PAÍS
La sociedad puede pasar con rapidez de la fatiga de la pandemia a una fatiga constituyente. Salvo que en estas cuatro semanas se estructurara un gran acuerdo de reformas consensuadas al actual texto. Pero eso podría ser si fuésemos nórdicos. La capacidad de construir consensos hoy está como la defensa de la U. Peor aún es cuando algunos líderes piensan que los problemas de Chile son generacionales, es comprensible. Nunca vieron jugar a Quintano, ni siquiera a Astengo. Qué decir de don Elías. No basta con tener la pelota, hay que saber qué hacer con ella. Manejar los tiempos, hacer pases en profundidad. El Rey Pelé debutó a los 16 años en el Mundial de Suecia, pero siempre jugó en equipo, nunca les faltó el respeto a Vavá ni a Garrincha ni a sus demás compañeros.
A menos de un mes del plebiscito, la sociedad y la política se dividen. No es sano para el futuro; cualquiera sea el resultado, seguiremos conviviendo. Mas aún cuando la base productiva requiere de una pronta reactivación. Es claro que esta reanimación no vendrá automáticamente del exterior. Es más claro que la construcción de un nuevo pacto social es responsabilidad exclusiva de los chilenos.
La cúpula gobernante sigue cometiendo errores no forzados, la oposición de derecha se muestra poco en el debate constitucional. Mientras, la sociedad debate su cotidianeidad entre el anhelo de seguridad y el alza de precios. En el sur la zona roja se amplía hasta la Región de los Ríos. ¿Creará, el resultado del 4/7, condiciones para un nuevo escenario? Dos procesos se avizoran: un necesario recambio de parte del equipo gobernante, y una segunda ronda –de imprecisos contornos hoy– en materia constitucional. Cualquiera sea el resultado, será el actual Congreso uno de los escenarios en que se dilucidarán estos temas.
Una gran paradoja se puede avecinar. El 80% voto por una nueva Constitución y que, en su confección, no participase el Congreso. Dado el eventual resultado del 4/7, sea por la vía de las leyes de transición o por la validación de un nuevo proceso constituyente, el Congreso y los partidos políticos podrían ser actores fundamentales.
El mundo remecido por peleas entre perros grandes, aunque algunos analistas juzgan nuestra política exterior por quien acompaña al Presidente en el auto. La era de la globalización arrolladora sufre a lo menos una pausa, y nadie puede decir con certeza cómo saldremos de esta. Vital para una economía tan abierta como la nuestra.
La sociedad puede pasar con rapidez de la fatiga de la pandemia a una fatiga constituyente. Salvo que en estas cuatro semanas se estructurara un gran acuerdo de reformas consensuadas al actual texto. Pero eso podría ser si fuésemos nórdicos. La capacidad de construir consensos hoy está como la defensa de la U.
Peor aún es cuando algunos líderes piensan que los problemas de Chile son generacionales, es comprensible. Nunca vieron jugar a Quintano, ni siquiera a Astengo. Qué decir de don Elías. No basta con tener la pelota, hay que saber qué hacer con ella. Manejar los tiempos, hacer pases en profundidad. El Rey Pelé debutó a los 16 años en el Mundial de Suecia, pero siempre jugó en equipo, nunca les faltó el respeto a Vavá ni a Garrincha ni a sus demás compañeros.
