Comentarista señaló que el DT «fue menos soberbio y supo hacer caso a sus críticos»
A pesar de que el comentarista deportivo había tenido crudas palabras para los primeros partidos de la selección, bajo el mando de Pizzi, esta vez reconoció que existe un buen desempeño. «Al principio Pizzi cayó en el error y la tentación de escuchar a los que pedían cambios y, por desgracia, aprendieron nada en todos estos años», dijo.
El periodista y comentarista deportivo Felipe Bianchi analizó el desempeño del DT de la selección chilena, Juan Antonio Pizzi, en el último encuentro de La Roja, ante Colombia por la semifinal de la Copa América Centenario.
A pesar de que Bianchi había tenido crudas palabras para los primeros partidos de la selección, bajo el mando de Pizzi, esta vez reconoció que existe un buen desempeño. «Al principio Pizzi cayó en el error y la tentación de escuchar a los que pedían cambios y, por desgracia, aprendieron nada en todos estos años», dijo a La Segunda.
Añadió que «se jugó muy mal en los amistosos, ante Argentina y sobre todo ante Bolivia, un partido espantoso que marcó el antes y el después. Ahí Pizzi decidió cambiar, volver al viejo estilo. Cuando Chile retomó lo que mejor
domina volvió a ser competitivo».
Según el comentarista, la dureza de los analistas tras los primeros encuentros «fue lo que nos salvó. Si no, capaz que el cuerpo técnico no entendiera nunca que estaba cometiendo un error brutal al tratar de modificar el tipo de juego de un plantel que aún no estaba agotado ni había dado su máximo, como insinuaron con insolencia los equivocados de siempre».
Para Bianchi, Pizzi cometió «el mismo error de Borghi: tratar de cambiar el sistema de juego de su antecesor,
ralentar la dinámica del equipo. La diferencia es que fue menos soberbio y supo hacer caso a sus críticos y a los propios jugadores. Los tontos le llaman ‘viudez’ a eso. Yo le llamo inteligencia».
Finalmente, Bianchi aseguró que el mérito de los últimos triunfos de La Roja es «de los jugadores y del sistema que crearon Bielsa y Sampaoli. El mérito de Pizzi fue entender que no podía luchar contra eso, que era absurdo y que
además no estaba resultando. Lo que encuentro insólito es que, otra vez, hayan tratado de meterle mano a lo único realmente bueno que hemos hecho en 100 años».
