La octava fecha del torneo registró la recuperación azul tras 6 partidos sin victorias, mientras que Palestino no aprovechó la licencia de los dos expulsados albos y Católica tropezó sin caer ante el sorprendente San Marcos en Arica.
Una victoria con angustia en Talcahuano sacudió los pesares de Universidad de Chile luego de seis fechas sin victorias –cinco locales y una de la Copa Libertadores- y esos tres puntos le impulsaron fuertemente para despegarse de los pesadillescos últimos puestos de la tabla del Clausura. Sin brillar ni sepultar sus fantasmas, sin embargo, los azules acertaron dos frentazos que liquidaron la resistencia de Universidad de Concepción para un 2-1 final que llevó alivio a miles de seguidores que en las últimas semanas fluctuaban desde el pesimismo hasta la típica reacción desesperada de pedir la cabeza del director técnico Martín Lasarte.
La U escaló en el tobogán del torneo, pero ahora deberá ratificar su presunta recuperación futbolística en el marco internacional de la Copa en un jueves de altas exigencias.
En otro hito del balance del fin de semana futbolero, Universidad Católica terminó con el credo en la boca en Arica, rescatando un empate 3-3 de tono vibrante y espectacular en el minuto final gracias al acierto de su goleador Roberto Gutiérrez. Y aunque la UC no sea la “máquina” demoledora que su crítica partidaria postula, los nuevos tiempos le muestran como un equipo que apela al temperamento y la actitud cuando no le basta con el volumen de juego.
Algo así ocurrió en el norte, donde San Marcos volvió a dar una muestra de su solidez y de aquellos merecimientos colectivos que le mantiene insospechadamente entre los animadores estelares del campeonato.
Tan llamativa como la campaña de los ariqueños es la de Cobresal, que está en la vanguardia del campeonato después de vencer por la cuenta mínima a Wanderers, que ha ido perdiendo altura y consistencia sin alcanzar el rendimiento del torneo anterior.
Mientras tanto, en el estadio Monumental se vivió un partido tan emocionante como atípico. No es común ni frecuente que a los albos les expulsen a dos figuras estelares durante el primer tiempo. Y esta vez sucedió por un codazo violento que significó la salida de Emiliano Vecchio primero y del mismísimo Humberto Suazo por una infracción y un supuesto insulto al árbitro, más tarde. Claro que esos golpes impensados no impidieron que Colo Colo levantara a su público con un segundo tiempo de intensa lucha y temperamento que le permitió ponerse en ventaja con un tiro libre afortunado de Jaime Valdés –que desvió la barrera-, frente a un Palestino que hasta allí acumulaba méritos sin conseguir traducirlos en goles… Sin embargo, la alegría fue efímera porque casi enseguida el Tiburón Ramos acertó un cabezazo que daría cifra definitiva a un empate no exento de emociones y controversia.
Sobre el cierre, incluso, César Valenzuela desaprovechó la ocasión del triunfo desviando encima del arco, y finalmente se selló una igualdad que lamentaron los “paisanos” y que para los albos tuvo tintes de hazaña.
Otro de los duelos gustadores y atractivos estuvo marcado por el triunfo a domicilio de O’Higgins sobre Unión Española en la «Bombonera» de Santa Laura. Los celestes registran una notable recuperación que, en las últimas cinco fechas, coincide con la llegada del entrenador Pablo Andrés Sánchez, quien devolvió el sello y la aplicación a un cuadro que posee jerarquía individual desde los tiempos que fuera campeón con el Toto Berizzo al mando. Incluso, el goleador Pablo Ignacio Calandria acrecienta esa inevitable reminiscencia con dos goles que definieron el 2-1 sobre los hispanos del Coto Sierra, que venían en una marcada senda de recuperación.
La jornada dominical se cerró en Iquique y La Florida, con dos encuentros de desenlace trascendente para el liderazgo y el temido coeficiente de rendimiento que determina el descenso. En el norte, Deportes Iquique se quedó con puntos dorados (2-1) postergando las aspiraciones de La Calera de amagar al ahora exclusivo y meritorio líder, Cobresal, mientras que Audax Italiano impuso la mínima diferencia sobre Cobreloa sumando tres puntos de oxígeno y esperanza en su escape desesperado del “pozo».
