El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que causa movimientos involuntarios e incontrolables, como temblores, rigidez y dificultad de coordinación en quienes la padecen. Hay varios tipos de Parkinson y el diagnóstico temprano es la clave para dar un correcto tratamiento .
Es indiscutible que la película “Volver al Futuro” es un clásico de los años 80, ya sea por su dinamismo, su gran trama, sus secuelas o porque nos planteó la idea de poder viajar en el tiempo. Hoy en día Michael J. Fox, actor que interpretó al famoso viajero del tiempo Marty McFly, padece Parkinson y fue diagnosticado en los años 90, cuando tenía 29 años. Debido a esto es que el actor formó una fundación que apoya fuertemente La Iniciativa de Marcadores de Progresión de Parkinson (PPMI por sus siglas en inglés), que busca encontrar nuevas formas de diagnóstico para esta enfermedad y lograr dar tratamientos oportunos antes de que la enfermedad empeore.
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa donde se pierden neuronas que liberan dopamina, que son las encargadas de controlar los movimientos. Esta patología afecta la vida del 1,6% de la población mayor a 65 años a nivel mundial. Actualmente no se conoce la causa del Parkinson, sin embargo, se han hecho grandes esfuerzos para encontrar marcadores específicos que den indicios del desarrollo de esta enfermedad cuando aún no está establecida.
Un marcador específico se define como una molécula que permita diagnosticar con precisión una enfermedad, con la menor probabilidad posible que el resultado indique que la persona está enferma cuando en realidad no lo está. Existen síntomas tempranos que indican que una persona podría padecer Parkinson. Los más comunes son: temblores, pérdida del olfato, problemas del sueño, dificultad al caminar, voz baja y falta de la expresión facial, entre otros. Sin embargo, estos síntomas no son específicos, por lo cual se hace necesario una prueba que sea exacta.
Un marcador específico de Parkinson que ha sido estudiado en los últimos años es la alfa-sinucleína, que es una proteína de las neuronas que funciona de manera incorrecta en las personas con Parkinson. Una proteína funciona correctamente cuando tiene una forma definida, sin embargo, si hay errores en su forma se dice que está mal plegada y esto lleva a un mal funcionamiento.
Cuando hay proteínas mal plegadas existe una mayor probabilidad de que se junten y formen grupos. En las personas con Parkinson, la proteína alfa sinucleína se pliega incorrectamente y forma grupos de proteínas dañadas, denominados Cuerpos de Lewy. Esta proteína mal plegada puede estudiarse gracias a una prueba que mantiene el mismo principio que el examen PCR utilizado para diagnosticar COVID-19. La prueba se llama ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína (desde ahora ensayo de la sinucleína) y es capaz de buscar específicamente este biomarcador de Parkinson.
PPMI, que como comentamos en la introducción, es una iniciativa que está financiada por la fundación Michael J. Fox, recluta personas con Parkinson de todo el mundo y busca encontrar marcadores biológicos de riesgo, inicio y progresión del Parkinson, con el fin de detectar la enfermedad antes de que se desarrollen los síntomas y ¡vaya que han tenido avances!
Un estudio del 2023 liderado por el profesor Andrew Siderowf de la Universidad de Pensilvania publicado en The Lancet Neurology, analizó a 1123 participantes de PPMI, separándolos según sexo, edad, características genéticas y síntomas que presentaban.
A todos estos pacientes se les realizó un ensayo para detectar alfa-sinucleína a partir de líquido cefalorraquídeo (líquido que circula por los espacios del cerebro y de la medula espinal) y así ver con qué especificidad el Parkinson podía ser diagnosticado gracias a esta prueba. La investigación demostró que el ensayo de la sinucleína puede detectar con un 87% de precisión cuando la persona padece Parkinson. Es más, cuando las personas tenían una pérdida de olfato y no habían sido diagnosticados de Parkinson, la prueba tenía una precisión de 97%.
Además de esto, la prueba de la sinucleína indicó que un grupo de pacientes tenía Parkinson antes de que pudiera ser detectado por una tomografía computarizada, que es el método actual más eficaz para detectar alteraciones de dopamina en el cerebro y dar con un diagnóstico temprano de Parkinson.
De esta forma el ensayo podría ser altamente efectivo para detectar de forma temprana la enfermedad, cuando las imágenes cerebrales no indican alteración. Es por esto que el estudio adquiere gran relevancia, mostrando que este biomarcador podría hacer que cambie la forma en la que hoy se diagnostica Parkinson.
Otro hallazgo importante es que el marcador fue capaz de predecir la presencia de Cuerpos de Lewy en el cerebro. Para poder diagnosticar con precisión que una persona tiene estas agrupaciones de proteínas mal plegadas, se le debe examinar el cerebro una vez que ya falleció, o sea, post mortem. Cuando realizaron autopsias en los pacientes que resultaron positivos en el ensayo de la sinucleína, obtuvieron que todos tenían Cuerpos de Lewy en el cerebro. Por lo tanto, esto indicaría que es un excelente marcador en vida de la existencia de estas conformaciones en el cerebro de las personas con Parkinson.
Pese a la gran especificidad que se mostró en el estudio realizado, el uso de este marcador aún debe analizarse a profundidad antes de utilizarse de forma rutinaria, debido a que los investigadores encontraron que la prueba perdía valor en los casos de pacientes que aún tuvieran olfato y también en los casos de pacientes de sexo femenino. Por lo tanto, puede que sea más adecuado utilizar este ensayo como un complemento a todos los exámenes que debe hacerse una persona con sospecha de Parkinson, más que utilizarse como única forma de diagnóstico.
Entonces, ¿cuál es el verdadero valor de estudiar este marcador? Como bien explican los investigadores los grandes avances encontrados hasta ahora podrían cambiar la forma en la que se trata el Parkinson. Aseguran que gracias a este marcador se podrán desarrollar terapias más específicas cuando se encuentren pacientes positivos en esta prueba, ya que permitirá iniciar el tratamiento de forma oportuna cuando otras pruebas no han mostrado algún daño en el cerebro.
En conclusión, este es un gran paso para un diagnóstico cada vez más temprano en el Parkinson. Este es el primer estudio a gran escala que permite conocer la especificidad de la prueba que detecta la patología de la sinucleína, sin embargo, aún faltan estudios que permitan determinar el potencial pronóstico de esta prueba para poder ocuparla como un examen de rutina en el diagnóstico de Parkinson. Queda mucho por estudiar, pero con cada investigación la PPMI se encuentra más cerca de lograr su objetivo y de ayudar a millones de personas en todo el mundo.
Articulo original: https://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422(23)00109-6/fulltext
*Este artículo surge del convenio con el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso.
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