Con años de ejercicio en el sistema público de salud, el neurorradiólogo del Hospital Van Buren, Pablo Cox, repasó la realidad hospitalaria del país, la que una vez más ha estado en tela de juicio después del polémico corte de luz en plena cirugía cerebral en el Hospital Barros Luco: «Hay bastante precariedad, es bastante disímil, hay programas con excelente financiamiento que resuelven muy bien las patologías y otros no (…). El mayor problema en realidad es la transferencia de la plata desde el Ministerio de Salud hacia los hospitales, eso genera corte de stock». Cox agregó que hay hospitales regionales de buen nivel, pero que los más «abandonados» son los de la Región Metropolitana y la Quinta Región. Ante la emergencia internacional por el coronavirus, el médico advirtió que, si bien la enfermedad no es de alta letalidad, su capacidad de propagarse es muy sorprendente y, dado el hacinamiento en los hospitales chilenos, se «requiere de medidas concretas de gente experta, si no, será un desastre».