PAÍS
Foto: Santiago bajo alerta ambiental en mayo de 2018/ Agencia UNO
Santiago, la sexta ciudad más contaminada de Latinoamérica según Greenpeace, arrojó índices de calidad de aire considerados buenos durante esta semana. La suspensión de las clases y el llamado a permanecer en casa e implementar el teletrabajo serían factores clave que han ayudado a que los cielos de la región Metropolitana hoy luzcan más limpios. «Como ha bajado la actividad en la ciudad se ve una disminución, a medida que empiecen a intensificarse las medidas se vean sus efectos ese tipo de situaciones ocurrirá», dijo Héctor Jorquera, experto en contaminación y calidad del aire del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable.
Los peligros que supone la pandemia del coronavirus Covid-19 tiene a gran parte de la humanidad confinados en sus hogares. Esto se traduce en menos tráfico en las calles, menos actividades industriales y, por lo tanto, menos contaminación. Pasó en China y está pasando también en Chile, específicamente en la Región Metropolitana.
Santiago, que hasta hace poco figuraba como la sexta ciudad más contaminada de Latinoamérica según Greenpeace, ha arrojado índices de calidad de aire considerados buenos desde la suspensión de las clases hace ya dos semanas, la cuarentena decretada en siete comunas de la región, y el llamado a permanecer en casa e implementar el teletrabajo. ¿Coincidencia?
Héctor Jorquera, experto en contaminación y calidad del aire del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), dijo a Emol que «si tú miras la calidad del aire y comparas estos tres primeros meses con los de 2019, hay lugares en el sector oriente donde se ha notado considerablemente la baja, también en la zona céntrica como Parque O’Higgins».
«Como ha bajado la actividad en la ciudad se ve una disminución, a medida que empiecen a intensificarse las medidas se vean sus efectos ese tipo de situaciones ocurrirá», añadió.
«Dada la cancelación de las clases, lo primero que se notó primero fue que hubo menos viajes de vehículos. Normalmente en esta época del año empiezan a subir las concentraciones de material particulado, porque baja el viento y es más difícil que se ventile la ciudad», explicó Jorquera al medio electrónico.
Cabe mencionar que efectivamente hay menos tráfico en las calles, el Ministerio de Transportes confirmó que se ha disminuido en un 80% la cantidad de pasajeros en los servicios del transporte público.
Eso sí, el transporte y la industria no son las únicas fuentes de contaminación en la capital, Jorquera asegura que también hay un factor residencial, el que «no se ve todavía, porque fundamentalmente no hace frío, pero cuando comience el invierno usarán las personas más calefacción», aclaró el experto.
«Una vez que se acabe la situación de la pandemia la economía no volverá instantáneamente a la situación que tenía, no rebotará inmediatamente. Por ello esto indica que vamos a tener un año 2020 con menos contaminación en general en la ciudad», concluyó Héctor Jorquera.
