BRAGA
A la luz del episodio de la minifalda, el Presidente hizo un mea culpa a medias. Si bien se comprometió a no utilizar más ese tipo de chistes machistas, que fueron duramente criticados por dirigentas feministas y de oposición, al mismo tiempo dijo que se trata de una broma “inocente” y que “no ofende a nadie”.
Aunque el Presidente de la República, Sebastián Piñera, señaló que evitará los chistes machistas, tras el revuelo provocado por la metáfora de la “minifalda” que empleó en Iquique, la verdad es que no se le ve tan convencido de enmendar sus pasos.
Entrevistado en Radio Imagina, el mandatario fue consultado por la polémica frase que se despachó en Iquique y todo el revuelo provocado. Primero, a modo de mea culpa, dijo “me rindo”, y “acepto la sugerencia” de no utilizar más ese tipo de comentarios.
Sin embargo, defendió sus dichos, señalando que el chiste es “inocente” y “no ofende a nadie” y atribuyó las reacciones a que nos estamos tomando las cosas con mucha seriedad: “De repente nos estamos poniendo demasiado serios”, reflexionó, aludiendo a las críticas desde la oposición, donde lo acusaron de usar frases misóginas que no se condicen con el debate feminista que ha calado al país.
“De repente nos pasamos para el otro lado, ahora no le puede decir anda a nadie y tenemos que tratarnos como si fuéramos desconocidos (…) Hay que desterrar lo ofensivo, lo humillante, pero también es importante que la relación entre los seres humanos no se trasforme en algo tan formal, como si fuéramos extraños, desconocidos”, dijo.
En tono distendido, añadió que ahora usará el “principio de la barba, suficientemente larga para que se note y suficientemente corta para que no irrite”.
