NUEVA CONSTITUCIÓN
Crédito: Convencion.tv
La ceremonia partió con retraso y con reclamos de algunos constituyentes por la “represión” en las cercanías del edificio, y tuvo que ser suspendida luego de un diálogo entre la secretaria del Tricel y algunos de los convencionales. Se trata de una jornada histórica, marcada desde temprano por las ceremonias de pueblos originarios en cerro Huelén y las movilizaciones de adherentes de la Lista del Pueblo, Apruebo Dignidad, el Colectivo Socialista, entre otros, que acompañaron a los constituyentes hasta la sede del ex Congreso en Santiago donde se realizara la ceremonia de instalación. Junto a la toma de aceptación de las nuevas autoridades, estas deberán resolver posteriormente otro nudo, la elección de presidente (a) y vicepresidente (a) de la entidad [EN DESARROLLO]
La tensión ha marcado la jornada de instalación de la Convención Constitucional, feminista, diversa y con representación de pueblos originarios, una jornada histórica donde se comienza la tarea de redactar la Constitución que reemplazará la vigente que data de la dictadura de Augusto Pinochet.
Se trata de un día histórico, que desde temprano estuvo caracterizado por las movilizaciones, con las ceremonias de pueblos originarios en el cerro Santa Lucía (Huelén) y las movilizaciones de adherentes de la Lista del Pueblo, Apruebo Dignidad, el Colectivo Socialista, entre otros que acompañaron a los constituyentes hasta la sede del ex Congreso donde se realizará la ceremonia de instalación.
El evento estaba programado para las 10 horas, pero la ceremonia partió con retraso y luego tuvo que ser suspendido por los reclamos de algunos constituyentes por la “represión” en las cercanías del edificio, debido a los incidentes entre Carabineros y manifestantes en el sector.
El evento es dirigido por la secretaria del Tribunal Calificador de Elecciones Carmen Gloria Valladares, quien fue finalmente la persona encargada de dirigir la sesión de instalación de la Convención Constitucional de acuerdo el decreto exento Nº 1.684.
Pero mientras se entonaba el himno nacional interpretado por Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles FOJI, grupos de convencionales constituyentes gritaron «Libertad a los presos por luchar», y “no a la represión”, y tras un diálogo con la secretaria del Tribunal Calificador de Elecciones, ésta aceptó suspender la ceremonia.
Valladares es la encargada de la lectura del acta de proclamación, y de la nómina de los 155 convencionales constituyentes, para dar paso luego a la toma de aceptación de las nuevas autoridades.
Pero la jornada además debe resolver otro nudo, como la elección de presidente o presidenta de la Convención que estará integrada por 37 convencionales de Chile Vamos, 28 de la Lista Apruebo Dignidad (FA y PC), 27 que provienen de la Lista del Pueblo, 25 de la Lista del Apruebo (Unidad Constituyente), 11 Independientes No Neutrales, 10 independientes y 17 que se eligieron por escaños reservados para los pueblos originarios.
Sobre la mesa están los nombres de Elisa Loncón, constituyente por el Pueblo Mapuche, Patricia Politzer de Independientes No Neutrales, o Cristina Dorador, mientras desde Chile Vamos confirmaron temprano que también presentarán su propia carta, sin adelantar sus nombres.
Para el mecanismo de definición, desde el grupo de Constituyentes Autoconvocados propusieron una elección estilo papal de la mesa directiva con votación a viva voz y sin secretismo. Es decir, que los y las 155 convencionales son candidatos potenciales, y se harían 3 rondas de votaciones.
En la primera, cada constituyente mostrará un papel y nombrará a quien propone para el cargo. De ahí se escogerían a las 5 mayorías. La segunda ronda, a viva voz, se escogerían las 2 mayorías, y en la última la definición entre esos 2 nombres, también a viva voz.
Zanjado el nombre del presidente, quien resulte electo (a) debe subir a la testera y tomar la elección de vicepresidente o vicepresidenta, establece luego el programa.
Otro nudo de la jornada será la definición de un reglamento para el funcionamiento del órgano para arrancar el trabajo de la convención, un punto donde varios de los constituyentes se han inclinado por la posibilidad de establecer un reglamento provisorio.
