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Una o dos listas de consejeros: un flanco abierto que desafía a la muñeca política del Gobierno   PAÍS Comité político del lunes 23 de enero antes de que el Presidente viajara a Buenos Aires por la CELAC.

Una o dos listas de consejeros: un flanco abierto que desafía a la muñeca política del Gobierno  

María Arriagada y Rodrigo Córdova
Por : María Arriagada y Rodrigo Córdova Periodistas de El Mostrador
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Que las coaliciones gubernamentales vayan en una o dos listas en la elección de consejeros constitucionales es el gran dilema del oficialismo, cuyas consecuencias políticas, en una dirección u otra, escapan al mero cálculo electoral. Para una parte del Socialismo Democrático, llevar dos asegura una mayor diversidad, mientras que, para otros, ello significa regalar en bandeja la elección a la derecha. Pero más allá del rendimiento de las listas, lo que está en juego –según diversos observadores– es quién se apodera del relato del Gobierno, qué coalición quedará como la líder del oficialismo. Y en esa puja, La Moneda tomó partido por una lista y evitar, así, una crisis que debilite todavía más al Ejecutivo.


Enfrentar las contiendas electorales “con la mayor unidad” fue una de las conclusiones del último cónclave convocado por el Presidente de la República, Gabriel Boric, y que tuvo lugar en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, Viña del Mar, el domingo 6 de noviembre. Aquello, además del logro principal: haber conformado una sola alianza que reúne a las dos coaliciones. Sin embargo, a la salida de dicha instancia, un dirigente del Socialismo Democrático lo matizaba y explicaba que esto no quería decir necesariamente lista única para el proceso constituyente, ya que –según la fuente– cada alma del Gobierno era capaz de convocar a un electorado distinto.  

Pasados los meses, y con el plazo de presentación de las listas para la elección de consejeros constitucionales fijado para el 6 de febrero –con elecciones el 7 de mayo–, las diferentes coaliciones empiezan a dibujar los límites políticos que definirán para ir a elecciones. Este lunes 23 de enero, los partidos de la alianza de Gobierno llegaron pasadas las 9 de la mañana a la sede del PS, para seguir las tratativas con el objetivo de armar uno o dos pactos para los candidatos a consejeros: no se logró tomar una decisión. 

Desde Chile Vamos, por ejemplo, ya declararon ir en una lista que dejará fuera al Partido Republicano y buscarán presentar una que incluya a sectores más de centro, como Amarillos y Demócratas. Sin embargo, en el oficialismo la historia aún no se define. Una opción sobre la mesa es que el Socialismo Democrático se presente como una lista aparte a la de Apruebo Dignidad, junto con la Democracia Cristiana, opción hasta ahora apoyada por el PPD y el PR. Como mínimo, puede generar tensiones y hacer más evidentes las diferencias, pero bajo la superficie –y según académicos– implica una derrota para el Gobierno. 

Después de la frase del exsenador Guido Girardi (PPD), en la que calificó que una única lista sería la del Gobierno y, por lo tanto, “la lista del indulto”, los ánimos en los partidos oficialistas se alteraron y las reacciones no se hicieron esperar. 

La ministra del Interior, Carolina Tohá, también PPD, afirmó –respecto de lo dicho por Girardi– que «requiere mucha explicación de por qué se hizo y para qué». Por su parte, el presidente del PC, Guillermo Teillier, señaló que «uno podría decir que la lista del PPD será la lista de SQM. Pero si entramos en esa descalificación, no vamos a llegar a ninguna parte, ni con una sola lista ni con dos listas». Así, se acrecentaron las diferencias y, con esto, distintos personeros han declarado sus preferencias y lo que significa el hecho de ir en una conjunta o en listas separadas.  

En tal sentido, existen dos líneas. La primera, que representa al Gobierno, es la de presentar una lista única. El presidente de Comunes, Marco Velarde, se manifestó firme en el planteamiento de que la lista única da cuenta de “la voluntad de diálogo y articulación del oficialismo». Además, agregó que algunos personeros del oficialismo –como Girardi– deben responder al llamado del Jefe de Estado: «Este es el Gobierno del Presidente Boric, pero también lo es de esta alianza constituida por Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Estamos haciendo un trabajo por conseguir unidad, que no se llega a tener de la noche a la mañana. Tener lista única es una de las vallas que debemos superar para poder reafirmar el que somos una alianza de Gobierno. Al ir en dos listas, perdemos lo que venimos haciendo por meses», subrayó.

En esa misma línea, la vicepresidenta de CS, Ximena Peralta, y el secretario general del PS, Camilo Escalona –en una columna de opinión publicada en La Tercera–, dieron señales claras de que la lista única era el camino a seguir : “Trabajar juntos y no divididos debe ser un principio para impulsar un nuevo pacto social sobre la base del Estado social y democrático de derecho”. Asimismo, añadieron que las diferencias que se acentúan ahora, son un motivo más para presentarse en una misma lista: “Cuando distintas tradiciones y generaciones confluimos en una alianza política, podemos trabajar para hacer de dicha diversidad y amplitud una potencia y no una debilidad”.  

La diputada de Revolución Democrática, Catalina Pérez, es una de las figuras del oficialismo que defiende la lista única. “Cuando dos coaliciones, llamadas a trabajar en unidad por el bien de Chile, se dedican a competir entre sí, se genera un problema evidente. Hemos trabajado muchísimo por la unidad de la alianza de Gobierno y no deberíamos dar ni un paso atrás”, señala la abogada.  

Respecto a la insistencia del Gobierno en la lista única, Pérez afirma que “es lógico que en esto el Gobierno vele por lo que considere mejor para la convivencia entre las coaliciones que lo conforman”, gesto que la diputada comparte. Respecto a si es más conveniente o no una lista única o listas separadas, la diputada oficialista cree que siempre será más conveniente la cohesión y la unidad de los partidos oficialistas.  

Al interior de Apruebo Dignidad algunos afirman no comprender por qué el Socialismo Democrático iría en una lista separada, puesto que –desde su punto de vista–, y gracias a las doce bases acordadas que guiarán el proceso constituyente, “hay un solo tema principal para el eje: garantizar el Estado social y democrático de derecho”.

Está el análisis de que “lo demás quedó amarrado», por lo que aseguran que no habría diferencias significativas entre lo que impulsarán, por ejemplo, el PPD y una colectividad de Apruebo Dignidad.

La otra línea, que tiene como punta de lanza la frase de Girardi, es la que ya define la existencia de dos listas. José Toro, secretario general del PPD, puntualiza que las dos listas no tienen una intención de dividir al oficialismo: “Para nosotros no tiene que ver con desmarcarse del Gobierno, no es el fundamento. Al contrario, el fundamento está en ampliar la brecha de apoyo al Gobierno”. Toro piensa que es una estrategia que le brindará espaldas al oficialismo: “Dos listas amplían esa mirada (de Gobierno), representar las diversidades y, por lo tanto, llegar a públicos distintos”.  

Se le planteó al representante del PPD el análisis de que, en el caso de que el Socialismo Democrático tenga mejores resultados en las elecciones, ello significaría más poder político y, con eso, el Gobierno debería ceder cargos a los partidos de la ex Concertación. Ante eso, Toro afirma que “no es pérdida, porque el Gobierno está compuesto por dos coaliciones, por eso hay que desdramatizar. Esto no se puede ver con cómo se cruzan las coaliciones, sino más bien tiene que verse con cómo representamos mejor y cómo ayudamos a que el Gobierno crezca. No es solo la pelea entre AP y SD”.  

Si bien señala no tener claro por qué La Moneda insiste con la lista única, advierte que quizá tiene que ver con los temores que arrojan las elecciones, sin embargo, dice que “puede que Apruebo Dignidad saque más votos que nosotros y que nos ganen. No lo sabemos”. 

Ahora bien, los dichos de la ministra Tohá, para él, son un llamado a la unidad en el sentido de ser capaces de ir en dos listas y, aun así, conservar la cohesión: “Da un camino de un nuevo relacionamiento de un pacto político, también pone un punto importante, que es si los partidos vamos a estar a la altura de mantener la unidad en una campaña que no va a estar puesta en las agresiones, sino más bien en las propuestas de país que como Socialismo Democrático tenemos”. Ante ese llamado, asegura Toro, “vamos a estar a la altura de lo que nuestra ministra nos pide”.  

La razón detrás de una lista única 

Mauricio Morales, académico de la U. de Talca, destaca cuatro peligros que el Ejecutivo puede identificar en la opción de dos listas y que pueden ser determinantes para que el Gobierno esté empujando una lista única del oficialismo: la división; la responsabilidad del resultado; el bajo rendimiento electoral; y el posicionamiento de una coalición sobre otra. 

Respecto al primer problema que podría significar para La Moneda llevar dos listas, vale decir, el de la división, Morales explica que sería un signo de que el Gobierno no fue capaz de aunar a su base en una lista, sobre todo después que fue explícito que Boric pidió que se conformara una sola alianza gubernamental entre las dos coaliciones.  

En cuanto a la responsabilidad del resultado, si se va en una lista, este se asume de manera compartida. En tanto, con dos listas, Morales asegura que se arriesgan a un bajo rendimiento electoral.

Tomás Duval lo explica. El académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la U. Autónoma describe que, en términos electorales, una lista es más eficiente, ya que “como se eligen en magnitudes pequeñas, de dos, tres y cinco (circunscripciones senatoriales), la acumulación de votos en una lista puede ser más efectiva que ir en dos”.  

En relación con el posicionamiento de una coalición sobre otra, Morales señala que aquella que saque más votos y más escaños, “quedará automáticamente como la líder” de la alianza de Gobierno. Asegura que el Presidente debe querer evitar la competencia entre ambas, “cuestión que igual existiría al ir en una sola lista, pero que quedaría más en evidencia al ir en dos pactos distintos”.  

Kenneth Bunker, director del sitio de análisis electoral Tres Quintos, sostiene que “si compiten en dos y gana el Socialismo Democrático, el Gobierno va a quedar más debilitado. Por eso al Frente Amplio y al Partido Comunista les conviene mucho hacer ese pacto», precisa. 

Bunker agrega que el Gobierno tiene un bajo nivel de aprobación, «no está pasando por un buen momento” y, en tal sentido, interpreta que desde octubre de 2019 pareciera “venir de vuelta la marea, pareciera ir yendo hacia el centro. En este contexto, el Gobierno llega a esta elección de capa caída, por lo tanto, le conviene repartir las pérdidas con otro sector”.    

Duval, en tanto, explica que toda elección dentro de una administración gubernamental afecta a quien está en el poder, pues “la ciudadanía vincula a esos candidatos con una evaluación y percepción que tenga del Ejecutivo. Y en este momento, este está pasando por una mala evaluación pública, y también el Presidente», puntualiza.   

Por su parte, Morales recalca que la crisis económica y la crisis de seguridad pública “impactaron negativamente en el volumen de votación para la o las listas del Gobierno. Eso es inevitable. Es muy difícil que esa o esas listas sean exitosas con una aprobación inferior al 40%”, sostiene.

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