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Tolerancia cero a la violencia contra la mujer Opinión

Tolerancia cero a la violencia contra la mujer

Mónica Zalaquett
Por : Mónica Zalaquett Ministra de la Mujer y la Equidad de Genero
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Las soluciones no son sencillas, requieren cambios culturales y modificaciones legales que nos permitan superar problemas que se arrastran hace décadas, hoy potenciados por la llegada del Covid-19 a nuestro país. La violencia contra la mujer requiere actuar con sentido de urgencia desde el Estado y desde el ministerio y el SernamEG, nos hemos enfocado en la prevención, denuncia y protección para miles de víctimas que hoy necesitan y cuentan con todo nuestro apoyo. Es cierto que aún hay mucho por avanzar, pero negar el esfuerzo realizado es también una manera de invisibilizar los alcances del trabajo de decenas de funcionarias y funcionarios de nuestro ministerio.


Estas lineas las usaré para referirme a la columna publicada por la vicepresidenta de la DC, Camila Avilés, denominada “Ministerio Invisible”, donde sin entregar mayores datos, acusa a esta cartera de no preocuparse de la equidad de género. Dada la relevancia del tema, creo necesario precisar algunos puntos.

Hemos dicho que la pandemia del Covid-19 nos afecta a todos, pero no a todos por igual y que lamentablemente la parte más compleja se la están llevando las mujeres, desde distintas dimensiones: salud emocional, trabajo, corresponsabilidad, situaciones de violencia intrafamiliar.

Las soluciones no son sencillas, requieren cambios culturales y modificaciones legales que nos permitan superar problemas que se arrastran hace décadas, hoy potenciados por la llegada del Covid-19 a nuestro país. Esto me llevó a convocar a una mesa amplia de mujeres líderes en distintos ámbitos, denominada Consejo Mujer Covid-19 para pensar en conjunto medidas urgentes para salir de esta crisis. Me honra decir que entre las convocadas hay destacadas figuras del partido de la autora de la columna.

[cita tipo=»destaque»]Creo firmemente también que, así como debemos combatir la violencia con fuerza, con la misma energía tenemos que impulsar la autonomía económica de las mujeres, ya que puede convertirse en una barrera contra la violencia y por eso hemos generado alianzas con Sence y Sercotec, entre otros organismos, para capacitar a cientos de mujeres e impulsar el emprendimiento. En la misma línea, hemos establecido mesas de trabajo con la industria minera y con la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), para abrir espacios laborales para las mujeres en todos los ámbitos.[/cita]

La violencia contra la mujer requiere actuar con sentido de urgencia desde el Estado y desde el ministerio y el SernamEG, nos hemos enfocado en la prevención, denuncia y protección para miles de víctimas que hoy necesitan y cuentan con todo nuestro apoyo.

Potenciamos nuestros canales de denuncia y orientación como el teléfono 1455 y el WhatsApp silencioso -número +56 9 9700 7000- que es confidencial y con atención 24/7 por especialistas en violencia. También implementamos, con la ayuda de las farmacias, la iniciativa denominada Mascarilla 19. Hemos insistido en que vecinos, amigos, familiares y todos tenemos la obligación de denunciar los actos de violencia contra la mujer. También hemos renovado la suma urgencia al proyecto de ley de Violencia Integral que fortalecerá, entre otros aspectos, las atribuciones del SernamEG para proteger a las víctimas. Además, estamos patrocinando la moción de la “Ley Antonia”, decisión que tomó el Gobierno luego de un encuentro que sostuvimos junto al ministro de Justicia, Hernán Larraín, con el padre de la joven y otra víctima de abuso.

Realizamos un convenio con el BancoEstado para, a través de sus 30 mil Cajas Vecinas en todo el país, informar a las mujeres sobre los canales de denuncia, apoyo y orientación que están disponibles y, creamos un proyecto piloto de entrega de pulseras de emergencia a mujeres que, en caso de que se encuentren en situación de violencia, puedan contar con una herramienta adicional de alerta.

Junto a Carabineros y el Ministerio Público garantizamos que las mujeres que necesiten pedir ayuda o denunciar situaciones de violencia puedan salir de sus hogares durante la cuarentena o los toques de queda, sin tener que solicitar o portar permiso alguno. Además, junto a SernamEG y los Juzgados de Familia solicitamos la prórroga y renovación de medidas cautelares que estaban por vencer.

Detectamos tempranamente que las solicitudes de retención al 10% de las AFP para pago de pensiones alimenticias adeudadas, significaron para muchas mujeres nuevas situaciones de violencia. Por eso, reforzamos nuestros canales de orientación y ayuda para quienes se sintieran en riesgo y, funcionarios de SernamEG salieron a terreno a ayudar a las mujeres tanto en el trámite de la solicitud de retención del 10% como para orientarlas, en caso de haber recibido alguna amenaza para coartarlas en su actuar.

Sobre la situación puntual de la “cultura del incumplimiento” en el pago de las pensiones alimenticias, impulsamos desde el este ministerio la conformación de una mesa integrada por el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Desarrollo Social y el Poder Judicial, para generar un proyecto de ley que nos permita resolver este problema definitivamente.

Creo firmemente también que, así como debemos combatir la violencia con fuerza, con la misma energía tenemos que impulsar la autonomía económica de las mujeres, ya que puede convertirse en una barrera contra la violencia y por eso hemos generado alianzas con Sence y Sercotec, entre otros organismos, para capacitar a cientos de mujeres e impulsar el emprendimiento. En la misma línea, hemos establecido mesas de trabajo con la industria minera y con la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), para abrir espacios laborales para las mujeres en todos los ámbitos.

Es cierto que aún hay mucho por avanzar. Pero negar el esfuerzo realizado es también una manera de invisibilizar los alcances del trabajo de decenas de funcionarias y funcionarios de nuestro ministerio.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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