Publicidad
Anteproyecto de Ley Marco de Cambio Climático: ¿y la acción cuándo? Opinión

Anteproyecto de Ley Marco de Cambio Climático: ¿y la acción cuándo?

Isabel Villanueva
Por : Isabel Villanueva Presidenta ONG CEUS Chile
Ver Más

Este 31 de julio termina la consulta ciudadana sobre el anteproyecto a la Ley Marco de Cambio Climático y las incongruencias saltan a la vista. El anteproyecto habla de una economía baja en carbono, mientras el Gobierno defiende con dientes y uñas la Mina Invierno en Magallanes. Además, no aborda la conflictividad sobre los recursos hídricos frente al cambio climático, ni la ganadería en su impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero, o el uso de suelo disminuyendo la resiliencia al cambio climático.


Este 31 de julio termina el período de consulta ciudadana para el Anteproyecto de Ley Marco de Cambio Climático que impulsa el Ministerio del Medio Ambiente, el cual contiene 26 páginas que hacen un recorrido –bastante general– de una institucionalidad frente al cambio climático.

Este anteproyecto actualmente presenta atribuciones y responsabilidades del ministerio frente a esta problemática, como la elaboración de estrategias a largo plazo, instrumentos de gestión del cambio climático y planes sectoriales de mitigación y adaptación.

Sin embargo, a pesar de la institucionalidad que este anteproyecto presenta, desde la plataforma Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC), compuesta por organizaciones de diversos sectores, consideramos que este tiene bastantes incongruencias.

Chile ha recibido todas las miradas del mundo ambientalista al ser el país sede de la próxima COP25, desde donde ha llamado a la ambición climática. Sin embargo, la meta planteada en el anteproyecto apunta a la carbono neutralidad al año 2050, la cual paradójicamente carece de todo tipo de ambición, tomando en cuenta el escenario actual. Sumado a esto, no se plantean metas intermediarias entre el 2025-2030 o 2030-2050.

Por otro lado, tal como comenté en un pasado foro en Espacio Público, el término “adaptación” es nombrado 47 veces en el documento, pero en ningún momento lo detalla ni se plantean metas sobre esto, transformando el anteproyecto en un texto que solo busca hablar de mitigación, cuando Chile es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, cumplimiento siete de los nueve parámetros planteados por la ONU.

En materia de acceso a la información y participación ciudadana se plantea, además, la publicación de información y participación en la elaboración de instrumentos de gestión por parte de personas o agrupaciones, pero en ningún caso se detalla un mecanismo. A su vez, esto se contrapone con la posición que ha mantenido el Gobierno de no firmar el Acuerdo de Escazú, que es un piso mínimo para cumplir con transparencia y participación ciudadana en la materia.

Otras incongruencias surgen cuando el anteproyecto habla de una economía baja en carbono, mientras el Gobierno defiende con dientes y uñas la Mina Invierno en Magallanes. Además, el anteproyecto no aborda la conflictividad sobre los recursos hídricos frente al cambio climático, ni la ganadería en su impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero, o el uso de suelo disminuyendo la resiliencia al cambio climático.

Ante estas incongruencias nos preguntamos: ¿de qué sirve una ley marco o incluso una ley que hable de economía baja en carbono, metas de carbono neutralidad y planes de adaptación, si continúan existiendo zonas de sacrificio, termoeléctricas, metas insuficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y nula participación ciudadana vinculante?

Es necesario que pasemos de los discursos a la acción, que dejemos de cumplir los mínimos estándares, es hora de que el Gobierno se haga cargo de las necesidades de Chile frente al escenario que vivimos: ser uno de los países más afectados y vulnerables a los efectos del cambio climático.

El pasado 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, desde la SCAC entregamos una carta al Presidente Sebastián Piñera con algunos mínimos a los que, como país, debemos aspirar si nos jactamos de ser los líderes en materia de medioambiente, donde manifestamos que es necesario que las autoridades pasen a la acción, no solo como eslogan del evento del año, sino que a través de mecanismos reales, metas vinculantes y un plan realmente ambicioso.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias