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Pizarro y Fernández, cara y contracara

Pizarro y Fernández, cara y contracara

Andrés Alburquerque
Por : Andrés Alburquerque Periodista El Mostrador Deportes
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de ese muchachito que se deleitaba con sus dribblings y regates ya no queda casi nada. A poco de llegar a Udinese, al “Fantasista” lo anestesiaron. Primero a golpes (los rivales), luego a retos (los compañeros y sus entrenadores). Pizarro tuvo que aprender a dejar la magia en el camarín, porque en el calcio la chistera no entra a la cancha.


Hace 21 años, el periodista viñamarino Alejandro José Martínez me advirtió de un muchacho de las divisiones menores de Wanderers, proveniente del Cerro Estrella, que se daba el irresponsable lujo de pasarse a todos los rivales que le salían al frente y devolverse para volver a sortearlos.

Exagerado o no, Martínez sabía que ese futbolista sería extraordinario. Debutó por los wanderinos en 1996, cuando sumaba apenas 15 años, y pronto los ojos del mundo se fijaron en él.

Lo que me imagino no estaba en los cálculos de nadie era que se convertiría en el jugador chileno con más temporadas en Europa. David Pizarro cumple su decimoséptima temporada en Italia, quizás la liga más importante de mundo.

Pero de ese muchachito que se deleitaba con sus dribblings y regates ya no queda casi nada. A poco de llegar a Udinese, al “Fantasista” lo anestesiaron. Primero a golpes (los rivales), luego a retos (los compañeros y sus entrenadores). Pizarro tuvo que aprender a dejar la magia en el camarín, porque en el calcio la chistera no entra a la cancha.

Matías Fernández nació Buenos Aires, el 15 de mayo de 1986 y tenía 11 ó 12 años cuando empezó a admirar a Pizarro y a otros tantos, cuando se dio cuenta de que el fútbol era su vida.

Ya a los 20 años deslumbró en Colo Colo con una campaña espectacular, que lo llevó a ser elegido mejor futbolista del continente.

Claro, en 2006 anotó 41 goles, incluyendo nueve en la Copa Sudamericana y fue figura en los campeonatos de Apertura y Clausura.

Su salto a Europa era lógico. Pero su escasa participación en la liga española con el Villarreal escapó de lo racional. No era el mismo. Perdió velocidad y picardía, y no acertaba con pases de gol o disparos de distancia. Ni siquiera de tiro libre, una de sus especialidades.

Cuando pasó al Sporting de Lisboa, a mediados de 2009, los números lo acompañaron al comienzo. Tuvo la regularidad que le faltaba, pero nunca llegó al nivel exhibido con los albos.

Fernández pagó un alto precio por su temperamento extremadamente tímido. De otra manera no se explica que sus opacas actuaciones en el Viejo Continente se vieran matizadas por contundentes partidos por la “Roja” (como que fue el segundo máximo goleador de Chile en las clasificatorias Sudáfrica 2010).

Rodeado del afecto de los suyos, el “Mati” se transformaba. Volvía el brillo a sus ojos y la magia a sus pies, aunque, al igual como le sucedió a Pizarro, Fernández comprendió pronto que en Europa no hay que pestañear, y que más vale deshacerse pronto del balón en vez de amagar y recibir un planchazo demoledor o la marca de tres “roperos de tres cuerpos”.

Esta temporada, el “Mati” ha vuelto al nivel de hace años (o al nivel que exhibe en la selección, si usted quiere) y es titular indiscutido en la Fiorentina, que está cumpliendo una buena campaña y disputa la clasificación a la próxima edición de la Europe League.

Y, sobre todo, cuenta con la confianza del técnico VincenzoMontella.Tanto así, que lo incluyó en la lista de jugadores que jugarápor los dieciseisavos de final de la Europa League 2014-2015. El chileno se había perdido por lesión (la misma que lo dejó al margen del Mundial de Brasil) los encuentros de la fase de grupos, pero Montella lo explicó con claridad: “Mati se lo merecía por lo que ha hecho en el calcio”.

Así que Fernández espera ser un aporte ante el TottenhamHotspur de Inglaterra, en partidos de eliminación directa, que parecen a primera vista muy cerrados. Porque el equipo adiestrado por el argentino Mauricio Pochettino (otro de los discípulos de Marcelo Bielsa) realiza también una excelente temporada y viene de vencer al Arsenal.

Este fin de semana, en tanto, la “Fiore” superó 3-2 al Atalanta de Pinilla y Carmona, con dos habilitaciones de Fernández y una buena actuación de Pizarro, que a los 35 años ha reverdecido laureles en la línea media violeta.

La regularidad y el buen juego alcanzado por ambos abre otra vez la interrogante. ¿Estarán en la otra vez en la mente de Jorge Sampaoli?

Los amistosos de marzo ante Irán y Brasil podrían despejar las dudas.

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