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Una exposición de arpilleras recuerda en España la represión de la dictadura chilena CULTURA

Una exposición de arpilleras recuerda en España la represión de la dictadura chilena

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Muchos de los tapices, que tenían un carácter comunitario y relataban vivencias de la época, los tejían las mujeres una vez ya detenidas y encarceladas en prisiones o en centros de represión y tortura.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Una exposición de arpilleras chilenas se inauguró en el Palau Robert de Barcelona, conmemorando los 50 años del fin de la dictadura de Franco. Las arpilleras, bordadas por mujeres víctimas de la represión durante la dictadura de Pinochet (1973–1990), narran historias de tortura y resistencia. Muchas fueron creadas en prisiones y centros de detención, utilizando retazos de tela y lana. La muestra, organizada por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, estará abierta hasta el 31 de agosto, destacando la importancia de la memoria histórica en la consolidación de la democracia.
Desarrollado por El Mostrador

El Palau Robert de Barcelona expone desde este jueves una colección de arpilleras chilenas, tapices de colores tejidos por mujeres víctimas de la dictadura del general Pinochet y que narran la represión y las torturas que vivieron muchas familias entre 1973 y 1990.

La muestra fue inaugurada por representantes del gobierno de la región de Cataluña, del Ejecutivo español y de la embajada de Chile.

Estas arpilleras son tapices de lana o de tela gruesa llenos de colores y de detalles, creados con retales de ropa en los que las mujeres, muchas de ellas represaliadas, narraban historias, con un toque infantil, sobre la represión y las torturas de la dictadura y que los medios, la mayoría afines al régimen militar, no contaban.

Muchos de los tapices, que tenían un carácter comunitario y relataban vivencias de la época, los tejían las mujeres una vez ya detenidas y encarceladas en prisiones o en centros de represión y tortura.

La colección pertenece al Museo de la Memoria y Derechos Humanos de Chile, y podrá verse en Barcelona hasta el 31 de agosto con motivo de los 50 años de la muerte del dictador español Francisco Franco.

La directora del museo que ofrece esta colección y una de las comisarias de la exposición, María Fernanda García Iribarren, aseguró a EFE que estas arpilleras son “locales”, pero a la vez hablan de temas “universales”, especialmente de “los horrores cuando se pierde una democracia”.

GRAFCAT8337. BARCELONA (ESPAÑA), 15/05/2025.- Una colección de “arpilleras”, tapices tejidos por mujeres familiares de detenidos o desaparecidos para dar testimonio de la violencia durante la dictadura de Pinochet, se exhiben desde este jueves en el Palau Robert de Barcelona en una exposición que reivindica el papel de la memoria en la consolidación de la democracia. En la imagen, el conseller de Justicia, Ramon Espadaler (i) el secretario de Estado de Memoria democrática del Gobierno de España, Fernando Martínez López (c) y la subsecretaria de Derechos Humanos de Chile, Daniela Quintanilla Mateff (d) mantienen un diálogo celebrado con motivo de la inauguración de la exposición.EFE/ Toni Albir

En la presentación, participaron varias mujeres represaliadas por la dictadura chilena, que actualmente dirigen centros de memoria histórica en Chile.

Una de ellas es la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chile, Gaby Rivera Sánchez, que nunca volvió a saber nada de su padre, un dirigente sindical y militante del Partido Comunista, después de que la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) lo detuviera.

Lo más impactante, según Gaby Rivera, es “lo valientes que fueron todas esas mujeres que empezaron a contar esas historias con dibujos sobre cómo iban desapareciendo las personas, la represión en las calles, cómo el pueblo se organizaba…”

Y ella no descansará hasta encontrar a quienes cometieron estos crímenes: “He entregado casi mi vida entera a resolver la desaparición forzada de mi padre y mi familia y yo no sabemos dónde está, y con mucho dolor seguiremos buscando”, sentencia.

La presidenta del espacio de memoria Irán 3037, Alejandra Holzapfel Picarte, superviviente de ese centro de tortura, violencia sexual y exterminio, reconoce haber pasado “atrocidades” después de ser encarcelada por primera vez con 19 años, pero considera que “puedes ser feliz si eres una persona digna”, no como torturadores.

Alejandra cree que en Chile “todavía falta mucho para conseguir cambiar el horror por el amor” porque aún se vive con cierto negacionismo para no enfrentar la realidad”, recalca.

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