistemas socioecológicos para encaminarnos hacia trayectorias más sustentables.

“La mitigación y la adaptación a los efectos del cambio climático se quedan cortos con los cambios fundamentales que hay que abordar para enfrentar esta crisis climática y la pérdida de la biodiversidad”, apuntó.

Asimismo, dijo que hoy se escucha en el discurso de los políticos “que hablan de transformar, que es mucho más allá que adaptarse. Hay que reestructurar todo. Hoy necesitamos cambios fundamentales que es mucho más que mitigar o adaptar. Transformar los sistemas socioecológicos es fundamental para combatir los efectos del cambio climático”.

Sobre el cómo lograr salir de la crisis ambiental actual, Marcela Márquez indicó no tener la solución mágica, “la esperanza está en el diálogo, el cómo logramos entendernos y escucharnos el uno al otro para poder salir de esta».

«Un dialogo a todos los niveles. En el mundo académico, por ejemplo, los biólogos andan en carriles separados de los sociólogos. Hay que aprender a escucharnos y comenzar a entender cómo nos relacionamos entre nosotros mismos y la naturaleza. La solución no es una, son múltiples, y nosotros en Chile tenemos la oportunidad de cambiar a través de la Constitución”, concluyó.

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