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Encuesta CEP, nueva Constitución y futura gobernabilidad mapuche Opinión

Encuesta CEP, nueva Constitución y futura gobernabilidad mapuche

Álvaro Zavaleta Sahr
Por : Álvaro Zavaleta Sahr Cientista político, UDP.
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Hablando sobre la búsqueda de tierras, el conflicto sobre ellas no se resolverá fácilmente en un futuro próximo, pero al menos en la propuesta de nueva Constitución se busca una categorización inédita de las tierras en conflicto: «Dentro del plazo de un año desde la entrada en vigencia de esta Constitución, el Presidente de la República convocará a una Comisión Territorial Indígena, la cual determinará catastros, elaborará planes, políticas, programas y presentará propuestas de acuerdos entre el Estado y los pueblos y naciones indígenas para la regularización, titulación, demarcación, reparación y restitución de tierras indígenas».


Mucho se habla sobre los resultados de la encuesta especial que realizó el Centro de Estudios Públicos (CEP) sobre percepciones y expectativas de habitantes de las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

Dentro de las preguntas, se encuentran ciertas temáticas que se relacionan con el territorio y la gobernabilidad de este, resultando importantes para entender a los mapuche de la zona.

Cuatro respuestas son las que involucran temáticas de gobernabilidad entre los mapuche:

  • 70% está en contra de un Estado independiente.
  • 59% rechaza el uso de la fuerza para reclamar tierras.
  • 48% prefiere que Chile sea un Estado nación donde las personas conviven sin distinción de pueblos, culturas o naciones.
  • 30% se inclina por un Estado multicultural donde convivan diferentes culturas.

Independientemente de qué tan exacta (o no) sea la encuesta realizada por CEP, nos otorga algunos indicios de la opinión mapuche.

Primero desmiente los rumores de que la plurinacionalidad y los mapuche van a generar un Estado independiente. Ni la propuesta de nueva Constitución lo permite y al parecer ellos tampoco así lo desean, esto porque un Estado independiente es lejano a las autonomías territoriales indígenas consagradas en la propuesta.

Segundo, existe una mayoría que busca evitar la violencia para conseguir tierras. Esto obviamente no es negar la realidad, claramente existen grupos que buscan conseguir tierras a través de la violencia, sin embargo, es reconfortante saber que existen varios que buscan la restitución de forma pacífica a través de la negociación.

Tercero, y creo que acá está el punto más divergente, dentro de la gobernabilidad misma dentro del territorio, si bien las dos últimas respuestas hablan de un Estado unitario, un 48% aboga por evitar una mayor distinción cultural y otro 30% sí busca reconocimiento de sus diferencias culturales.

Si vemos la nueva propuesta constitucional, esta de hecho aplica un modelo más cercano a la segunda opción, donde se reconocen pueblos diferentes y se busca reconocer esas diferencias a través de diversos mecanismos (pluralismo jurídico, autonomías territoriales indígenas, etcétera).

Según los resultados de la encuesta, a grandes rasgos se puede observar que los mapuche no buscan aislarse ni ser un pueblo independiente del Estado chileno. Buscan paz para la solución de conflictos y algunos debaten sobre el reconocimiento que su cultura deba tener dentro del territorio.

Si la nueva Constitución se llegara a aprobar, esta información puede ser útil para el futuro. Lo bueno es que la nueva Carta Magna tiene mecanismos que permiten justamente decidir a los pueblos indígenas cómo llevar su gobernabilidad territorial; la misma autonomía territorial indígena o el pluralismo jurídico (los cuales calzarían mejor con el grupo que busca mayor reconocimiento) son opcionales y quienes quieran podrán requerirlo, dejando a los dos grupos decidir dentro de sus comunidades.

Sobre otras temáticas, como el reconocimiento de la lengua mapudungun, sus instituciones o sus diversas expresiones socioculturales, tendremos que ver cómo recae en la opinión pública mapuche, ya que, si bien según la encuesta están en contra de estos reconocimientos específicos, la realidad es que estos reconocimientos son iguales a los que ya existían con instituciones y prácticas chilenas, lo cual equivaldría simplemente a equiparar la balanza en términos de reconocimiento sociocultural, incluso se podría argumentar que con la Constitución vigente sí existe una diferencia de reconocimiento constitucional.

Ya hablando sobre la búsqueda de tierras, el conflicto sobre ellas no se resolverá fácilmente en un futuro próximo, pero al menos en la propuesta de nueva Constitución se busca una categorización inédita de las tierras en conflicto: «Dentro del plazo de un año desde la entrada en vigencia de esta Constitución, el Presidente de la República convocará a una Comisión Territorial Indígena, la cual determinará catastros, elaborará planes, políticas, programas y presentará propuestas de acuerdos entre el Estado y los pueblos y naciones indígenas para la regularización, titulación, demarcación, reparación y restitución de tierras indígenas».

Esto puede sentar un precedente al momento de la negociación sobre conflictos territoriales mapuche, presentando una búsqueda de soluciones no solamente más ordenada, sino también basada en una lógica de acuerdos y conversación, la que justamente calza con la mirada más pacífica que buscan los mapuche según la encuesta CEP.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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