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Descubren cañón submarino clave en alimentación de ballenas en Archipiélago de Humboldt CULTURA|CIENCIA Crédito: Francis Pérez

Descubren cañón submarino clave en alimentación de ballenas en Archipiélago de Humboldt

En el estudio, científicos utilizaron -por primera vez en Chile- un instrumento hidroacústico llamado Perfilador Acústico de Zooplancton y Peces (AZFP, por sus siglas en inglés), que usa cuatro señales de sonido simultáneos de diferentes frecuencias para detectar distintos organismos marinos.


Un grupo de científicos descubrió un cañón submarino que es clave para la alimentación de las ballenas que circulan en el Archipiélago de Humboldt.

Se trata de un cañón submarino escarpado al sur de la Isla Chañaral, entre la isla y el continente, que parte a unos 500m de profundidad y sube rápidamente hasta 130m de profundidad, como si fuera un embudo. Este cañón tiene el efecto de encauzar las aguas ricas en nutrientes de la surgencia costera que ocurre fuera de la isla hacia el interior del canal, entre la isla y el continente.

Eso explica una mayor concentración de krill en el cañón submarino y el canal de Isla Chañaral. Por otro lado, las corrientes locales que se forman producto de la presencia del cañón atraparían la productividad biológica en ese lugar.

Crédito: César Villarroel

Marcel Ramos, oceanógrafo físico de la UCN y coautor del estudio, explica que los cañones submarinos son importantes zonas para la productividad biológica, porque “desordenan” las corrientes costeras generando flujos transversales a la costa y giros que afectan la distribución de los organismos planctónicos.

Agrega que estos desfiladeros pueden transportar aguas ricas en nutrientes a la capa superficial, donde llega la luz solar y por ende hay fotosíntesis, ayudando a la fertilización local del océano costero.

“Lo interesante de este estudio fue la capacidad de resolver la distribución del krill con una resolución espacial de cientos de metros”, explica Marcel Ramos.

“Esto permite asociar su distribución espacial a rasgos topográficos de escala más fina y distintas condiciones oceanográficas durante los veranos observados, evidenciando la importancia de la isla y el pequeño cañón submarino que la bordea para la productividad biológica en la zona”.

Crédito: César Villarroel

Protección de la zona

La oceanógrafa Susannah Buchan explica que el hallazgo de este cañón submarino “hace sentido con lo que la comunidad local y los operadores turísticos de la zona ya saben hace tiempo, que es la mayor presencia de ballenas que se alimentan al sur de la Isla Chañaral y en el canal, que ellos llaman localmente ‘callejón’, y que se ubica entre la isla y el continente”. Además, destaca que esta localidad existe un intercambio de información entre la comunidad local y los científicos va en dos vías.

Ella lideró un equipo conformado por investigadores del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza), el Centro Oceanográfico del Pacífico Suroriental (Copas Coastal) y las universidades Católica del Norte, de Concepción, de Valparaíso y Austral de Chile, que realizaron prospecciones de muy alta resolución del krill en la columna de agua y del fondo marino, para así indagar su distribución espacial y las condiciones oceanográficas en las cuales se desarrolla.

Para ese objetivo, utilizaron -por primera vez en Chile- un instrumento hidroacústico llamado Perfilador Acústico de Zooplancton y Peces (AZFP, por sus siglas en inglés), que usa cuatro señales de sonido simultáneos de diferentes frecuencias para detectar distintos organismos marinos.

Carlos Olavarría, coautor del estudio y director de Ceaza, señala que las conclusiones de esta investigación aportan mayor evidencia de la importancia que tiene el Archipiélago de Humboldt para el desarrollo de investigación científica.

“El mayor estudio de esta zona permite agregar valor a las iniciativas productivas que tienen los habitantes locales que realizan turismo y donde el conocimiento local transferido a sus visitantes es uno de los elementos distintivos que lo posiciona en comparación con otras localidades”, dice.

Para la guardaparque de Conaf y coautora del estudio, Marinella Maldonado, la cultura científica y del cuidado ambiental que tienen los trabajadores del turismo de la Caleta Chañaral de Aceituno ha ido creciendo con los años y “esta investigación permite poner mucho más en valor el entorno de la Reserva Marina Isla Chañaral, a la misma isla y al Archipiélago de Humboldt como ecosistema global. Como Conaf estamos comprometidos con la educación ambiental y con mantenernos siempre activos con la comunidad que trabaja en el mar para que en conjunto podamos llegar a seguir fortaleciendo el cuidado de las reservas”.

Área protegida

En 2023 el Ministerio del Medio Ambiente creó el Área Marina Costero Protegida de Múltiples Usos “Archipiélago de Humboldt” y prontamente se empezará a trabajar en la elaboración de un plan de manejo amplio y participativo.

“Ahora sabemos que existe esta característica física que tiene importancia especial en el hábitat de las ballenas y esta evidencia nos aporta mayor fundamento para proponer medidas de conservación especiales para esta zona, como, por ejemplo, la restricción de embarcaciones grandes y velocidades de tránsito, que aumenta el riesgo de que una embarcación choque y mate a una ballena. Las colisiones con embarcaciones están afectando fuertemente a la ballena fin, especie predominante en el norte de Chile”, afirma Buchan.

Luis Bedriñana, biólogo marino de la UACh y coautor del estudio, explica que la ballena fin es la especie de cetáceo más común en la corriente de Humboldt.

“Sabemos que una parte de la población de ballenas fin se mantiene en estas aguas todo el año. El intenso uso que esta ballena da a zonas costeras la hace susceptible a interactuar con actividades humanas, como el tráfico marítimo, que implica un riesgo por colisiones que pueden resultar letal, así como el enmalle en artes de pesca”, dice. Es por esto, sigue Bedriñana, que se requiere implementar medidas de mitigación en aquellas zonas que han sido identificadas como prioritarias por estudios científicos realizados en Chile.

Laboratorio natural

El Archipiélago de Humboldt es considerado un laboratorio natural por los científicos especializados en el estudio de cetáceos, debido a la presencia de ballenas fin, jorobada y azul, principalmente.

“Desde el punto de vista de la investigación y del acceso a lugares con alta biodiversidad, el Archipiélago de Humboldt es único, porque concentra todo en un lugar muy pequeño. Es el acuario de Chile”, dice la oceanógrafa Buchan.

La llegada de grandes cetáceos a esta zona es una pregunta de investigación recurrente para el mundo científico.

“Sabemos que cada ballena consume entre una y tres toneladas de krill al día, y aquí vemos grupos de 20 o 30. La costa chilena es tremendamente productiva para proveer esta cantidad de alimento”, explica Buchan.

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