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Según el Mapa de la Influencia Política, del laboratorio multidisciplinario de escucha de las redes sociales, Social Listening Lab, SoL-UC, el abanderado presidencial independiente a las primarias de Chile Vamos, Sebastián Sichel, ha logrado situarse en el polo que ocupa la extrema derecha dentro de las interacciones globales de los aspirantes a La Moneda, compartiendo el nicho que hasta hace poco solo encabezaba el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast. Si bien, dentro del estudio, se considera que podría haber una estrategia de la comunidad de JA Kast para competir en primera vuelta con quien menos votos le dispute, lo que arroja el análisis de sistemas complejos es que su comunidad digital –a la que se le reconoce un comportamiento de nicho y disciplinado para posicionar de forma concertada distintos TT (trending topics)– está levantando el nombre de Sichel respecto de los otros abanderados de la coalición por sus condiciones de hombre pro mercado, trasladando la influencia del candidato al extremo derecho de Chile Vamos, muy lejos de la imagen de hombre de centroderecha que busca proyectar el expresidente de BancoEstado.
“Tú no puedes ser un día UDI, otro día socialdemócrata, al otro día poner la bandera del orgullo gay, al otro día ser contrario al matrimonio igualitario. Tiene que haber mínima consecuencia en lo que decimos”. Esas fueron palabras recientes del candidato presidencial independiente Sebastián Sichel, en Canal 13, para mostrar el estilo zizagueante de Joaquín Lavín, en una especie de «zancadilla» de campaña para acortarle los pasos al candidato UDI, con miras a la primarias de la derecha del mes de julio. Pero las críticas, especialmente en redes sociales, no demoran en caerle encima a él también. En pocas horas ya le habían recordado que partió siendo DC, para luego pasar a Ciudadanos y, de ahí, en un tris, ponerse la chaqueta del Gobierno del Presidente Piñera, para asumir primero en Corfo y después como presidente de BancoEstado.
En la campaña sus movimientos parecen seguir el mismo patrón. Para llegar al sector de centroderecha y disputarle los votos a Mario Desbordes, explota su origen de clase media y hombre esforzado; y para llegar al voto de la derecha más dura, usa sus simpatías con cierta elite empresarial y sus vínculos con el piñerismo bajo Andrés Chadwick y Andrés Allamand. Pero sus lazos no se quedarían ahí. En el período de un mes, la comunidad digital de la extrema derecha, representada por José Antonio Kast, y que se caracteriza por ser una comunidad de nicho, extravagante pero muy disciplinada para generar trending topics, ha comenzado a mover sus fichas para irse cuadrando en el espacio digital con Sebastián Sichel.
En el informe elaborado hasta el 21 de mayo, el laboratorio multidisciplinario de escucha de las RRSS, Social Listening Lab, SoL-UC –que funciona en la Facultad de Comunicaciones de la UC y viene realizando en el último tiempo análisis periódicos que dan cuenta de la capacidad real de los candidatos o candidatas de transmitir con éxito sus mensajes y, así, lograr influir en la opinión pública–, comenzó a detectar que la influencia de Sichel, siempre caracterizada por un bajo un impacto digital y un bajo nivel de diversidad en su alcance, comenzó a compartir en la red el mismo espacio de JA Kast.
Según las gráficas de la medición, el abanderado independiente se ha situado en el mismo nicho de interacción que el líder del Partido Republicano, apareciendo claramente en el polo de la extrema derecha.
En esta línea, uno de los investigadores del Social Listening Lab, SoL-UC , el físico y experto en Sistemas Complejos, Cristián Huepe, explica que, en las mediciones anteriores, la comunidad de Kast se mantenía muy apartada de la conversación política de los otros candidatos, generando interacciones de nicho. En efecto, en las gráficas hasta el 19 de abril se observaba que la comunidad de JA Kast se comportaba como una trinchera digital ejemplar, modo que su universo de influencia está fuera del resto de los candidatos.
En el informe de las primeras semanas de mayo, lo que se observa –según el análisis del experto– es que tanto Sebastián Sichel como José Antonio Kast comienzan a compartir espacio en la comunidad, beneficiándose Kast de la diversidad de alcance de Sichel, y este último, de las menciones de apoyo a su candidatura de la comunidad de extrema derecha de Kast. «Hay mucha discusión en la comunidad del Partido Republicano, con una serie de otros candidatos, para apoyar a Sichel”, explica.
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*Vea aquí mapa de mayo en alta resolución
Otro de los investigadores, el antropólogo social y experto en conflictividad, Claudio Villegas, opina que esto se puede explicar por un “cierto incentivo vertical, desde los liderazgos de ese sector, como Sergio Melnick, que han dado apoyo o han dicho que irían a votar por él”. A su juicio, este apoyo o simpatía pasa por una decisión estratégica: la de competir en primera vuelta con el rival menos complejo. A eso se suma un posible voto de castigo a los partidos políticos y sus candidatos, como ocurrió el 2009 con Sebastián Piñera.
Villegas destacó además que “Sichel representa más al pro mercado y pro libertad, más que a un conservador clásico”. Algo en lo que coinciden algunos en Chile Vamos, que aseguran que por eso logra apoyos, que incluyen a grandes empresarios; a una ex DC, como Mariana Aylwin; a una derecha más dura, como la del senador Alejandro García-Huidobro o Marcela Cubillos; al piñerismo, como Andrés Chadwick; y, últimamente, a la extrema derecha.
En síntesis se podría concluir que la conversación en torno a las primarias arrastró a Sichel hacia el núcleo duro de Kast, puesto que esta comunidad discute por quién votar. Tanto la estructura de red, como en tweets e iconografía de memes, se sugiere que simpatizantes del Partido Republicano irían a votar por Sichel en las primarias.
El analista y columnista Germán Silva coincidió en que se trata de una movida más estratégica. “Al grupo de José Antonio Kast le conviene un personaje que parezca más de centro, no le conviene Lavín, claramente es una estrategia súper bien planificada”. A su juicio, por el lado de Kast es una apuesta pragmática, mientras que desde el piñerismo hay un intento de salvar el legado. Además, agregó que “con independientes hay más margen, más capacidad de negociar solo, sin preguntarle a nadie. Hay un juego de ajedrez bien pensado”.
En un sector de Chile Vamos han dejado claro que Sebastián Sichel es un candidato que, más allá de su independencia política, responde a varios intereses: empresarios –como Juan José Santa Cruz y Jorge Errázuriz–, La Moneda –a través de la familia Chadwick–, entre otros.
Son varios los que han manifestado aquello, como la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien en El Mostrador afirmó que “él es el candidato de aquellos empresarios que no quieren perder privilegios, de los institutos de estudio que no quieren perder influencias y de los políticos que no quieren perder poder”. El diputado del mismo partido, Jorge Alessandri, tras el anuncio de la urgencia al proyecto de matrimonio igualitario, dijo en Canal 13 que “queda claro que Sichel es el candidato de La Moneda, el candidato del Presidente”. A lo que se sumó el candidato de RN y el PRI, Mario Desbordes, en Radio Pauta. “Lo único que exijo es que no se intervenga desde La Moneda en las primarias”, dijo.
Tanto en el Partido Republicano como en otros sectores de la extrema derecha, aseguraron que no pretenden tener incumbencia en las primarias de la coalición de Gobierno, porque puntualizaron que “el candidato natural de este sector y de la derecha real es José Antonio Kast”. Eso sí, varios reconocen en Sichel una “mayor coherencia” que en otros candidatos y lo ven como “alguien que desarma el esquema y se hace una opción un poco más viable”. De hecho, un personero del sector afirmó que “el traidor es más odiado que el enemigo”, y por eso hay una mejor evaluación de Sichel que de Lavín. Sobre Desbordes y Briones, consideran que “no representan las ideas de la derecha”.
Uno de los integrantes del Partido Republicano, en tanto, José Manuel Rojo Edwards, reafirmó que el candidato que concita los apoyos del sector es JA Kast, a quien todavía el partido debe proclamar. “La ventaja de José Antonio Kast es que usted puede estar a favor o en contra de lo que piensa, pero sabe perfectamente lo que piensa, y sabe que va a responder y a actuar respecto a su pensamiento, que es algo que no pueden demostrar los candidatos de Chile Vamos, que vemos un día en una postura y otro día en otra”, sentenció.
Mediante el análisis y procesamiento de grandes cantidades de datos recopilados de conversaciones digitales, principalmente en Twitter, este modelo para medir la influencia se enfoca en las características sistémicas de la conversación política en redes. Esto es, la calidad de las interacciones y su transversalidad en el ambiente, y no solo quién acumula más o menos interacciones o qué tuits reciben más likes.
De allí que sean necesarios dos indicadores: Impacto Digital, en función de la calidad de las interacciones, o sea, qué tan influyentes son los que se conectan contigo; y Diversidad de Alcance, en función de la transversalidad de las interacciones, o sea, qué tan asociadas a un grupo o a varios grupos están las conexiones.»
Dentro de las principales conclusiones se desprende que Gabriel Boric, candidato presidencial del Frente Amnplio, capitalizó su imagen durante la última quincena. La razón fue la combinación de su campaña de firmas, su éxito en proceso constituyente y su posicionamiento intermedio entre la centroizquierda y la izquierda radical.
En el caso del candidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, durante la últimas semanas su impacto digital no suele alterarse ni cambiar de manera evidente, no recibiendo impactos digitales positivos o negativos tras la elección de constituyentes y alcaldes.
Una de los grandes cambios en pérdida de influencia fue Pamela Jiles, quien cayó drásticamente en diversidad y su comunidad comenzó a experimentar un proceso de desintegración.
