CULTURA|OPINIÓN
La exposición del artista nacional se ha convertido en estas importantes islas hispanas, en un símbolo para este año, donde el planeta se detuvo. Fuentealba durante estos meses trocó su odisea troyana, en un símbolo de la necesidad de estar donde no se puede, de concretar algo impedido por la contingencia, para parir al final una obra a ultranza, a cómo de lugar.
El artista nacional Ricardo Fuentealba-Fabio es un ave migratoria, que fruto de este año de pandemia y fronteras cerradas, no pudo concretar el retorno de su periplo entre Santiago y Palmas de Gran Canarias, España. Como buen emisario alado, debía llevar desde la capital chilena, con su obra, una propuesta de similitudes y equivalencias, para edificar un imaginario entre ambas latitudes disímiles
Entre muchos correos electrónicos y malas noticias desde los aeropuertos, su misión en Las Canarias, fue tornando en una nueva aventura compartida en el confinamiento desde ese archipiélago, deviniendo el encierro en un desarraigo de la incertidumbre.
[cita tipo=»destaque»]Un viaje de bandada se convirtió en una bitácora de capitán, con el barco retenido en puerto nuevo, donde el temor, el amor y el desvelo convirtieron al artista, con otrora libre albedrío, en un Ulises que demora años en volver a Ítaca, por desafiar a Poseidón en año de pandemia.[/cita]
El desvelo del Mirlo, título de la exposición del artista chileno Ricardo Fuentealba, mutó, entonces, de ave de paso a peregrino en tierra pagana. A pesar de ello, la experiencia no ha podido ser más satisfactoria, productiva y exitosa.
La Fundación Francis Naranjo en colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, España, programó en la sala 2 del Museo Castillo de Mata entre el 23 de octubre al 23 de noviembre su proyecto “El Desvelo del Mirlo”, curado por Carlos Javier Núñez, comisario independiente chileno.
Una especie migratoria impedida de cerrar el ciclo de retorno y además testigo de cómo el campo magnético de la Tierra colapsa, desarrolla un reclamo poético para testimoniar, anhelos frustrados y la angustia por las promesas incumplidas.
La exposición del artista nacional se ha convertido en estas importantes islas hispanas, en un símbolo para este año, donde el planeta se detuvo. Fuentealba durante estos meses trocó su odisea troyana, en un símbolo de la necesidad de estar donde no se puede, de concretar algo impedido por la contingencia, para parir al final una obra a ultranza, a cómo de lugar.
Fuentealba-Fabio ha desarrollado una metódica carrera desde Docente a Licenciado (Chile, Universidad Católica), de Licenciado a Doctor (España, Universidad de Barcelona), de Doctor a Post Doctor (Estados Unidos, Universidad de California en Davis). Ha recibido amplio reconocimiento de pares y profanos.
Un viaje de bandada se convirtió en una bitácora de capitán, con el barco retenido en puerto nuevo, donde el temor, el amor y el desvelo convirtieron al artista, con otrora libre albedrío, en un Ulises que demora años en volver a Ítaca, por desafiar a Poseidón en año de pandemia.
El Desvelo del Mirlo – Ricardo Fuentealba-Fabio / Fundación Francis Naranjo
Sala 2 Museo Castillo de Mata entre el 23 de octubre al 23 de noviembre
Las Palmas de Gran Canaria, España.
