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La poesía clara y profunda de Ernesto Langer Moreno y su libro “Breves” CULTURA|OPINIÓN

La poesía clara y profunda de Ernesto Langer Moreno y su libro “Breves”

José Miguel Ruiz
Por : José Miguel Ruiz Escritor, poeta y profesor de Castellano (UC). Ha publicado, entre otros libros, “El balde en el pozo” (poesía, 1994), “Cuentos de Paula y Carolina” (narrativa, 2011) y “Gramática de nuestra lengua” (2010). Mención Honrosa en los Juegos Literarios Gabriela Mistral de la I. Municipalidad de Santiago, 1975. Primer Premio en el Concurso de Poesía de la P. Universidad Católica de Chile, 1979. Premio Municipal de Arte, Mención Literatura, de la I. Municipalidad de San Antonio (1998).
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Los poemas surgen de la verdad de un sentimiento incontenible que busca expresarse, transformando o llevando al plano estético lo cotidiano; el paso del poeta por el mundo, el “vivir poéticamente” la existencia de quien se sabe, el poeta.


Recuerdo que un día, hace muchos años, Enrique Lafourcade escribió sobre un libro póstumo de poesía de Eduardo Molina Ventura, el mítico poeta de la Cultural del Forestal: “este es un libro delicado y leve como la menta”, seguramente me impresionó tanto aquella metáfora o comparación –la que racionalmente no siempre entiendo, pero vivencialmente sí– que la traigo a la memoria hoy.

También del libro “Breves” de Ernesto Langer Moreno, poeta, escritor, gestor cultural, dibujante y pintor, se podría decir lo mismo: una edición “delicada y leve, como la menta”… esa planta aromática y medicinal que crece en algunos jardines.

Conozco parte de la obra poética de Langer, publicada en Facebook, donde suelo encontrar poemas suyos, y todos comparten claridad y la profundidad de una experiencia poética “que no cesa”, más allá incluso del lenguaje mismo; los poemas surgen de la verdad de un sentimiento incontenible que busca expresarse, transformando o llevando al plano estético lo cotidiano; el paso del poeta por el mundo, el “vivir poéticamente” la existencia de quien se sabe, el poeta: “A medio camino entre el todo/ y la nada/ Soy un remolino que agita/ las aguas”.

Comienza el volumen: “Apártate de mí, realidad/ Hoy voy a pasear en mi unicornio”. El poeta quiere desprenderse de la rutinaria realidad y entrará de lleno en el mundo de lo poético, en la dimensión que hay “detrás del follaje”, compartirá con ese bello, legendario y mítico animal y su simbología.

“El que de veras soy/ se asoma, a veces,/ como el sol/ Y me ilumina”, en ocasiones, emerge de lo profundo el verdadero rostro y corazón del poeta y lo ilumina todo, aparta todo crepúsculo o noche. Es el momento de la aurora, de la epifanía, de la claridad de todo el ser y de la vida. El sublime momento. Son los momentos de revelación, en que se comprende, desde nuestra levedad, el secreto fluir y hacer del universo: “Cuando una mariposa bate sus alas/ Todo el universo se agita y cambia/ Somos uno que se mueve/ Y vuela”… Recordamos el cuento de Ray Bradbury “El ruido de un trueno”, en que un viaje al pasado remoto, al pisar alguien una mariposa, todo el futuro es diferente: la interrelación del cosmos, de la creación.

“Me mató el pago de Chile/ No el disparo en la sien/ Dijo el poeta/ Gritando desde su fosa/ Con los ojos llenos de lágrimas/ Mientras escribía otro poema”. Tal vez algo de Parra aquí, la alusión a una característica nuestra como país, pero más allá de eso, es que aun en la fosa, el poeta “dispara una salva por el porvenir”: escribe otro poema. Es su verdad y destino. Un “arte poética” en esta expresión.

Un libro que hace honor a su título “Breves”, y en la brevedad de sus poemas hay un mundo por recorrer, con diversos temas: el destino del poeta, la tarde llena de ausencias, los contrastes del ser “la parte clara/ de mi lado oscuro”, el amor: “Al hacer el amor con mi amada/ Me convierto en mujer/ Luego soy hombre de nuevo/ Después ambos a la vez/ Y al final de la cima/ Dejamos de ser”: la total entrega de los amantes, en que las fronteras no existen, fusionándose ambos hasta el olvido de sí mismos… Lo que San Juan de la Cruz expresó, en la mística cristiana: “Quedéme y olvidéme,/ el rostro recliné sobre el amado,/ cesó todo, y dejéme,/ dejando mi cuidado/ entre las azucenas olvidado”. Son experiencias muy profundas transmutadas al lenguaje humano, a la “verbalidad”, para compartirlas.

Otros temas, la nada, el “silencio sin bordes” (me parece esta una bellísima expresión de lo infinito, del silencio del cosmos, o del alma; la experiencia de sentir poéticamente “lo eterno”, o la Nada o el Vacío). Todo en breves textos, como dibujos en la página blanca, como pequeñas imágenes que, no obstante, nos catapultan a las dimensiones “sin bordes” de la poesía.

Ficha técnica:

Ernesto Langer Moreno, “Breves”, Editorial Escritores.cl, Santiago de Chile, 2021, 58 páginas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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