Será este domingo en el Ann Arbor Film Festival, donde Fernando Saldivia además participará en un conversatorio. La cinta es “un retrato íntimo de la vida de mis tíos Mireya y Emardo” y “resalta los tranquilos ritmos de vida mapuche”, dice.
El documentalista chileno Fernando Saldivia Yáñez presentará este domingo su filme “Breve Espacio de un Tiempo” en la selección oficial de la versión 62 del Ann Arbor Film Festival en Estados Unidos, siendo el único largometraje chileno en la categoría.
La cinta es “un retrato íntimo de la vida de mis tíos Mireya y Emardo, una pareja mapuche viviendo en el Wallmapu. A través de una exploración de la política de lo cotidiano, el documental resalta los tranquilos ritmos de vida mapuche”, cuenta el artista originario de Puerto Williams a El Mostrador.
El Ann Arbor Film Festival es el festival de cine experimental y de vanguardia más antiguo de Norte América. Artistas que han presentado su trabajo en el evento incluyen a Agnes Varda, Andy Warhol, Gus Van Sant, George Lucas, Les Blank, Matthew Buckingham, y James Benning.
El documental es la única producción chilena dentro de los 10 largometrajes de la competencia oficial y tras su presentación el director estará en un conversatorio.
La instancia supone el estreno internacional de “Breve Espacio de un Tiempo” luego de haber tenido su estreno mundial en el SANFIC Santiago Festival Internacional de Cine del año pasado.
“Ann Arbor es una de las instancias de cine independiente y experimental con mayor historia en Estados Unidos y el hacerme presente con un proyecto regional, íntimo, y autogestionado demuestra que el arte chileno desde los territorios, las provincias, es capaz de proyectarse hacia fuera, de encontrar espacios”, dice el cineasta.
“Muchos artistas internacionales que admiro han estado y estarán en este festival y por lo tanto es una oportunidad tremenda para poner mi trabajo en diálogo con las tendencias y preocupaciones del cine arte contemporáneo”.
El cineasta Fernando Saldivia.
Agrega que los festivales e instituciones en Norteamérica son cada vez más sensibles y abiertos a la representación de pueblos originarios en el cine.
Por eso “siento una gran responsabilidad al llevar un retrato de la vida en el Wallmapu a Estados Unidos”.
La cinta “se enfoca en lo cotidiano, en las relaciones con el ambiente, en la tradición, y en la paz, sin recurrir a sensacionalismos. Al final, el documental sugiere que muchas veces la violencia es una narrativa que los medios y el Estado inculcan en la vida diaria de quienes de otra manera solo buscan vivir en tranquilidad”.
