Sacaron la voz

Generalmente se dice que los futbolistas viven en una burbuja y eso muchas veces no escapa de la realidad, pero desde el viernes 18 de Octubre; no solo el país cambió, también lo hicieron la gran mayoría de los jugadores chilenos.

Por que Chile comenzó a vivir un momento social y político duro; lleno de complejidades y situaciones de preocupación, pero con un trasfondo social argumentado en la desigualdad, injusticias y aprovechamiento hacia la clase trabajadora y media. El pueblo despertó y se hizo sentir…Los protagonistas del fútbol, un negocio de millones y millones también se sumó.

Jean Beausejour, de padre haitiano y madre mapuche; entrevistado en radio ADN, reflexionó una vez más desde una mirada crítica y participativa. “Ha sido un período de harta reflexión donde pasamos por distintos estados de ánimo: Alegría por ver cómo los jóvenes despertaron y nos mostraron el camino, como en la Revolución Pingüina. Con el correr de los días ha mutado a una preocupación por ver cómo está la situación”.

Pero también el jugador de la U ha sido activo participe de la causa mapuche, a tal punto que en una oportunidad cuando la Selección jugó en Temuco; tras la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, Beausejour lideró a sus compañeros en un minuto de silencio (el cual las autoridades de la ANFP no estaban de acuerdo) y reunió a sus compañeros para rendir homenaje. El dorsal de su camiseta decía Coliqueo. «Acá hay una presión social acertada, siendo de tendencia de izquierda no recuerdo que algún Gobierno haya hecho algo así en La Araucanía. Creemos que la Selección es de las pocas cosas que nos une, tenemos que dar un llamado a la reflexión y que exista justicia, que los culpables tengan sentencia correspondiente” Más claro y contundente imposible.

Conminó a sus ex compañeros de la Roja a tomar posición por la actualidad nacional “Tengo mi postura marcada, pero mis compañeros en la Selección no la tienen. Creo que hay que definirse, tomar partido por algo”, apuntó con firmeza en Radio ADN.

Y claro que se valora cuando líderes deportivos tienen argumentos y postura sobre los hechos que afectan a una nación. De la época de la dictadura dos ejemplos: Carlos Caszely y Leonardo Véliz; quienes siempre marcaron su distancia y crítica hacia Pinochet. Pero volvamos a este 2019, donde muchos se sumaron y no sólo desde sus redes sociales.

Jugadores como Vidal y Sánchez lamentaron todo lo que está pasando. Fue más duro Gary Medel; quien tildó de “circo” el incidente entre disputadas en la sala del Congreso.  El portero del Manchester City, Claudio Bravo; también utilizó sus redes sociales para dejar en evidencia la crítica y empatía con el momento país. A Mario Salas se le vio participando en una manifestación cerca de la Escuela Militar. Otros como Jorge Deschamps (arquero de Curicó Unido) y Nicolás Maturana (volante de la U.de Concepción) han marcado un mensaje más profundo y con amplia crítica social y política; al igual que el meta argentino de los piratas Matías Cano, que aparte de ser militante del Partido Comunista; participa activamente en obras sociales y manifestaciones contra el gobierno.

Y me alegra ver y escuchar a los jugadores tener su opinión, sea cual sea; porque no anhelo que solo sean atletas detrás de un balón. Son personas, tienen desarrollo y pensamiento; tiene historias de vida duras y complicadas, como muchos chilenos, pero gracias a un talento han podido superarse en la vida y por ende ayudar a sus familias, pero eso no los exime de ser parte de la sociedad y no tratarlos como excluyentes o miembros de una casta especial.

Y ellos mismos han dado señales positivas desde el concepto de ser ciudadano y participar de las decisiones país. Por que verlos marchando y manifestándose puede ser una muestra más que todo este cambio que Chile y su pueblo están liderando, suman a un grupo que por décadas parecía vivir en una paraíso o isla desierta, donde se excluían de todo.

Hoy los jugadores sacaron la voz y se valora. Sacaron la voz para sumarse a las demandas de un país que se aburrió del abuso y desigualdad. En hora buena muchachos.