CULTURA
“Relámpago y humo” (1939), Paul Klee
En julio de 1937 se inauguró en Alemania la Entartete Kunst (Arte degenerado), una exposición que señalaba las obras que no respondían a la idea del arte del régimen nazi. Uno de los artistas incluidos en esa muestra fue el Paul Klee. El compromiso de Klee con su arte y su sensibilidad con los hechos históricos de los que fue testigo lo convierten en uno de los referentes más importantes del arte moderno de la primera mitad del siglo XX. Actualmente, en el Centro Cultural La Moneda se puede revisar parte importante del trabajo de este artista en la exposición “Paul Klee en Chile”. A través de dibujos, pinturas, acuarelas, títeres, fotografías, documentos y herramientas de su taller, la muestra, realizada en conjunto con Zentrum Paul Klee de Berna, exhibe no solo su faceta como artista, sino que también el lado más humano e íntimo.
La exposición “Paul Klee en Chile” incluye 107 elementos entre obras, notas de clase, títeres, dibujos, pinturas, acuarelas, fotografías, documentos y herramientas del taller de Paul Klee, revelando aspectos nuevos y desconocidos de su personalidad y trabajo, que permite presentar al artista que experimentó contextos históricos como la Primera Guerra Mundial, el ascenso del nazismo y la censura.
“Podemos considerar a Paul Klee un maestro por su capacidad para tocar temas complejos y hacerlos universales”, afirma la directora del CCLM, Beatriz Bustos Oyanedel, al referirse a una de las secciones de la exposición llamada 1933, que muestra cómo Paul Klee utilizó el dibujo para dar cuenta y dejar testimonio de las violaciones a los derechos humanos llevadas a cabo sistemáticamente previo a la Primera Guerra Mundial y que lo llevó a emigrar desde Alemania a Suiza.
“Estos asuntos nos permiten establecer un vínculo con nuestro contexto histórico, reforzando el compromiso que tenemos en CCLM con la reflexión y los derechos humanos, que es uno de nuestros lineamientos curatoriales”, explica.
“Bailes causados por el miedo” (1938), Paul Klee
Una de las fuentes de inspiración y de creación de Paul Klee fue la naturaleza. Desde muy joven buscó copiar el entorno natural, pero luego comenzó a estudiar y analizar el crecimiento de la naturaleza.
“Él siempre dijo que el trabajo artístico debe crecer como plantas; no están solamente ahí, sino que se convierten, se transforman. Para Klee, el proceso era más importante que el resultado. Él creaba su arte pensando en el crecimiento, en lugar de solo plasmar algo específico”, señala Fabienne Eggelhöfer, jefa y directora de Colección, Exposiciones e Investigación del Zentrum Paul Klee en Berna.
La exposición incluye trabajos realizados desde la infancia y adolescencia del artista, como también sus primeras aproximaciones al paisaje y la figura humana desde el dibujo y la acuarela. La curatoría de la muestra permite entender el interés de Klee en la naturaleza, y cómo su trabajo avanza de una obra naturalista y realista a una abstracción inspirada en sus investigaciones y una profunda y sensible observación del mundo que habitaba.
“Isla de San Pedro” (1898), Paul Klee
La exposición permite reconocer a Klee como un artista profundamente conectado con sus tiempos, muy estudioso y que fue fundamental en fomentar el aprendizaje de los procesos en torno al dibujo, las técnicas pictóricas y la teoría del color. Paul Klee fue profesor de la Bauhaus y uno de los protagonistas de la vanguardia alemana, ya que Wassily Kandinsky le presentó a Franz Marc y a los artistas del Jinete Azul (Der Blaue Reiter), entre otros, vinculándolo así con la escena artística progresista.
“Funambulista” (1923) Paul Klee
Sus vinculaciones con la vanguardia alemana le permitieron desarrollar una obra que se acercaba cada vez más a la abstracción, pero siempre se mantuvo fiel a sí mismo y, principalmente, desde el dibujo, comenzó a desarrollar una obra que no renunciaba a buscar inspiración en la naturaleza.
A principio de los años 30 comienza un periodo difícil para Paul Klee, trabajando en Alemania y con un régimen nazi en crecimiento, su obra es considerada peligrosa ya que se encuentra fuera de los cánones del arte tradicional.
Durante el año 1933, el artista crea una colección de dibujos políticos que dan cuenta de uno de los periodos históricos más brutales de Alemania. Algunas de estas obras forman parte de la muestra en el CCLM. La selección de dibujos a lápiz y tinta retratan con simpleza y sensibilidad la demagogia, el militarismo, el autoritarismo artístico, el racismo y la persecución del nacional socialismo.
“Acusación en la calle” (1933) Paul Klee
“Persecución” (1932) Paul Klee
Dos años lleva trabajando Centro Cultural La Moneda (CCLM) con el Zentrum Paul Klee en Berna. La institución suiza alberga la mayor colección de obras del artista, y junto al Centro han preparado esta exposición que trae por primera vez una colección de objetos y obras de este maestro del arte moderno a Chile.
Desde el CCLM detallan que esta exposición permitirá ampliar la mirada sobre el artista y la propuesta de Aprendizajes, que incluye materiales didácticos, talleres y recorridos que configuran un aporte a la difusión de la creación de Paul Klee, sus técnicas, conocimientos y visión de su entorno.
“Esta exposición nos desafiará a poner en duda lo ya aprendido. La curaduría es un aporte a la academia y al aprendizaje, ya que no solo sabremos más sobre Paul Klee y la historia del arte, sino que además constataremos que las historias son asuntos plurales de sentido”, expresa Beatriz Bustos Oyanedel.
La exposición estará abierta desde el 12 de abril hasta el 31 de julio y las personas podrán asistir de martes a domingo entre las 10:00 y las 18:30 horas. Asimismo, desde el sitio www.cclm.cl se podrá acceder a material de aprendizajes, reserva de tickets para la sala de exhibiciones y cupos de talleres, además de solicitar recorridos especiales para escuelas, instituciones de educación superior y otras organizaciones que quieran conocer la muestra de Paul Klee en Chile.
