Cineasta Carlos Araya: “A cinco años del estallido recién estamos procesando lo que nos pasó”
Su documental “El que baila pasa” será exhibido este viernes en la U. de Chile en el marco del Foro de las Artes. “Volver a ver esas imágenes tras casi cinco años tal vez puede enfrentarnos a una terapia colectiva que mezcla drama, humor y absurdo”, señala el director.
Una exhibición del documental “El que baila pasa”, de Carlos Araya, se realizará este viernes en la Universidad de Chile, en el marco del Foro de las Artes.
La muestra se realizará Auditorio Bueno-Muller de la Facultad de Comunicación e Imagen del Campus Juan Gómez Millas (Av. Capitán Ignacio Carrera Pinto 1043, Ñuñoa) a las 14:30 horas.
La exhibición incluye un conversatorio con su director y la productora María Paz González.

Origen
Al ser consultado sobre el origen de la cinta, el cineasta recuerda que después del rechazo de la primera propuesta de nueva Constitución “quedé paralizado”.
“Tiempo después me encontré con ‘Cofralandes’ (2002) de Raúl Ruiz. En una secuencia, el narrador le lee titulares de El Mercurio a un perro callejero, pero despacito para no despertarlo. ‘Contaminada la zona más limpia de Chile’, ‘Comemos pocas legumbres’, ‘Cielo de iglesia cae sobre fieles’. Eso me llevó al pensar en el Perro Matapacos, al sueño político, el #ChileDespertó, y a la posibilidad de trabajar un tono entre la vigilia y el sueño”, recuerda.
Después fue a buscar un registro que había hecho hace tiempo junto a Adolfo Mesías de un conserje del Paseo Ahumada que luchaba por mantenerse despierto.
“Todas esas piezas cuajaron y abrieron un camino posible para mirar todos esos registros tan cercanos y movilizadores desde una buena distancia”.
Revisionismo
El documental además se exhibe además en un momento en que hay un revisionismo de lo ocurrido en aquellos días.
“Creo que eso se debe a una simplificación burda de la clase política, algunos medios y parte de la sociedad para encapsular el estallido en conceptos como el octubrismo”, opina Araya.
“El problema es que ese tipo de juego discursivo bloquea cualquier posibilidad de seguir pensando hacerse cargo de las complejidades del problema que siguen estando latentes, incluso bajo el estado restaurador y policial del presente. A cinco años del estallido recién estamos procesando lo que nos pasó, viendo con un poco de distancia los matices y las contradicciones de todos los giros narrativos que hemos tenido en tan poco tiempo”.
Para el cineasta, el estallido está en pugna y significa cosas muy diversas para las personas, “los temas pueden tener desgastes por eso hay que volver a mirarlos desde otra forma”.
“No sé si el cine pueda ayudar a mantener vivo el debate constitucional pero al menos puede tensionar los lugares comunes y construir nuevas experiencias para ver la realidad desde otro lugar. Creo que ahí hay un desafío en este presente donde mediáticamente nuestro pasado reciente se está elaborando de una sola manera: la restauradora”.
Expectativas
Finalmente, respecto a la reflexión en el conversatorio posterior a la exhibición, Araya espera “que nos ayude a refrescar la memoria”.
Ojalá “nos haga preguntarnos con fuerza qué nos pasó, quiénes somos ahora y qué transformaciones políticas podemos imaginar hacia el futuro”.
“Volver a ver esas imágenes tras casi cinco años tal vez puede enfrentarnos a una terapia colectiva que mezcla drama, humor y absurdo. Una experiencia que puede darnos algunas luces para hacer un duelo y salir de este Chile gris que nos tiene bloqueados”, concluye.
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