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Varamientos de carbón y derrames de petróleo: la injusticia negra de la bahía de Quintero PAÍS

Varamientos de carbón y derrames de petróleo: la injusticia negra de la bahía de Quintero

Debido a la persistente contaminación a la que son expuestos los habitantes de Quintero y Puchuncaví, los pescadores acusan falta de acceso a la justicia, debido a los continuos varamientos de carbón en las playas que llevan más de 7 años, además de los frecuentes derrames de hidrocarburos y la indiferencia ante las intoxicaciones masivas, en que tras cuatro años todavía no hay respuestas por parte de las autoridades. El consejero regional de Valparaíso, Carlos Vega, con pesar señaló: «Hoy día estamos con derrame de hidrocarburos y así sucesivamente con episodios críticos en esta bahía. Tenemos que tener responsabilidad con los procesos industriales, la bahía no estuvo contaminada anteriormente. Entonces, les pedimos exclusivamente que hoy día se hagan responsables por eso, no queremos nunca más varamientos de carbón en la playa Ventanas». Ante esta situación es que, desde la primera semana de diciembre, los pescadores artesanales de la bahía de Quintero y Puchuncaví se movilizan 24 horas sobre el mar e impiden el ingreso y la salida de barcos del sector industrial, esperando ser escuchados en medio de una injusticia ambiental que se arrastra desde hace más de cincuenta años.


El día 22 de diciembre, durante la madrugada, ocurrió un nuevo derrame de hidrocarburos al mar, proveniente de una tubería en desuso de la empresa Puerto Ventanas S.A. El evento ocurrió entre Ventanas y la playa denominada “El Bato”, en la Región de Valparaíso,  en donde la mancha oleosa se esparció hacia al sur a medida que avanzaban las horas.

«En la fecha de hoy día, en diciembre de 2021, me parece impresentable que sigan ocurriendo varamientos de carbón en la playa de Ventanas. Creemos que la responsabilidad de estos casos debe ser de alguna manera finalizada. Es excesivo, cómo es posible que no hayamos tenido ninguna responsabilidad con el medioambiente», comentó el consejero regional de Valparaíso, Carlos Vega.

Históricamente, la bahía ha sido impactada por la actividad del cordón industrial, lo que ha afectado directamente la actividad económica de pescadores artesanales y de otras ramas económicas de la zona. Estos impactos ambientales se han intensificado en los últimos años, con eventos que incluyen derrames de hidrocarburos en el océano y varamientos de carbón casi diarios en la playa. Mientras la autoridad marítima ha sindicado a AES Gener (hoy AES Andes) y a Puerto Ventanas como los responsables de los varamientos de carbón, los derrames más impactantes pertenecen a ENAP.

Paralizaciones de los sindicatos

Los pescadores acusan falta de justicia, ya que, a pesar de los múltiples juicios por la contaminación sufrida, las empresas involucradas no han reparado el daño causado y se han beneficiado de prolongados procesos que han durado más de 7 años.

«Hoy día estamos con derrame de hidrocarburos y así sucesivamente con episodios críticos en esta bahía. Tenemos que tener responsabilidad con los procesos industriales, la bahía no estuvo contaminada anteriormente. Entonces, les pedimos exclusivamente que hoy día se hagan responsables por eso, no queremos nunca más varamientos de carbón en la playa Ventanas», señalan.

Desde la primera semana de diciembre, los pescadores artesanales de la bahía de Quintero y Puchuncaví se movilizan 24 horas sobre el mar, impiden el ingreso y la salida de barcos del sector industrial, esperando ser escuchados en medio de una injusticia ambiental que se arrastra desde hace más de cincuenta años.

Son diez sindicatos de pescadores que se han ido sumando con el transcurso de los días. No se descarta que nuevos sindicatos se plieguen a la demanda por justicia. Entre los protagonistas están los sindicatos de Ventanas, de Horcón, el 24 de Septiembre, Sindicato Papagayo, Embarcadero, El Manzano, Loncura, Maitencillo, Por la Razón o la Fuerza, y Sindicato 5 de Septiembre.

Procesos legales pendientes

La Corte de Apelaciones de Valparaíso, en mayo de este año, ordenó la paralización de los desembarques de carbón, debido a los constantes eventos de este tipo denunciados por la comunidad y que ya se han convertido en un hecho públicamente conocido. Sin embargo, a la fecha, la bahía sufre 15 días consecutivos de varamientos. Por otro lado, existe una querella criminal en contra de quien resulte responsable por estos hechos, que lleva más de dos años en investigación sin avances sustanciales.

Desde la organización Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero-Puchuncaví en Resistencia, denuncian en sus redes sociales, junto con imágenes, cada vez que ocurre un varamiento en la playa de Ventanas.

El lunes 20 de diciembre de este año publicaron: «Y nuevamente, la playa de Ventanas en Puchuncaví, amanece con carbón y mas carbón! Necesitamos con urgencia el cierre de estas termoeléctricas a carbón de AES-GENER o ANDES, que se hagan cargo de sus pasivos ambientales, mitigación y recuperación de nuestros territorios. Basta de tanto abuso!».

El derrame del 22 de diciembre se trataría de combustible tipo IFO (Intermediate Fuel Oil) y la mancha oleosa habría alcanzado una extensión de entre 2 y 5 kilómetros a la redonda. Todo lo anterior motiva la interposición de la acción legal. Desde la organización Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero-Puchuncaví en Resistencia, subieron a sus redes sociales un video el mismo día del derrame, donde se puede observar el combustible en el mar. Igualmente, los sucesivos derrames de hidrocarburos en la bahía han generado masivas demandas en juicios que llevan más de 7 años, sin obtener soluciones compensatorias ni reparatorias.

Pese a que dos comisiones investigativas de la Cámara de Diputadas y Diputados y la Corte Suprema –que surgen tras las intoxicaciones masivas de 2018– han sostenido reiteradamente el estado de vulneración de derechos en que se encuentra la zona, las empresas involucradas en estos eventos operan bajo condiciones muy similares a la de la fecha de su instalación.

Los pescadores han visto mermada su fuente de trabajo y, producto de la degradación ambiental, también su propia salud y la de sus familiares. Es por ello que anuncian que seguirán movilizados a la espera de que la justicia otorgue una respuesta equivalente al daño causado en todos estos años.

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